“Era como un fantasma”: crónica del impacto que hubo en el barrio donde vive el hombre que intentó matar a Cristina Kirchner

El relato y la conmoción de Sergio Paroldi, el hombre que le alquiló su departamento al detenido por gatillar contra la Vicepresidenta de la Nación. La palabra y el shock en primera persona de los vecinos de Villa Centenario, en el partido de San Martín

Guardar
La puerta de la casa donde vivía Sabag
La puerta de la casa donde vivía Sabag

Sergio Osvaldo Paroldi se sentó el jueves a cenar y prendió el televisor. Los noticieros ya mostraban en reiterado el rostro de Fernando Sabag Montiel, el hombre que gatilló a la cara a Cristina Fernández de Kirchner con una Bersa calibre .32 en al menos dos oportunidades sin lograr disparar. Paroldi, cuando lo reconoció, quedó en shock por unos segundos: “Es él, mi inquilino”, pensó. Enseguida llamó a un amigo y le contó todo, estaba asustado. Su amigo le dijo que fuera a la comisaria y realizara la denuncia para no quedar involucrado en uno de los hechos más conmocionantes de la historia política argentina reciente. Y así lo hizo. Paroldi ingresó a la dependencia policial y contó todo lo que sabía sobre el hombre que había intentado matar a la vicepresidente en la puerta su casa, en el barrio porteño de Recoleta.

Paroldi dijo frente a los policías de la Comisaría 8° de la Bonaerense que hacía ocho meses le había alquilado el monoambiente lindero a su domicilio, ubicado en Villa Centenario, partido de San Martín —puntualmente sobre la calle Uriburu al 700—. También aseguró que él no tenía nada que ver con Sabag, conocido por sus íntimos como “Tedi”. Denunció que tenía miedo, que simplemente era el propietario del lugar en el que “Tedi” vivía y que no quería quedar pegado en el caso.

Pocas horas después de la denuncia, un importante operativo de la Policía Federal llegó a la puerta de su casa y se dispuso —por orden de la jueza federal María Eugenia Capuchetti— un allanamiento en el monoambiente de Villa Centenario, donde vivió Sabag antes de intentar asesinar a Cristina.

“Les abrí la puerta del departamento a los policías. Su casa estaba todo desordenado, revuelta, bastante sucia, me sorprendió. Después encontraron las balas (en el allanamientos, la PFA secuestró 100 municiones). Estaban en un armario dentro de dos cajas”, contó Paroldi en la puerta de su domicilio, con la mirada todavía temerosa y un rosario de madera colgando de su cuello.

Allanamientos en la casa de Sabag
Allanamientos en la casa de Sabag

No había más armas, ni material político —siguió en su relato—. De hecho, yo nunca hablé de política con él. Tampoco tenía mucha relación, parecía normal. La última vez que lo vi, fue el domingo que salió a vender algodones de azúcar a la plaza de acá a dos cuadras junto a la que pensamos que era su novia”.

Mientras Paroldi hablaba frente a los medios, un grupo de vecinos del lugar lo miraba con atención. Estaban igual de sorprendidos. Sucede que el hombre que vivía allí, a pocos metros de sus casas, ahora estaba detenido como el responsable de intentar asesinar a la ex Presidenta Cristina Kirchner.

Sin embargo, según contaron a Infobae varios vecinos del barrio, Sabag no era conocido en la zona. Más bien lo describen como “un fantasma”.

La única vez que lo vi fue algunos meses atrás. Había estacionado su Peugeot 307 en la salida de mi casa. Yo lo vi desde la ventana y salí para decirle que lo corriera. Porque mi abuelo es discapacitado y si le llega a pasar algo, la ambulancia no iba a poder llevarlo. Para eso está la rampa”, contó Marcos, vecino de la misma cuadra de Sapag.

Sergio Paroldi esta tarde en la puerta de su casa
Sergio Paroldi esta tarde en la puerta de su casa

Y continuó con el relato de aquel encuentro: “Bueno, entonces, cuando salí le dije que corriera el auto. Le avisé que somos 10 hermanos y que si justo llegaba a pasar algo, digamos, que iba a tener más problemas. Me respondió lo más bien, respetuoso. Super educado, me dijo que sí, que ya lo iba a correr y que era por 10 minutos. Después me contó que era nuevo en el barrio y que le había alquilado el departamento a Sergio. Y ahí fue. Nunca más lo vi”.

Otra vecina que escuchaba el relato de Marcos agregó que ella lo vio en febrero —creía—, porque hacía mucho calor. “Estaba en la puerta de la casa de Sergio. Tenía una guitarra y bolsos con ropa, eran bártulos y se ve que estaba mudándose. Me acerqué y le ofrecí una bebida fría porque hacía mucho calor y estaba esperando ahí hacía mucho tiempo. Me respondió que no hacía falta y me agradeció. Después, igual, no lo vi más”, relató la mujer que prefirió no dar su nombre.

De vuelta en la puerta de su casa, Sergio Paroldi explicó que Sabag llegó a su domicilio porque un matrimonio que antes alquilaba el lugar lo había recomendado como nuevo inquilino. Sobre la pareja que había llevado hasta allí a Sabag, dijo que ahora vivían en Chile desde hace tres meses y todavía no les había contado nada, ya que habían cambiado sus celulares.

Fernando Sabag Montiel
Fernando Sabag Montiel

“Para entrar al departamento, me dio un recibo de sueldo de una empresa de Capital Federal. Era propietario de una casa allá también y además me dijo que tenía tres autos: los alquilaba a conductores para una aplicación. Nunca tuve mucho intercambio más allá de cuando me venía a pagar el alquiler, que eran 15 mil pesos. Estoy muy shockeado por todo lo que ocurrió y triste”, describió Paroldi.

De igual modo se encontraban los vecinos de enfrente a donde residía “Tedi”. Si bien no lo conocían —siquiera algunos lo habían visto alguna vez—, expresaron su conmoción cuando de repente esta madrugada una hilera de autos de la Policía Federal llegó a la cuadra. En ese momento, supieron que algo había pasado.

Me despertaron las sirenas. Ayer me había ido a dormir temprano y no había visto nada. Cuando las vi, pensé que era algo, como a veces pasa acá en el barrio, algún robo o algo así. Pero miré por la ventana y me di cuenta que esto era otra cosa. A la mañana puse la tele y ahí vi que las cámaras apuntaban a la casa de Sergio, salí y me encontré con toda esta situación. Una locura total”, contó una vecina de la zona a Infobae.

La casa de Sabag
La casa de Sabag

La calle Uriburu al 700 en Villa Centenario, es una cuadra de casas bajas y la mayoría de los vecinos viven ahí hace muchos años. Por lo que todos se conocen. El vecino más reciente había sido “Tedi”, por eso, según cuentan, no lo vieron mucho y tampoco interactuaron con él.

Lo último que contó Paroldi fue que hace unos quince días comenzó a verlo junto a una chica de pelo corto. Cree que era su pareja y que con ella, el domingo pasado, la última vez que lo vio, había salido a vender algodón de azúcar a la plaza del barrio. Ahora, esa mujer está en los cálculos de los investigadores como una testigo clave para intentar reconstruir los días previos al escalofriante intento de homicidio que cometió Sabag y conmociona al país.

SEGUIR LEYENDO

Guardar