La Justicia procesó al líder de la secta porno sado de Villa Crespo y a otros 18 imputados por asociación ilícita y trata de personas

Así lo dispuso el juez Ariel Lijo. Catorce de los acusados quedaron detenidos mientras que a otros cinco se les fijó una fianza. Todos quedaron embargados

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Causa de la secta porno
Causa de la secta porno sado: la Justicia dictó el procesamiento del líder de la banda de 84 años y otros 18 imputados

La Justicia dictó el procesamiento del líder de la líder de la secta porno sado de Villa Crespo dedicada a la trata de personas y que tenía una sede en Estados de Unidos. Se trata de Juan Percowicz (84), quien había sido beneficiado con la prisión domiciliaria por su edad. La medida también recayó por otros de los 18 imputados.

La resolución del Juez Ariel Lijo fue por los delitos de asociación ilícita destinada a cometer delitos, trata de personas con fines de explotación sexual, agravado por el hecho de haber mediado coerción, haber sido más de tres las víctimas y más de tres los victimarios, y por haber sido consumada la explotación (reiterado en 7 oportunidades que concurren realmente entre sí); lavado de activos; y contrabando agravado.

Según precisó el documento al que pudo acceder Infobae, en 14 casos se dictó el procesamiento con prisión preventiva y en cinco se impusieron cauciones reales de $300.000 y $500.000. En el caso de uno de los médicos de la Clínica CMI, en tanto, se dictó la falta de mérito.

Al mismo tiempo, se trabó el embargo de todos los procesados sobre su dinero y/o bienes hasta cubrir la suma de un mil doscientos millones de pesos ($ 1.200.000.000) o cuatrocientos millones de pesos ($ 400.000.000).

En el delito de asociación ilícita, quienes deberán responder penalmente en calidad de coautores son Percowicz, como jefe de la asociación, mientras que los demás lo harán como miembros: Marcela Alejandra Sorkin, Susana María Barneix, Ruth Viviana London, Susana Mendelievich, Mariano Krawickz, Mario Alberto Leonardo, Gustavo Aníbal Rena, Carlos Barragán, Georgina Ivonne Hirschfeld, Marcela Argüello, María Del Carmen Giorgi, Daniel Eloy Aguilar, Alicia Arata, Silvia Herrero, Daniel Gustavo Fryd Trepat, Federico David Sisrro, Horacio Sebastián Vesce y Luis Mario Romero.

Parte de los videos incautados
Parte de los videos incautados a la organización

Además de Percowicz, también deberán responder por el delito de trata de personas Mendelievich, Argüello, Romero, Arata, Hirschfeld, Herrero, Leonardo, Rena, Barragán, Krawyckz, Sorkin, Vesce y Fryd Trepat.

En lo que respecta a lavado de activos —además de Percowicz—, en tanto, fueron procesados Sorkin, Barneix, Mendelievich, Leonardo, Rena, Hirschfeld, Argüello, Eloy Aguilar y Sisrro. Por último, Percowicz, Sorkin, Vesce y Sisrro, en lo que respecta a contrabando.

Percowicz, jubilado en los papeles y afiliado a la obra social del PAMI, se hacía llamar “El Maestro” o “El Ángel”. Con 84 años quedó detenido en el marco de 50 allanamientos realizados esta madrugada del 13 de agosto pasado por la Policía Federal como el líder de una organización internacional dedicada a la trata de personas que operaba desde el barrio de Villa Crespo, y que contaba con una sede en Estados de Unidos.

La medida impulsada por Lijo señala que logró probar el funcionamiento de una organización coercitiva que, bajo la apariencia de “Escuela de Yoga Buenos Aires (EYBA)” o “Buenos Aires, Yoga School (BAYS)”, se dedicaba a captar personas mediante engaños o en situaciones de vulnerabilidad, “tanto por ser menores de edad como por sus graves problemas de adicciones, de salud, diferentes tipos de violencia y situaciones de crisis”. El escrito precisa que todas fueron aprovechadas por la organización para lograr obtener su confianza con la promesa de sanación, pertenencia y contención.

Marcela Argüello y el mago
Marcela Argüello y el mago Carlos Barragán, implicados en el esquema de prostitución VIP

Luego, a lo largo de un largo y complejo proceso de despersonalización y explotación, a través de métodos de coacción física y psicológica, lo que lograban desde la organización era el sometimiento total de las víctimas a su voluntad, detalla la medida.

Se pudo verificar, según la postura del juez, que Percowicz —y parte de sus cómplices— fueron victimarios con dominio y control absoluto sobre la suerte de las víctimas. A través del proceso de despersonalización al cual cada una de las víctimas fue sometida —se supo—, lograron que la voluntad de sus “alumnos” estuviera totalmente doblegada, de modo que se transformaron en “cuerpos dóciles” que no cuestionaban su explotación sexual.

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