Un efectivo de la policía bonaerense fue condenado hoy a 21 años y 8 meses de prisión luego de que un jurado popular lo declaró culpable por matar en exceso del cumplimiento de sus funciones al joven Lucas Verón y por intentar asesinar a un amigo de la víctima, que sobrevivió, en julio de 2020 en la localidad de González Catán.
Además, el juez Gerardo Gayol del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de La Matanza le dio 4 años de cárcel a la otra policía que llegó al juicio por jurados solo por el homicidio de Verón en exceso del cumplimiento del deber.
Los efectivos condenados son Ezequiel Benítez (35) y Cintia Duarte (28), quienes además son pareja. De esta manera, Gayol condenó a 21 años y 8 meses de prisión a Benítez por ser coautor de un homicidio en exceso del cumpliento del deber y coautor de una tentativa de homicidio calificada de Gonzalo Aguirre, todo ello en “concurso real”. Mientras que a Duarte le aplicó la pena de 4 años de cárcel como coautora de un homicidio en exceso del cumplimiento del deber, tal lo había decidido el jurado popular la semana pasada.
Gayol explicó que en el fallo no advirtió ninguno de los atenuantes que habían pedido las defensas oficiales, tales como la ausencia de antecedentes penales, la edad de Duarte o los hijos que tienen en común ambos acusados, a quienes criticó su “desprecio en el actuar”.
El hecho ocurrió alrededor de la 1:30 del sábado 10 de julio de 2020 —en pleno aislamiento por la pandemia del coronavirus— en el barrio Villa Scasso, en González Catán. Los investigadores detallaron que Verón volvía con su amigo de 17 años, apodado “Moneda”, en una moto y comenzaron a ser perseguidos por un móvil del Comando de Prevención Comunitaria (CPC), ocupado por la pareja de policías.
Durante el juicio, el joven que sobrevivió aseguró que los oficiales no les dieron la voz de alto, que aceleraron la moto porque los quisieron chocar con el patrullero y se asustaron y que les efectuaron cuatro disparos. De acuerdo con la agencia estatal, recién pasadas las 18, el amigo de Lucas, Aguirre, se sentó ante el jurado popular y unas mil personas, entre familiares y alumnos de la universidad que desbordaban la sala, y relató que esa noche concurrió a la casa de Lucas para festejar su cumpleaños.
“A la noche jodimos entre amigos, salimos a tomar aire al patio y vemos que pasa un patrullero y nos miran, no le dimos bola y entramos”, recordó Aguirre, quien luego añadió que decidieron ir con la moto junto a Lucas a comprar gaseosas y alguna bebida energizante. El joven sostuvo que “como no había nada abierto” por el aislamiento por el coronavirus, regresaron a la casa de Lucas, pero en ese momento se encontraron “con un patrullero con las sirenas y luces apagadas” que los “quiso chocar”.
“No nos dieron una orden de alto, nos asustamos y acelero, era la primera vez que nos pasó algo así. Nos subimos a la vereda y el patrullero nos persiguió tirando cuatro tiros”, dijo.
Según le explicó al jurado, primero hubo dos disparos y luego otros dos cuando cayeron de la moto. “Lucas corría adelante y yo atrás, él trastabilla y cae, lo paso y vuelvo porque no venía más”, dijo el joven, quien contó que fueron al hospital y después ya lo vio a Lucas “en la camilla ya sin vida”. El testimonio de Aguirre culminó con aplausos por parte del público, aunque el juez técnico exigió silencio.
Benítez, que es pareja de Duarte y tiene tres en común con ella, admitió que participó de la persecución en un móvil “con las balizas apagadas” y que efectuó dos disparos porque pensó que los jóvenes estaban armados, aunque dijo que tras el hecho se retiró del lugar sin asistirlos porque creyó que no había herido a nadie.
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