Los agentes de la Aduana ya habían decidido que el equipaje de R.E.U. iba a ser escaneado cuando saliera del avión que lo trajo desde Barcelona a la Argentina. Es que habían evaluado varios datos que lo transformaban en sospechoso: la forma en que había pagado el pasaje, cuándo había obtenido su pasaporte y el lugar desde el que había volado.
Fue por eso que la Aduana dispuso que cuando R.E.U. caminara por la manga para llegar desde el avión hasta el aeropuerto de Ezeiza propiamente dicho, alguien lo vigilara. Y fue allí que notaron que el hombre llevaba una remera de El profesor de la serie española La Casa de Papel. No fue un detalle determinante para la revisión de su equipaje, pero la remera con media careta de Dalí y la mitad de la cara de Sergio Marquina (tal el nombre de El profesor) llamó más la atención de los agentes de la Unidad de Apoyo Operativo Metropolitano de la División Investigaciones Narcotráfico Metropolitana del Departamento narcotráfico y Delitos Conexos de la Dirección General de Aduanas.
R.E.U. vestía pantalón negro, saco gris y la remera de El profesor de la Casa de Papel. Le pidieron que pasara su equipaje por un scanner. Tenía una valija roja tipo carry-on y un bolso de mano color negro. Fue en la valija roja que detectaron la existencia de tres botellas grandes. Preguntaron qué era y el hombre dijo que era “vino español”. Allí también había algunas remeras, un par de jeans, shorts y unas zapatillas. También tenía un celular y billetes de dólares y euros.
Las botellas -que estaban envueltas en bolsas para regalo- tenían etiquetas que correspondían a vinos españoles. La primera que manipularon los aduaneros mostraba en su etiqueta que era un Baigorri Crianza 2017 (un tinto español de la zona bodeguera de La Rioja). Pero los agentes miraron con detenimiento la cápsula de metal que cubre el corcho y notaron algo extraño. Cuando quitaron la cobertura, también les llamó la atención cómo estaba puesto el corcho y el peso de la botella. Cuando retiraron el corcho adentro, no había vino sino que apareció un líquido color marrón. Los agentes sometieron el líquido a un estudio rápido y dio positivo de la droga sintética conocida como MDMA: los agentes aduaneros describieron lo hallado -según fuentes judiciales- como “metanfetaminas, éxtasis”.
La segunda botella tenía la etiqueta de un Mont Rubí Black Garnatxa (un tinto de la zona de Penedés, Cataluña). Cuando lo abrieron tampoco había vino sino que había el mismo líquido. La tercera botella tenía la etiqueta de Letargo Crianza 2018 (otro tinto riojano), pero en su interior no había vino: contenía la misma sustancia que luego de la prueba con reactivos dio positivo de MDMA. Los agentes de la Aduana, que conduce Guillermo Michel, pesaron las tres botellas de vidrio y su contenido: en total sumaron 7.810 gramos.
En el caso interviene el juzgado en lo Penal Ecónomico 6 a cargo de Marcelo Aguinsky, quien ordenó que la Aduana incomunicara y detuviera a R.E.U., un hombre de 35 años que vive en Hudson, en el sur del conurbano bonaerense. Según publicó en su web la Superintendencia de la Región Amba Sur I de la Policía Bonaerense, R.E.U. había sido detenido en junio de 2021. Se lo encontró en un auto con la patente cambiada. Además, llevaba dentro del auto cuatro ruedas de otros coches, varios celulares y documentación de la verdadera dueña del Gol gris. El auto que manejaba R.E.U. era robado. Su caso quedó a cargo de la UFI 3 de Berazategui.
Según explicaron fuentes judiciales a Infobae, los agentes de Aduana consideran que en ciertos vuelos provenientes de algunas ciudades específicas europeas se puede llegar a intentar ingresar drogas sintéticas. En cambio, en los vuelos que salen hacia ciertas ciudades europeas desde Ezeiza, se puede intentar llevar cocaína hacia el exterior. El sábado 20 de agosto pasado ocurrieron las dos cosas: por la mañana, en el vuelo 2601 de Iberia que legó desde Barcelona, R.E.U. fue detenido porque ingresó con las tres botellas que, según lo que determinó la Aduana, tenían metanfetamina líquida. Un poco más tarde, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) detuvo a un ciudadano boliviano de 18 años que iba a abordar el mismo avión de Iberia (vuelo 2602) que regresaba a Barcelona. Le encontraron dentro de las valijas varios kilos de cocaína. Es decir que la hipótesis que manejan las autoridades sobre el ingreso de metanfetamina y la salida de cocaína quedó corroborada en la misma mañana del sábado pasado en el aeropuerto de Ezeiza.
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