Habían pasado sólo unos minutos de las 9 de la mañana del miércoles 24 de agosto, cuando Martín Santiago del Río llamó al 911 para avisar que sus padres estaban muertos en el garaje de su casa. El hombre había sido notificado de la situación por la empleada doméstica que trabajaba en la casa, María Ninfa Aquino. La escena era dramática: José Enrique Del Río (74) y su esposa Mercedes Alonso (72) habían sido asesinados a tiros adentro de su Mercedes Benz.
“La mucama de mis padres me está diciendo que hay un problema en la casa de ellos. Que mis padres están muertos en el garage”, fue lo que dijo en ese llamado a la central policial.
Como se escucha en el audio al que accedió Infobae, la conversación con el operador del 911 duró unos 45 segundos. A pesar de la gravedad de lo que está denunciando, Del Río mantiene la calma. El tono de su voz es “tranquilo”. La siguiente es la transcripción completa del llamado:
Operador (O): 911 emergencias.
Martín Del Río (MDR): Sí ¿cómo estás? Mirá… La mucama de mis padres me está diciendo que hay un problema en la casa de ellos. Que mis padres están muertos en el garage, dice. Recién me acaba de llamar.
O: Bien, ¿en qué localidad es?
MDR: Es Vicente López.
O: ¿La calle?
MDR: Carlos Francisco Melo…
O: Sí.
MDR: 1101
O: ¿Entre qué calles?
MDR: Es esquina Gaspar Campos.
O: Bien, ¿le dijo algo más? ¿Signos de violencia? ¿Algo por el estilo?
MDR: Nada más. Me dijo eso: “¡Apurate, apurate, apurate!”. Me dijo eso. ¿Eh?
O: Bueno… ¿Su nombre señor?
MDR: Martín Santiago Del Río.
O: Corto y ya lo transmito Martín.
MDR: Mu… muchas gracias.
O: Por nada hasta luego.
Pocos días después, Martín Santiago Del Río fue detenido acusado de ser el autor del crimen. Las pruebas en contra del hijo del matrimonio Del Río se siguen acumulando. De momento, los fiscales están analizando el teléfono del imputado. Esperan extraer material importante de ahí. Las conversaciones con el padre y la madre ya se conocen. Como reveló ayer Infobae, el trato era sumamente cariñoso entre ellos.
Los primeros mensajes que sorprendieron a los investigadores fueron los del 13 de abril de este año. A la luz de lo que pasó solo cuatro meses después, resultan particularmente cínicos. El día del cumpleaños de José Enrique, Martín fue uno de los primeros en saludarlo. “Hola papi. FELIZ CUMPLE. Qué tengas un lindo día. Te amo papi”, escribió el ahora acusado a las 7.29 de ese día. “Besos para los cuatro”, respondió su padre en referencia a la familia de su hijo menor.
La semana pasada, Diego, el mayor de los Del Río declaró frente a los fiscales y complicó aún más a su hermano Martín. No solo lo reconoció en las cámaras, sino que además aseguró que lo estafó y esbozó un lapidario perfil.
Luego de observar las cámaras de seguridad en las que se ve cómo se escapa el asesino de sus padres de la mansión de Vicente López, Diego no tuvo dudas en señalar que se trataba de Martín, alias Pato. “Creo reconocer la forma de caminar de mi hermano, con la cabeza hacia adelante, como encorvado. Con pasitos cortos y un tanto zigzagueante. Físicamente, también es parecido, sobre todo el andar”, sostuvo ante los investigadores Alejandro Musso, Martin Gómez y Marcela Semería.
“Un 90% que es mi hermano. Si se viese bien la cara sería un 100%, más allá de la mezcla de sentimientos que pueda tener por tratarse de mi hermano. Pato es un gran caminador, es la forma de Pato de caminar. Llama la atención que haya elegido eso, que era una de sus aficiones. Los fines de semana solía caminar mucho. Me pregunto cuánto tiempo venía planificándolo. No sé qué más decir. No tengo dudas de que esto haya sucedido tal cual tomo conocimiento del material probatorio existente en la investigación”, completó.
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