P., ex estudiante de Ingeniería y su amiga K., de 22 y 23 años, ambas oriundas de Ecuador, vivían en el mismo edificio, a pocas cuadras del hospital Garrahan. Luego, se mudaron juntas a un departamento en la calle Bartolomé Mitre en Monserrat. Allí, según la acusación en su contra, montaron un emprendimiento curioso. “Con Full Magia”, lo llamaron, con el rótulo de “postres felices” y lo anunciaron por Facebook e Instagram, donde realizaban sus ventas.
Sus productos eran bombones con forma de penes y nalgas, decorados con coco o chispitas, con un relleno especial: cogollos de marihuana, casi una obra de ingeniería, dado que es mucho más sencillo venderlo suelto y el guiño de la marca era totalmente obvio. Su distribución era sencilla, se realizaba en bicicletas de repartidores de aplicaciones, con un volante con el logo del emprendimiento incluido. Tenían un marketing más obvio todavía. “Brownies más mágicos que Hogwarts”, solían decir, en referencia a la escuela de Harry Potter.
Luego, una mujer los denunció y la Justicia comenzó a investigar, con una causa de la UFEIDE a cargo de la fiscal Cecilia Amil Martín.
Ayer, la División Investigación Antidrogas Área Norte de la Policía de la Ciudad allanó su departamento. Las detuvieron a ambas. Encontraron sus moldes para postres, además de 30 gramos de cogollos, once tabletas de cartón, casi tres gramos de MDMA, tres pastillas de éxtasis. También, les incautaron 120 pastillas de sildenafil, medicación para disfunción erectil. En su heladera había tres de sus bombones.
Por otra parte, se sospecha que también vendían drogas de forma suelta, sin tener que insertarla en sus chocolates. También, ofrecían brownies. El Instagram que usaban fue borrado.
“Con full magia” no es el único emprendimiento de su tipo que termina bajo arresto en la historia reciente.
A fines de mayo último, una joven pareja fue detenida en un parque ubicado en el centro de Rosario por vender en un puesto ambulante muffins cargados con flores de marihuana. Los acusados son Lucas Andrés P. y su novia Camila A., que se definen como “cannabicultores” en sus redes.
Ofrecían los muffins como “tortitas mágicas”, literalmente con un cartel en una manta de feria, con la silueta de la hoja de porro y un precio de 200 pesos, a la vista de todos. También, adjuntaban el link de Instagram de su emprendimiento en conjunto, Maker 420: fabrican artículos para fumadores como pipas, picadoras y tuqueros mediante impresión 3D. También anunciaban la venta de sus “tortitas mágicas” en la red social. “Nuestros muffins están hechos con el THC justo para un buen viaje. Hacemos pedidos y envíos durante la semana, y findes estamos en Río Mío”, aseguraban.
Así, fueron arrestados en el Parque de las Colectividades, situado en Dorrego y avenida Arturo Illia, una zona muy concurrida de la ciudad, sobre todo en los fines de semana. El procedimiento fue hecho en conjunto entre la Secretaría de Control y Convivencia Municipal y la Delegación de Inteligencia Criminal e Investigaciones de la Prefectura de Zona Bajo Paraná en Rosario.
Mientras los arrestaban, Camila publicó una story en su cuenta donde escrachaba a los policías. “Dos payasos incumpliendo con su deber”, calificó.
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