Fue el 27 de octubre de 2002 en el country Carmel, no bien terminó el Superclásico que ganó Boca 2 a 1 y unos 15 minutos antes del crimen de María Marta García Belsunce. En ese momento, tres adolescentes de 14 años dejaron el Club House derrotados porque su equipo había perdido. Lloviznaba y debían volver rápido a sus casas. Fueron los últimos en ver con vida a la socióloga.
Este viernes, ante los jueces del Tribunal Oral Criminal N°4 de San Isidro declaró el trío de amigos, ya con 34 años. Todos coincidieron en que primero vieron pasar a Nicolás Pachelo trotando, y luego a la víctima en su bicicleta. Iban en la misma dirección.
“Primero dobló Pachelo y luego María Marta, y no fui por ahí, pese a que era más corto para ir a mi casa, porque le tenía miedo. No me lo quería cruzar. Estaban en la misma cuadra él y la señora García Belsunce. Hice el camino más largo para no cruzarme con el señor. Uno a esa edad no tiene tanto para defenderse, y era bastante miedoso”, testificó el odontólogo Pedro Miguel Aspiroz Achaval.
Antes de él testificaron sus amigos Santiago Asorey y Marco Cristiani. Sí todos coincidieron en que mientras caminaban fueron sobrepasados por Pachelo, que trotaba vestido con un buzo negro con capucha y shorts; y que luego los pasó María Marta en bicicleta. Vestía un piloto violeta.
Pero sólo Aspiroz Achaval tenía que seguir camino, los otros dos se quedaban en la casa de Cristiani porque debían regresar a Buenos Aires y eso era unos metros antes de que la víctima y el acusado doblaran. El ahora odontólogo y arbitro de rugby era quien vivía más lejos y fue el último que la vio con vida a María Marta: “El último recuerdo de ella es en la bicicleta con el piloto violeta y que me saludó”.
Fue Aspiroz Achaval quien al seguir camino vio cómo María Marta doblaba por la misma calle por la que iba Pachelo, y que desembocaba en la casa que compartía con Carlos Carrascosa.
Incluso, durante el juicio se reprodujo una imagen de video actual de las calles de esa zona del country. El testigo dio precisiones sobre las posiciones de ambos: iban los dos hacia la propiedad donde ocurrió el crimen. “(Pachelo) más cerca de la casa de Carrascosa y María Marta más atrás. Me saludó”, dijo indicando un gesto con la mano Aspiroz Achaval.
El odontólogo podría haber doblado también, como el acusado y la víctima, pero eligió seguir su camino por una ruta más larga para llegar a su casa. Le temía a Pachelo y no dudó en reconocerlo. “No quería tener la más mínima posibilidad de cruzármelo. Sí hice un camino más largo”, le respondió a la defensora del imputado cuando le preguntó el por qué, pese a que lloviznaba, no había ido por el recorrido más corto.
Incluso, los tres testigos dijeron que por esa época a Pachelo lo apodaban “Voldemort”. “Por el personaje de Harry Potter, el innombrable”, coincidieron. “Era complicado. Afanaba y tenía antecedentes de violento. No era una persona de buen nombre en el barrio”, explicó el odontólogo.
Asorey, que trabaja como periodista, cuando declaró avisó que quién la vio doblar a María Marta fue su amigo odontólogo y lanzó: “Nosotros tres siempre dijimos lo mismo, lo que vimos y lo que pasó; y él (Pachelo) fue cambiando su versión”.
Ahora, el juicio por el crimen de María Marta García Belsunce entra en un receso hasta el 3 de octubre, cuando la Fiscalía presentará sus últimos testigos y luego será el turno de las defensas.
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