Tras una evaluación de las instalaciones y de las condiciones en que están alojados los presos, la Justicia de Mar del Plata restringió el ingreso de nuevos detenidos y condenados en el complejo penitenciario de Batán debido a la sobrepoblación y al deterioro estructural del edificio.
La resolución fue firmada por la jueza Mariana Irianni, a cargo del juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil Nº1 de Mar del Plata, y afecta a la Unidad Penal Nº15.
El fallo, que fue difundido por el portal 0223, establece la prohibición temporal de nuevos ingresos y aclara que tampoco se dejarán entrar a “detenidos que padezcan enfermedades contagiosas o que pongan en peligro la vida de los más de 2.000 personas que están alojados y/o laboran diariamente en el predio”.
La medida continuará vigente hasta tanto se inicie un plan de mejoras en ese establecimiento carcelario. En esa línea, Irianni intimó a la Dirección Provincial de Política y Gestión Penitenciaria, dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos bonaerense, para que presente, “en un plazo no mayor a 30 días”, un proyecto de puesta en valor de la cárcel junto a un cronograma de obras.
La magistrada explicó su resolución luego de advertir “el sobrecupo existente y la cantidad de plazas disponibles” durante una recorrida en octubre del año pasado. La Unidad N°15 tiene una capacidad de alojamiento para 1.106 internos. Sin embargo, en la actualidad el número de detenidos allí asciende a 1.596.
En aquella ocasión, además, Irianni detectó “a simple vista” otras falencias en la infraestructura, tales como “profundas perforaciones en los pisos de los pabellones, fisuras en los techos, derrumbes de la estructura del muro de una de las alas del sector de los talleres (encontrándose en uso el otro lado), pérdidas de agua, baños y letrinas en un estado de decadencia absoluta, tendido eléctrico a la vista, caída de mampostería y rotura de vidrios”, según detalla el medio antes mencionado.
Esas problemáticas fueron constatas en julio pasado en un nuevo relevamiento en el lugar a cargo de la Asesoría Pericial de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires.
Por estos motivos, Irianni resolvió restringir los ingresos al complejo penitenciario y dispuso que se comience a delinear el plan de obras. Además, le ordenó al jefe de la unidad penitenciaria que le informe semanalmente al Juzgado el cupo existente en el penal, con la idea de “ir reduciéndolo paulatinamente sin que puedan ocuparse las vacantes”. La jueza fijó una nueva audiencia para el próximo 14 de noviembre, en la que se evaluará los progresos de cada medida.
Por el momento, se desconoce cuál será el destino de los reclusos que debían ser trasladados a esa cárcel. La Unidad Nº44 del mismo complejo sería una opción provisoria, aunque allí también se excede la capacidad de alojamiento: los datos del Servicio Penitenciario Bonaerense muestran que hasta el 31 de agosto pasado había 532 internos, cuando hay lugar para 410.
La Unidad N°15 se inauguró el 29 de noviembre de 1980. Está ubicada sobre la ruta 88, a la altura del kilómetro 8,5. El edificio está dividido en dos partes: un área destinada a los internos que viven en condiciones de máxima vigilancia, y una segunda área que responde al régimen de mediana seguridad.
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