Alejandra Mángano es fiscal federal, madre de dos hijas y cumplirá 40 años en diciembre. Tiene su despacho en el quinto piso del edificio de Comodoro Py. Allí está al frente de la fiscalía federal 12. Pero además desde 2009 se dedica a investigar casos de trata de personas entre los que se encuentran los que producen las organizaciones coercitivas. En 2013 la Procuración General de la Nación, a cargo entonces de Alejandra Gils Carbó, creó la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX). Desde aquel momento Mángano encabeza –junto al fiscal de juicio Marcelo Colombo- la procuraduría que interviene en los casos de trata. Son los especialistas en casos de trata laboral, de trata sexual, de matrimonios forzosos y de privaciones ilegítimas de la libertad como las que ejercen las organizaciones coercitivas también conocidas como sectas.
A su oficina de la calle Perú al 500 se dirigieron en 2021 cinco personas para denunciar con identidad reservada lo que sucedía en la Escuela Yoga de Buenos Aires (EYBA). Los cinco testimonios que daban cuenta de una estructura de explotación sexual, y de operaciones de lavado de dinero fueron recibidos por el equipo de PROTEX. Allí se inició una investigación preliminar que finalizó con una denuncia en el fuero federal donde tramitan-desde 2008- los casos de trata de personas. El caso de la EYBA le tocó al juez Ariel Lijo con la intervención del fiscal Carlos Stornelli. Como en casi todos los expedientes de trata de personas que se investigan en el los juzgados federales de todo el país, la PROTEX-en virtud de su especialización- se sumó a la fiscalía original.
En la década de los 90 se había investigado a la EYBA. Pero el caso se había enfocado desde la legislación vigente entonces. Se investigó por corrupción de menores y por estafas relacionadas con el cambio de titularidad de propiedades que denunciaban los familiares de los integrantes de la EYBA que morían. Aquella causa judicial quedó sin sentencia condenatoria.
Pero a pesar de la enorme repercusión que tuvo en aquellos años la investigación judicial la EYBA siguió funcionando en su sede central de Estado de Israel al 4400 del barrio de Villa Crespo. La investigación preliminar iniciada a partir de los testimonios de identidad reservada derivaron en la causa en la que en agosto pasado se produjeron detenciones y allanamientos. El nuevo expediente penal sobre las actividades delictivas de la EYBA se enfoca desde la trata de personas. Ese delito fue incorporado a la legislación argentina en 2008. Y es por eso que el caso actual tiene una mirada diferente que el de la década de los 90. A diferencia de la vieja causa tramitada en el fuero de Instrucción, en el expediente a cargo de Lijo, también se investigan maniobras de lavado de dinero, delito incorporado como autónomo a la legislación argentina recién en 2011.
El jueves 8 de septiembre el juez Lijo dictó el procesamiento de los investigados a los que les imputó: “Haber formado parte de una organización delictiva con rasgos de secta de naturaleza espiritual, denominada Escuela de Yoga Buenos Aires (EYBA) -que operó al menos desde el año 2004 hasta el 12 de agosto de 2022- que se dedicaría a captar personas mediante engaños o que se encuentran en situación de vulnerabilidad para incorporarlos a la organización con el fin de reducirlos a una situación de servidumbre y/o explotación sexual, construir un culto alrededor de su líder y promover una estructura ilegal de negocios en la República Argentina y en los Estados Unidos de América, que permitiera otorgar apariencia lícita a los fondos obtenidos como producto de sus actividades, con el único fin de enriquecerse y obtener influencias y/o coberturas para sus líderes”.
El líder indiscutido de la organización coercitiva era Juan Percowicz, un contador de 84 años que está detenido con prisión domiciliaria. La EYBA tenía distintos niveles de jerarquía que se alcanzaban de acuerdo a las tareas que cada uno de los integrantes realizara para sumar dinero o bienes a la organización.
Después de conocido el procesamiento dictado por Lijo, la fiscal Mángano habló con Infobae de la EYBA y también de otras organizaciones coercitivas de las que se investigan en el país. Aclara -con espíritu docente- que a las sectas no se las llama más sectas, se las denomina: “organizaciones coercitivas”.
-¿Cómo empezó la nueva investigación de la EYBA?
- Nosotros logramos recabar testimonios de testigos de identidad reservada que habían trabajado en la organización o que la conocían. Relataron episodios posteriores a los que se investigaron en la causa vieja. Y que además son muy distintos en el sentido de que lo que se verifica a partir de estos testimonios es un sistema por un lado de explotación sexual en departamentos privados o en hoteles de la Ciudad de Buenos Aires y se verifica también algo muy distinto a lo que sucedía antes que es la existencia de sedes en Estados Unidos en donde funcionaría un sistema similar de explotación.
-¿Eran como sucursales de la EYBA en Estados Unidos?
-Claro. Había viajes de miembros mujeres de la escuela que iban a realizar esas actividades también en Estados Unidos a satisfacer clientes en Estados Unidos.
-¿Cómo explicaban esos viajes?
-Ellos los llaman tareas para la organización. Ellos presentan estos encuentros sexuales como tareas para la organización y esas tareas tenían una finalidad que es ascender hasta llegar al nivel más alto -el nivel 7- llamado ángel que les garantizaba reencarnar. Se ejercía allí una enorme coerción psicológica sobre las personas que es lo grave del caso.
-¿Tenían objetivos espirituales-por llamaros le alguna manera- y al mismo tiempo recaudatorios?
-Había una idea muy arraigada en la organización de acumular dinero como o sea. Una de las tareas era la acumulación de dinero mediante la seducción y la explotación sexual. Todos los que aspiraban a ascender a la EYBA tienen que hacer eso. Era como el inicio de la carrera ascendente en la organización. Construían una especie de superioridad de quienes ingresaban porque a las personas que estaban fuera de la EYBA los llamaban subhumanos, mierdosos, argentinosos, humanosos, ladillosos´
¿Qué diferencias o similitudes tiene la EYBA con otras organizaciones coercitivas que ustedes han detectado en Argentina ?
- El primer punto en común en general es la existencia de un líder carismático que ese uno de los elementos centrales de para identificar una organización coercitiva. Este líder carismático va generando en todos los adeptos un proceso de dependencia absoluta.
-¿Cómo lo logra?
-Se lleva adelante un proceso de despersonalización o proceso de coacción psicológica es decir, se aísla a la persona como en cualquier situación de de trata o de explotación. El recurso es aislar a la persona de su sistema de contención social, por ejemplo, de cualquier forma laboral. Se trabaja mucho promover la evolución personal, la idea de la exacerbación de lo propio. La forma de coerción se basa en elevar a la persona, conseguir que esa persona sienta que es especial por pertenecer y degradar a todos quienes la rodean. Prevalece la idea de generar una especie de superioridad espiritual en la persona que va a ser captada.
-¿Esto sucede solo en las sectas?
-No, es transversal a cualquier forma de explotación (sea sexual o laboral). Por ejemplo, para explotar a contra su voluntad a alguien en un prostíbulo la tienen que aislar del resto de sus contactos, de sus vínculos.
-¿Eso incluye a la familia?
- Este tipo de organizaciones se asumen como la familia de los que ingresan. Son la nueva familia de los que entran. Mediante coacción psicológica los obligan a cortar los lazos familiares previos al ingreso a la organización.
- ¿El fin obtener dinero de la EYBA es una característica común a otras sectas?
- En todos los casos de organizaciones coercitivas estamos viendo que tienen el objetivo de conseguir dinero. Uno podría pensar que es bajo la fachada de una organización espiritual que tiene incluso formas jurídicas como la fundación o como una asociación civil, no existiría esa idea de lucro. Pero sucede así. Igual que la acumulación de riquezas por parte del líder y de las cúpulas de estas organizaciones es una de sus características.
-¿Cómo generan el dinero?
-Bueno, en la EYBA había varias actividades a las que llamaban trincheras. La que mayor riqueza generaba es la explotación sexual. Además había un aporte mensual a través de sobres que podían llegar a los 10.000 dólares por persona. Por ejemplo para el último cumpleaños al líder le regalaron 65.000 dólares. Pero tenemos otras organizaciones coercitivas que han tenido incluso condena u otras que están en juicio en donde se priorizan otras formas de explotación como es el trabajo no pago. Es decir que utilizan a los fieles a los adeptos o como mano de obra gratuita. En el caso de Templo Filadelfia los hacían trabajar en la panadería y en la venta ambulante de los panificados. En otros casos se detectaron otras formas de trabajo no remunerado destinado a recaudar dinero para la organización.
¿Cuánto recaudaban por los servicios de prostitución?
-Los registros contables que nosotros encontramos en los allanamientos son bastante precisos. A partir de ellos podemos estimar que ingresaban 400.000 dólares. Pero la investigación por los flujos financieros de la organización está en curso en este momento.
-¿Eso recaudaban por año?
-No, por mes. Lo que no sabemos es cuántos clientes eran los que aportaban esa cantidad de dinero
-¿Esa cantidad de dinero se recaudaba solo en Argentina o también en Estados Unidos?
- En la investigación se reveló que había alumnas de la EYBA que viajaban a Estados Unidos a hacer lo que ellos denominan geishado o palomeo. Iban a tener relaciones allá y esa era la principal fuente de ingresos.
-¿Hay un estimativo de cuánto era el patrimonio de los que encabezaban la secta?
-En el procesamiento el juez Lijo estableció establece que se puede pensar en un patrimonio de cerca de 50 millones de dólares. Y en escritos y en desgrabaciones de charlas de Juan Percowicz él manifiesta que la organización debe llegar a tener un billón de dólares. Eso forma parte de la filosofía de la EYBA.
-¿Las personas que entran a una secta son de una clase social específica?
-Como el medio de la de la captación de la voluntad es psicológico se aprovechan formas de vulnerabilidad que pueden tener relación con lo socioeconómico. Pero también se aprovechan situaciones de vulnerabilidad interna de la persona como por ejemplo historias de violencia, de segregación. Aparecen distintas circunstancias que pueden generar la captación de personas más propensas a ser sometidas a los designios de otra personas, pero no tiene relación con las clases sociales.
-¿En todas las sectas pasa lo mismo?
-Hay otras organizaciones como por ejemplo un caso reciente de un pastor evangélico de Mar del Plata en donde las personas captadas eran particularmente vulnerables del el punto de vista socioeconómico. E incluso tenían problemas de adicciones. Ahí había una coincidencia con la EYBA.
-¿Ofrecían recuperar adictos?
-Una de la forma de captación que tenían era a través del coaching psicológico en tanto lo ofrecían como una escapatoria a adicciones, enfermedades.
-¿Cómo era la vida dentro de la EYBA?
- Vivían como en comunidad. Se demostró en la causa que quienes tenían bienes a su nombre en general los vendían y eran reubicados en inmuebles de la propia organización. De hecho la organización contaba por lo menos con dos inmobiliarias y lo que presumimos como investigadores es que las usaban por un lado para la venta de los inmuebles y de las propiedades de las personas captadas y por otro lado para la compra de inmuebles con los beneficios económicos de la explotación sexual de las mujeres.
-¿En qué resalta esta organización respecto de otras investigadas?
- Es llamativa la persistencia en el tiempo. Nosotros hemos conseguido información desde 2004 hasta ahora. Y además sabemos que funcionó desde los años 90. Otra cosa que me parece interesante es que estaba registrado el sistema de control de cada uno de los que ellos llamaban alumnos. Había registro de por ejemplo, qué obras sociales tenían, qué medicamentos se les daba, qué patrimonio poseía cada uno de ellos, cuáles eran sus contactos. Se registraba toda la información de esas personas. Esto no aparece en ninguna de las otras organizaciones coercitivas donde sí hay sistemas de control pero nunca tan documentados.
-¿Era una secta de muchos integrantes?
-Hay organizaciones coercitivas que tienen más expansión territorial es decir que tienen sedes en más de un lugar. Esta es una organización que se caracteriza porque todos sus miembros están más o concentrados en un edificio y en una zona cercana a ese sitio. Había integrantes que viajaban a Estados Unidos, pero acá estaban todos concentrados en una misma zona.
-¿Se puede equiparar una secta con una prganización de trata en cuanto a la siempre sospechada y muchas veces demostrada connivencia con las fuerzas de seguridad?
- Las organizaciones coercitivas en general, repiten o replican uno de los patrones de las estructuras de trata, que es que utilizan las influencias públicas o privadas para garantizar, que su operación siga trabajando y generando riquezas. Porque vale la pena recordar que en cualquier caso de trata está la idea del beneficio económico a largo plazo de por parte de los miembros de las organizaciones. Entonces muchas veces se recurre a formas de protección, que pueden ser públicas, pueden ser fuerzas de seguridad o pueden ser otros funcionarios. Pero también hay protección no estatal: personas que tienen influencia en determinado lugar, en determinadas ciudades o provincias. Eso marca una de las características de las organizaciones coercitivas, pero también de la trata en general.
-¿Lo hallaron en el caso de la EYBA?
-La investigación aún no ha terminado.
-¿Qué sucede desde el punto de vista penal con los hombres que contrataban el servicio sexual que ofrecía la EYBA?
-Argentina es un país abolicionista entonces en principio no se puede castigar de ninguna manera a la mujer, como sí sucede en algún país que prohíbe la prostitución. Y en general tampoco se castiga al cliente como sucede en países como Suecia o en países en donde hay un neoprohibicionismo. En Argentina esa conducta así autónomamente no está castigada, podrían existir otros delitos que comete la persona en situación de consumir prostitución pero de por sí no es delito.
-¿Encontraron menores dentro de la EYBA?
-No. En los hechos que investigamos en nuestro expediente no aparecen involucrados menores.
-El líder de la EYBA es un hombre mayor, ¿había algún proyecto sucesorio?
-Según documentación hallada en los allanamientos había un plan que él mismo había diseñado: se habían designado dos o tres personas de la cúpula de la organización para que lo suplantaran en caso de que estuviera incapacitado o muriera.
-¿Hubo alguna reacción de otras víctimas cuando se hizo público el caso?
-Sí, luego de los allanamientos a la EYBA -que fueron en agosto- aumentaron notablemente las denuncias en la línea 145 por organizaciones coercitivas: se recibieron 14 denuncias en este último mes.
¿Por qué cree que la gente quiere dar a conocer sus historias?
-Hemos notado de manera elocuente que en todos los casos que las víctimas de las organizaciones coercitivas denuncian lo hacen desde el socavamiento de la dignidad. El impacto desde el punto de vista de la violación de derechos humanos que registran las víctimas es notable. Las personas vienen a denunciar que violaron sus derechos humanos. Si bien las organizaciones tienen un fin de económico, las personas afectadas no lo perciben así.
-Trabaja en casos de trata desde 2009, ¿cuál fue el testimonio de víctimas de sectas que más la conmovió?
-Son muchos pero los hechos de tortura y abusos físicos que relataron las víctimas de la secta del City Hotel de Mar del Plata fueron estremecedores. El líder de la secta -que murió a la espera del juicio en el que hubo condenas- se presentaba como gurú de yoga. Era despiadado con los integrantes de su organización. Había colgado de una soga desde un cuarto piso a una persona, a otra le había quemado las manos como castigo y solía darles con un rebenque en la espalda.
- La última pregunta. ¿En la Escuela de Yoga practicaban yoga?
-No. No hay un solo indicio de que allí se dieran clases de yoga.
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