Faltaban minutos para la medianoche del sábado en Mar del Plata cuando una joven de 20 años pidió un remís. El remisero era Carlos Guzmán, de 55 años, quien llegó a la dirección de barrio Bernardino Rivadavia y, mientras esperaba a su pasajera en su Ford Focus negro, fue abordado por dos sospechosos. Solo se escuchó un estruendo en la madrugada de este domingo: fue un balazo calibre .22, según la autopsia, el que ingresó por el pecho del conductor, le lesionó el corazón y lo mató.
Sus asesinos, que habían llegado en moto, huyeron con el coche de la víctima.
Este domingo, personal de Comisaría 4ª hallaron el vehículo robado a la víctima en el interior de un predio ubicado en Magallanes al 10.400, del barrio de Las Américas. Allí, había una construcción precaria lindera a un terreno baldío. En el interior de la propiedad, la Policía detuvo a un sospechoso de 23 años, quien estaba junto a dos adolescentes de 16 años, y al que le encontraron una carabina calibre .22 con culata recortada.
Fuentes de la investigación dijeron que en el baldío, además del Ford Focus de la víctima, se secuestró documentación personal de Guzmán, un arma calibre .22 en estado deteriorado y una vaina servida del mismo calibre.
La causa por el crimen del remisero es investigada por el fiscal Leandro Arévalo, de la Unidad Funcional de Instrucción N°7 de Mar del Plata, quien este domingo se hizo presente en el lugar donde se secuestró el Ford Focus y dispuso la aprehensión del sospechoso, identificado como J.C.C. (23) por el delito de “tenencia ilegal de arma y encubrimiento agravado”. Quedó alojado en la Unidad Penal N°44 de Batán.
Todo había comenzado a la medianoche, cuando el remisero estacionó al frente de una vivienda en Tierra de Fuego al 2.800 para aguardar que subiera la pasajera, quien había pedido un remís minutos antes. Fue en esa circunstancia que Guzmán fue abordado por un sospechoso en moto y otro que se desplazaba a pie.
Por circunstancias que aún se investigan, el conductor del Ford Focus resultó herido de un disparo en el pecho. Murió en el lugar. Según indicaron fuentes del caso en base al informe preliminar de la autopsia, “la causa de muerte fue una hemorragia intratoráxica, provocada por una lesión cardíaca por un proyectil arma de fuego con orificio de entrada en zona parasternal derecha”. Los peritos secuestraron proyectil calibre .22.
Lo cierto es que, tras el ataque al remisero, uno de los sospechosos huyó en la moto y el otro escapó con el Ford Focus color negro de la víctima, indicaron los informantes.
Fue entonces que el fiscal Arévalo dispuso el análisis de las imágenes de las cámaras de seguridad y del servicio de monitoreo municipal en busca de pistas sobre los asesinos y del vehículo. Así fue como esta tarde, personal de Comisaría 4ª, de la DDI y la Policía Científica hallaron el auto robado dentro de un baldío con una construcción precaria, ubicado a unas 30 cuadras del lugar donde ocurrió el crimen.
En el lugar fue detenido J.C.C., a quien le secuestraron un arma. Para los investigadores, podría tratarse del arma homicida, ya que de acuerdo al informe preliminar de la autopsia realizada durante la tarde, tenía el mismo calibre que el proyectil hallado en el cuerpo de la víctima.
A su vez, el fiscal Arévalo dio intervención a operadores del equipo de asistencia al menor en riesgo por las dos adolescentes mujeres de 16 años que se encontraban con el detenido al momento del procedimiento.
Fuentes policiales indicaron que durante el operativo en el lugar, los efectivos fueron “agredidos a piedrazos por vecinos”, por lo que debió intervenir Infantería.
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