Antes de que comenzara la 23° audiencia donde se juzga a Nicolás Pachelo por el crimen de María Marta García Belsunce y por una serie de robos en barrios cerrados, la abogada del imputado pidió la palabra y le avisó al Tribunal Oral Criminal N°4 de San Isidro que su defendido se iba a hacer cargo de dos de los asaltos ocurridos en el Tortugas Country Club. Luego, el acusado se sentó frente a los magistrados y admitió: “Fui yo, se los digo a los jueces mirándolos a los ojos”.
En esta parte del juicio, Pachelo llega acusado con otros dos imputados, diferentes a los que están en la causa por el crimen de María Marta. Se trata de Matías Marasco e Iván Martínez. Justamente, cuando admitió este lunes los robos en la casa de un empresario gastronómico y de un director ejecutivo de un banco desligó a quienes llegaron a este debate como sus cómplices.
“No sólo no participaron sino que no sabían”, despegó el imputado los otros dos acusados.
Los robos que admitió ocurrieron el 29 de marzo de 2018 en el country Tortugas. No fueron los únicos, hubo dos más que prescribieron y un tercero que, según la defensa, “la víctima asegura que ocurrieron en otro horario”. Lo cierto es que ese jueves Santo de hace cuatro años, Pachelo ingresó a ese barrio privado en el coche del golfista Marasco. Ante la seguridad dijo que se llamaba Nicolás Giménez Zapiola. Una foto de los guardias dejó registrado su ingreso, las cámaras de seguridad del lugar lo captaron merodeando.
Pachelo contó ante los jueces, y frente a las preguntas de los fiscales, que le había pedido a Marasco que le avise cuando fuera a jugar al golf a Tortugas. “Me llamó porque tenía un torneo y le dije si me podía llevar. Nunca supo qué hice. Entramos juntos a las 14.30 y nos encontramos para salir”. También explicó que les mintió: “Les dije que iba a ver a una chica”.
Según el relato del ex vecino de Carmel, mintió con su identidad para ingresar al country porque “a veces, decir Pachelo tiene ciertos aspectos negativos”, se quejó. Natalia Loto, que trabajaba en el ingreso por ese entonces, lo contradijo: aseguró que les pidió documentos y que aparecía a nombre de Giménez Zapiola y que en el coche iba Martínez, que lo hizo bajar porque era menor y no tenía identificación; y que luego puedo entrar por autorización de la organización del torneo.
Luego de franquear la seguridad, Pachelo relató que Marasco lo dejó en “la Iglesia y se fue a jugar al golf”. Y siguió: “Caminé por el club, había una bicicleta sin candado, la agarré y di un par de vueltas”.
Así, admitió que robó en dos casas: “Fui yo”. La primera propiedad asaltada fue la de un banquero, quien denunció que le forzaron el vestidor y una caja fuerte con 5.000 pesos, entre 400 y 800 dólares, tres barras de oro, relojes y joyas. En la segunda vivienda robaba, la de un empresario que tiene restaurantes y un boliche en la Costanera porteña, le desempotraron y robaron la caja fuerte que tenía en su vestidor con 32.000 euros, una pistola Glock con dos cargadores, documentación del arma, acciones de sus empresas y varias joyas.
Pachelo reconoció que se llevó una caja fuerte, pero no supo precisar de qué casa porque no sabía, según sus dichos, a quién le robaba, pero se esforzó en dejar en claro que no forzó los ingresos. “La ventana corrediza estaba abierta”, soltó. Y negó haberse llevado un arma.
Fue entonces cuando los fiscales Andrés Quintana, Federico González y Patricio Ferrari sacaron de abajo del escritorio una barreta de poco más de 80 centímetros de largo y le preguntaron si la reconocía: “No recuerdo que la haya llevado”, dijo entre los tantos “no recuerdo” que respondió ante las preguntas de la acusación.
- ¿En su casa la tenía?
-Puede ser en un cajón de herramientas. Cuando hicieron un allanamiento no me dejaron ver, no me lo mostraron cuando lo secuestraron, me lo muestra ahora por primera vez. No lo vi. No sé si lo tenía, tenía un cajón de herramientas, pero no sé si tenía barretas, no lo recuerdo.
El comisario mayor de la DDI de San Nicolás Pablo Machicote, que participó del caso por los robos en 2018, después testificaría ante los jueces que una de las propiedades de Tortugas fue violentada con una barreta.
Luego, mientras Pachelo respondía, los fiscales le preguntaron si en el Tortugas Country Club, en ese tiempo que estuvo merodeando y robando, “encontró algún reloj u alhaja en otro lugar, ¿tirados?”. El imputado lo negó. Minutos más tarde cambiaría sus dichos: “Yo lo único que recuerdo es que entre las dos casas en las que entré, había una intermedia, donde había un reloj sobre una mesa de una galería”. Y se lo llevó. “No era de valor, tipo un Casio… Estaba ahí, regalado, para que se entienda”, amplió.
Los fiscales le consultaron sobre qué más hizo, luego de robar, mientras estuvo cinco horas en el country Tortugas hasta que se juntó nuevamente con Marasco y Martínez en la Iglesia para regresar a su casa, tal como él dijo. “Nada, hice tiempo, anduve en bici...”, respondió.
- ¿Fue a la casa de su madrastra Jaqueline Barbará, que vive en Tortugas?
-No.
Barbará fue testigo y declaró en contra de su hijastro, al que sindicó como asesino de María Marta, del padre del imputado y al que pidió que le prohibieran el ingreso al country Tortugas. Según los fiscales, ese día ella aseguró haberlo visto pasar tres veces por su casa.
Pachelo lo negó nuevamente y, entonces, el fiscal Quintana pidió leer la indagatoria que se le hizo al acusado cuando lo detuvieron en 2018. “No me la muestre porque ahora digo la verdad, pude haber dicho cualquier cosa en su momento”, lanzó el imputado.
El fiscal Quintana leyó igual sobre la declaración indagatoria de Pachelo de ese 8 de abril de 2018, momento en que quedó preso hasta la actualidad: ‘Empecé a caminar por el country, que hacía 15 años que no iba, llegué a la capilla y tomé la bici con la intención de ir a ver a la ex de mi padre’.
El acusado replicó enérgico: “Yo no le iba a decir que iba a robar dos casas... La verdad la dije ahora. Eso fue el día siguiente a mi detención, por supuesto que mentí ahí. Cinco años después, haciéndome cargo del hecho, todo lo que dije ahí no es la realidad, quería zafar de la situación. Tras más de 4 años preso, no tiene sentido. Toda mi declaración fue absurda”.
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