Uno de los ejes más importantes para los investigadores en la Justicia de San Isidro fue el acceso a los dispositivos electrónicos de Natacha. Según su hermano Ulises, allí guardaba información importante sobre temas delicados. Sin embargo, ya se abrió su celular y no había nada relevante. Sólo falta abrir su iPad, aunque esa tarea está a punto de fracasar. Es que, según un informe que llegó a la fiscalía del caso en las ultimas horas, los peritos ya realizaron 95 mil intentos para intentar dar con la clave de acceso.
Hasta el momento todas fallaron. A los 99 mil la pericia se dará por terminada.
Así, la causa podría ser finalmente archivada, tras un trabajo de investigación exhaustivo.
El salón Xanadú era propiedad del empresario Guillermo Gonzalo Rigoni, que estaba presente esa noche junto a dos de sus amigos, el empresario Gaspar Esteban Fonolla y el electricista Gustavo Andrés “Voltio” Bartolín. También se encontraba en el lugar Raúl de Jesús Velaztiqui Duarte, que tenía algún tipo de amistad con Natacha, y una joven que vivía en la zona llamada Luana.
En los testimonios posteriores, casi todos coincidieron en que se trataba de un encuentro laboral y que habían tomado alcohol hasta las primeras horas del día siguiente. Varios contaron que, además, se consumió cocaína.
Según el expediente, a la 1:49 del 23 de febrero, llegó al 911 un llamado proveniente del complejo de eventos avisando que en el interior había una persona “desvanecida”. Aclararon que se estaba sobre la cama de una de las habitaciones. Cuando los efectivos llegaron al lugar se encontraron con Natacha desnuda y, para ese momento, ya sin vida.
Para investigar la causa, se conformó un equipo integrado por el fiscal adjunto Cosme Iribarren y los doctores Diego Callegari y Sebastián Fitipaldi. Rápidamente, se tomó testimonios de los presentes y el secuestro de las cámaras de seguridad. Ambos puntos fueron cruciales para el desarrollo posterior del expediente.
Las cámaras de seguridad mostraron varias secuencias cómo la llegada de la modelo al lugar, acompañada de Velaztiqui, lo que pasó en el interior y los momentos de desesperación una vez que los presentes encontraron a Natacha muerta.
Esas imágenes sirvieron también para detener a una persona. Raúl Velaztiqui, el amigo de la víctima, mintió en su declaración testimonial de esa noche. El hombre había dicho, bajo juramento, que el celular de Natacha estaba en el auto en el que los dos habían llegado al lugar. Sin embargo, en las imágenes de las cámaras se vio claramente que tomó el teléfono de la mesita de luz de la habitación en la que murió Jaitt y lo escondió en el vehículo luego de la muerte.
La detención duró apenas algunos días. Los investigadores creen que la mentira tuvo que ver simplemente con una torpeza. Por ese hecho, Velaztiqui firmó un juicio abreviado, aunque luego fue absuelto por una instancia superior debido a una nulidad en su testimonio inicial.
El cuerpo de Natacha Jaitt no presentaba golpes ni signos de abuso sexual. Por lo tanto, pasó a ser fundamental el estudio de autopsia completo para conocer las causas de muerte. Una vez que ese informe definitivo estuvo listo, se realizó una junta médica cuyas conclusiones, a las que accedió Infobae, fueron contundentes.
En las fojas 536/540 del expediente “IPP 14-08-00378-19/00″ se puede leer ese documento: “resulta verosímil, concluir que la muerte de Jaitt Natacha fue producto de un síndrome general asfíctico por edema agudo de pulmonar consecuencia de consumo de cocaína reciente”. Además, agregan los médicos: “Natacha Jaitt presentó cocaína y/o metabolitos de la misma en fosas nasales, orina, sangre, contenido gástrico y pool de vísceras, lo que hace que resulte muy poco verosímil que el estupefaciente en cuestión haya sido colocado a la víctima durante un período de inconsciencia estando aún con vida o sin ella, ya que parte de la misma, se encontraba en repliegue de cornetes nasales y coanas nasales, lo que resulta indicativo que fue inhalada o esnifada por la propia víctima”.
El estudio está firmado por el jefe de la Dirección de Medicina Legal de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, el doctor Carlos Mauricio Casinelli, y los jefes de los cuerpos médicos de las jurisdicciones de San Isidro, San Martín, Campana y La Plata.
“El informe es muy categórico, aunque tiene que ser visto en un contexto general de que en la escena no se encontraron signos de criminalidad alguno. Tampoco lesiones en el cuerpo de la víctima”, explica un investigador.
Este informe, dentro del cúmulo de pruebas, es lo que le da la pauta a la Justicia, hasta el momento, de qué en el fallecimiento de Natacha no hubo responsables. Sin embargo, de lo que pasó esa noche se desprendieron otras causas judiciales.
Se generó un expediente paralelo para determinar quién fue la persona que vendió la droga que luego Bartolín llevó a Xanadú y que, presumiblemente, consumió Natacha esa noche. El 5 de abril de ese 2019 se detuvo a Guillermo Francisco Ruiz, alias “Pupi”, de 37 años de edad. Algunos meses después, el detenido firmó un juicio abreviado por 4 años y seis meses y aún permanece detenido por el delito de venta de estupefacientes.
Además, se formó otra causa en donde se investigó si en Xanadú se facilitaba la prostitución. Esa causa fue archivada por inexistencia de delito.
En cuanto a la apertura de los dispositivos electrónicos -un punto que la familia Jaitt solicitó con insistencia- la Justicia logró ingresar a su celular y determinó que allí no había material de interés. De todas maneras, ahora la mira está puesta en el iPad de la modelo.
Cómo la familia no logró aportar la clave de apertura del dispositivo y Apple no brinda esa información por más que lo requiera la Justicia, los fiscales le solicitaron a la Dirección de Criminalística y Estudios Forenses de Gendarmería Nacional que mediante el software llamado “UFED PREMIUM” intente desbloquearlo. Por el momento, parece casi imposible.
En un documento enviado a la fiscalía el 19 de agosto pasado, los especialistas enviaron una actualización del trabajo: “Al día de la fecha, el equipo electrónico tipo IPAD modelo “A1670″, registra un total de VEIUNTIÚN MIL TRESCIENTOS TREINTA Y CUATRO (21.334) horas de procesamiento, contabilizando NOVENTA Y SEIS MIL QUINIENTOS SESENTA Y CINCO (96565) intentos de desbloqueo, sin haberse obtenido resultados positivos”. A los 99 mil intentos, la pericia terminará sea cual sea el resultado.
Más allá de esto, Ulises Jaitt, hermano de Natacha, continua con su convencimiento de se trató de un homicidio: “Mis 3 abogados están convencidos de que la mataron. Recusamos a los fiscales, pero no se hizo lugar. Tenemos 8 escritos sin contestar. Ni siquiera hubo indagatorias. Hay gente que dijo que a Natacha la iban a matar y ni siquiera los llamaron a declarar”, relata tras la consulta de este medio.
De todas maneras, con las pruebas que hay en el expediente, la causa que investiga la muerte de Natacha Jaitt va camino a archivarse por inexistencia de delito. En caso de que la situación se mantenga como hasta ahora, dada la autopsia y el cúmulo de pruebas, la Justicia concluirá que el fallecimiento se produjo por causas naturales.
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