Con videos, evidencias y testigos, otra vez quedó en jaque el relato de Nicolás Pachelo

El imputado por el crimen de María Marta García Belsunce había admitido que robó en el Tortugas Country Club en 2018, pero había puntos oscuros. Los fiscales mostraron el por qué de esas fisuras

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Ingresó como Nicolás Giménez Zapiola a bordo de la camioneta de Matías Marasco el jueves Santo del 29 de marzo de 2018

“Barrio parque cuarto dos viejitos regalados”, leyó el fiscal Andrés Quintana de un cuaderno que le secuestraron a Nicolás Pachelo cuando lo allanaron y lo detuvieron después de la Semana Santa de 2018 por cinco robos en el Tortugas Country Club. No fue lo único que mostró el funcionario judicial, que ya en la audiencia del lunes había exhibido una barreta de 80 centímetros de largo. También sacó dos remeras camufladas, fotos y una serie de videos de cámaras de seguridad comprometedoras. Los testigos completaron con sus dichos lo que la acusación informó que iba a incorporar en la audiencia de este miércoles: que el imputado no volvió a decir toda la verdad ante los jueces. Al menos, en cinco puntos eso quedó en evidencia.

Pachelo llegó a juicio acusado por el crimen de María Marta García Belsunce, pero también por una serie de robos ocurridos en varios countries. Esta semana, ante el Tribunal Oral Criminal N°4 de San Isidro desfilaron víctimas, especialistas y autoridades involucrados en los cinco hechos que ocurrieron en el Tortugas Country Club el 29 de marzo de 2018. Dos de los casos prescribieron, otros dos fueron admitidos por el imputado el lunes pasado, no así el quinto: su abogada había dicho que, por la hora, no podría haber sido su defendido el autor. Justamente, en esa propiedad se usó violencia para ingresar y eso eleva la pena en expectativa contra el imputado. Pero resulta que hubo una confusión con las fechas…

Lo cierto es que este miércoles no tuvo buenas noticias el acusado: en cinco puntos quedó en evidencia que cuando reconoció haber entrado en las propiedades de un empresario gastronómico Osvaldo Brucco, dueño de los restaurantes Gardiner y Happening y del boliche Tequila, y de un banquero no fue del todo sincero.

Con testimonios, imágenes, videos, el cuaderno y hasta ropa secuestrada al acusado quedó claro que en las más de seis horas que estuvo en Pachelo recorriendo el Tortugas Country Club en bicicleta sí pasó por la casa de su madrastra Jacquelin Barbará cuando lo había negado, e incluso sonrió; que llevaba la barreta que le exhibieron y que no afirmó ni negó como propia; que en el coche cuando ingresó, junto a los co imputados en la causa por los robos Matías Marasco e Iván Martínez, sí iban los tres y no dos como declaró; que sí presentó un DNI trucho a nombre de Nicolás Giménez Zapiola; y que del quinto hecho que le endilgan no está tan libre de culpa y cargo.

Pachelo y su defensora (Télam)
Pachelo y su defensora (Télam)

Los robos en el Tortugas Country Club ocurrieron en la Semana Santa de 2018, que incluyó el lunes 2 de abril como feriado. Muchas de las víctimas estaban de viaje y a medida que regresaron a sus casas fueron descubriendo que habían ingresado a robar. Pero, el consultor Christian Guerrien (52), quien estaba en la ciudad mendocina de San Rafael, le prestó su propiedad a una amiga por esos días del fin de semana XXL y todo se aceleró.

La mujer llegó el viernes 30 de marzo de 2018, un día después de la excursión de Pachelo para robar en Tortugas, y encontró una puerta de ingreso barreteada, todo revuelto y la puerta de la habitación principal violentada. Enseguida le avisó al dueño, quien de inmediato regresó a Buenos Aires e hizo la denuncia.

En la declaración original figuraba que ese robo había sido descubierto el jueves 29 de marzo de 2018 por la mañana y, como Pachelo había ingresado al country Tortugas después de las 14, de ese hecho se desligaba. O eso pretendía su defensa. Sin embargo, el consultor puso blanco sobre negro cuando declaró este miércoles: “Yo tengo claro que fue el viernes 30 que se descubrió, porque mi amiga llegó ese día, vio todo revuelto, me llamó y enseguida volví… Pero es un tema de fechas: uno queda muy shockeado cuando pasa eso”.

Nicolás Pachelo, en el asiento del acompañante, junto a Marasco, al momento de ingresar al barrio privado
Nicolás Pachelo, en el asiento del acompañante, junto a Marasco, al momento de ingresar al barrio privado

Antes de Guerrien había declarado el dueño del boliche Tequila de la Costanera porteña. Pachelo reconoció que ingresó a robar a su propiedad, pero hay divergencias entre lo que sustrajo el ladrón y lo que el acusado dijo que se llevó. “Me había ido a Uruguay el miércoles a la noche y me entero cuando vuelvo el lunes 2 (de abril): entro a mi casa a la noche y encuentro que había entrado alguien y había sustraído una caja de seguridad que estaba en el vestidor, amurada al piso”, describió Brucco.

Las imágenes de las cámaras de seguridad del exterior de la casa del empresario gastronómico lo graficarían: se ve a un hombre como Pachelo, con un reloj en la mano derecha como el que llevaba Pachelo ese día, con una remera camuflada como la que vestía Pachelo ese jueves, con una gorra como la que tenía puesta Pachelo en las filmaciones de todos los domos del country… Y llevaba en sus manos una caja negra, similar en tamaño a un TV 20″ y una barreta.

“Vimos por las cámaras que se usó una barreta porque tuvo que desamurar la caja de seguridad”, contó el empresario y siguió: “Estaba amurada con bulones al piso, hubo que barretearla, evidentemente. En el interior, había joyas de mi mamá, que estaban guardadas para mis hijas; alrededor de 32 mil euros, una pistola Glock calibre .40 con cargadores, mis pasaportes y acciones de mis empresas. No recuperé nada. La caja nunca fue hallada: era muy pesada, tendría 40 x 40 centímetros, un cuadrado”.

Abril de 1028, cuando detuvieron a Pachelo. Desde entonces está preso
Abril de 1028, cuando detuvieron a Pachelo. Desde entonces está preso

Pachelo el lunes había dicho que en la caja de seguridad que robó en su paseo por Tortugas no había armas y que le descartó en un volquete; tampoco admitió haber llevado la barreta y mucho menos explicó cómo camufló la caja de seguridad cuando se subió al auto de Marasco. Hay que recordar que la golfista y a Martínez intentó desligarlos como cómplices en los robos.

El testimonio de Roberto Aranda, gerente general del Tortugas Country Club, fue contundente. Lo conocía a Pachelo porque con él había trabajado en la tosquera de su familia entre 1997 y 1999. Y cuando se descubrieron los robos, y el encargado de seguridad chequeó las cámaras e identificó al sospechoso andando en bicicleta por el predio, fue Aranda quien lo identificó. Por eso, el imputado está detenido desde el 7 de abril de 2018, y desde entonces alojado en la cárcel.

Pero Aranda no sólo identificó a Pachelo en las cámaras de seguridad relevadas por su jefe de seguridad, Pedro Gerardo Osores. Él sabía que tenía el ingreso prohibido al club por pedido de su madrastra, Jacquelin Barbará, tras la muerte del padre del imputado y una serie de hechos violentos hacia los otros hijos de la mujer.

Nicolás Pachelo junto a sus otros dos defensores
Nicolás Pachelo junto a sus otros dos defensores

“Una de las cámaras de seguridad enfoca bien el perfil y logro identificar a Pachelo: lo conozco por haber trabajado con él en la tosquera. Lo que le llamó la atención a Osores fue un hecho puntual: no entendía por qué se sonreía en el sector de cancha 4 y cuando lo identifiqué, (vi) la sonrisa irónica mirando una casa, y justo esa casa era de Jacquelin Barbará”, contó.

También confirmó Aranda que en el coche, cuando Pachelo llegó a Tortugas, iban tres personas, no dos como dijo el acusado cuando admitió los robos. Y que exhibió un DNI falso, con otro apellido: “Es obligatorio exhibir el DNI si no, no entra. El de Giménez Zapiola se ingresó en forma manual porque no leyó el DNI (el sistema)”, contó.

Osores, encargado de seguridad de Tortugas, también fue testigo este miércoles y confirmó que dio el DNI a nombre de Giménez Zapiola.

Los videos que explicaría Walter Lodetti, jefe de sistemas del country, serían concluyentes: allí se vio cuando entregó el documento en la puerta del barrio, cómo anduvo en bicicleta, incluso en la cancha de polo -que está prohibido-, y cuando sonrió frente a la casa de Barbará. Y el especialista también confirmó que las remeras secuestradas a Pachelo, las mismas que vestía el día de los cinco robos, “tienen el mismo patrón” que la que usa el ladrón que se fue con la caja de seguridad y la barreta en sus manos de la casa de Brucco, y que grabó la cámara analógica, en blanco y negro.

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