Martín Tomás Kunz, el presunto autor del feroz ataque a sus ex compañeros cadetes del Liceo Militar General Belgrano, ocurrido el viernes pasado en la ruta provincial 1 en Santa Fe, que terminó con el conductor que trasladaba a los jóvenes muerto a puñaladas, enfrentará mañana su audiencia de medidas cautelares. Además del chofer, otros cuatro alumnos fueron atacados.
La audiencia es un paso básico: allí se definirá o no si queda preso y su situación procesal. El misterio por el motivo del ataque, investigado por la fiscal Ana Laura Gioria, sobrevuela el expediente. Fuentes cercanas al expediente aseguraron a Infobae que Gioria cuenta con datos al respecto, y que serán una carta a jugar ante el tribunal.
Kunz, de 19 años, enfrentó su audiencia imputativa ayer domingo, el primer paso en el sistema penal santafesino. Gioria afirmó que no tiene ningún diagnóstico psiquiátrico y que todas las víctimas lo conocían por haber sido cadete.
A Kunz le atribuyeron el homicidio criminis causa del chofer Rubén Isidro Walesberg, de 71 años, y cuatro homicidios en grado de tentativa, todos a punta de su cuchillo. En ese marco, también le agregó el delito de privación ilegítima de la libertad, por el tiempo que mantuvo retenidas a las víctimas en la camioneta Renault Traffic.
El homicidio del chofer fue calificado de esa manera, según la explicación de Gioria, porque fue realizado para consumar los delitos posteriores, las puñaladas a los cadetes, que a su vez fue seguido por el secuestro de todas las víctimas “con el objetivo de lograr impunidad”.
De acuerdo a la mecánica relatada por la fiscal, Martín Tomás Kunz conocía que todos los viernes el utilitario frenaba en la panadería La Perla de la localidad de Colastiné al mediodía para comprar comida. “Una vez que las diez personas habían subido al vehículo, el imputado ascendió por la puerta del acompañante y atacó intempestivamente al conductor, a quien le provocó múltiples heridas punzocortantes en el cuello y en la cara, a raíz de las cuales murió en el lugar’', señaló.
“Luego de que Walesberg cayó desvanecido en el piso y de que dos de los pasajeros pudieron bajar, el imputado privó de la libertad a los otros siete ocupantes del vehículo. Además, de forma violenta y bajo amenazas, obligó a uno de ellos a manejar durante aproximadamente cinco kilómetros hasta que fue interceptado por móviles policiales”, concluyó.
La fiscal a cargo de la causa enfatizó que “de acuerdo a las evidencias recolectadas hasta el momento, no hay indicios de que (Kunz) padezca alteraciones mentales. Tampoco tiene antecedentes de ese tipo”.
Consultada sobre si el móvil del ataque sería “por odio”, la funcionaria del Ministerio Público de la Acusación respondió que “no sería” ese el motivo, y pidió preservar esa información hasta la audiencia de este martes donde ventilará esos datos y pedirá la prisión preventiva efectiva para Kunz.
“El acusado en la audiencia contestó pocas preguntas de la jueza Rosana Carrara y se lo notó tranquilo. Se le allanó la casa con la intención de incorporar información a la causa”, finalizó.
Dos de los cadetes heridos en el ataque ya recibieron el alta en el hospital José María Cullen. Se trata de un joven de 17 años que sufrió diez heridas de arma blanca, y una chica de la misma edad que tenía una puñalada en el cuello. También fueron dados de alta los adolescentes heridos que fueron atendidos en el hospital de Niños Orlando Alassia, ya que tenían lesiones consideradas menores.
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