La habitual tranquilidad que se respira en Colastiné Norte, un barrio costero de la ciudad de Santa Fe, se vio interrumpida ayer al mediodía por el brutal ataque a cuchillazos que ejecutó Martín Kunz, un joven de 19 años, contra sus ex compañeros del Liceo Militar General Belgrano. El atacante, quien se encuentra detenido a la espera de ser indagado por la fiscal a cargo del caso, se subió a una combi donde era trasladada la delegación, mató a puñaladas al chofer e hirió a tres cadetes, en tanto que los restantes pasajeros lograron salir con vida. Lorenzo, uno de los sobrevivientes, habló con su tía Silvina en el hospital de niños Orlando Alassia, donde permanece internado, y contó el calvario que vivió durante unos pocos minutos pero que parecieron horas.
“Lorenzo iba durmiendo en la parte de atrás, en el fondo, y se despertó por los gritos. Alcanzó a defenderse con las manos y los brazos”, contó Silvina, en diálogo con Aire de Santa Fe, sobre las maniobras que su sobrino de 14 años implementó para no sufrir mayores heridas en el salvaje ataque sobre la ruta provincial N°1.
Durante su relato, la mujer contó que Lorenzo asiste al 2° año del Liceo Militar, donde vive de lunes a viernes. Ayer era el turno de regresar a su casa, al igual que el resto de sus compañeros, pero Kunz tenía otros planes para la parada técnica habitual que realiza el contingente. “Paran en esa panadería todos los viernes para comprar algunas cosas para comer y siguen viaje”, explicó.
Afortunadamente, Lorenzo llegó a descender de la combi justo antes de que el atacante subiera a la misma para ejecutar su plan escalofriante. “(El atacante) no iba con ellos. Se subió por el pasillo del medio de la camioneta y empezó a revolear puñaladas para todos lados”, confirmó Silvina al citado medio santafesino. Ya sin el chofer de turno al volante, Kunz obligó a uno de los cadetes a que manejara, pero unos 5 kilómetros más adelante fue interceptado por efectivos policiales.
Gracias a su rápida y efectiva reacción, Lorenzo sólo sufrió heridas leves. No obstante, deberá someterse a una cirugía por precaución. “Ahora está en el quirófano porque uno de los cortes es profundo y para una mejor sutura lo van a operar”, precisó su tía.
A pesar del alivio por la buena suerte con la que corrió su sobrino, Silvina lamentó la demora de la ambulancia en llegar al lugar del ataque. “A lo mejor, si llegaba a tiempo, el chofer tenía alguna chance de salvarse”, señaló.
Luego de efectuar su detención, la Policía de Santa Fe confirmó que el ataque fue perpetrado por Martín Kunz, quien fuera alumno de la institución educativa del Ejército hasta el año pasado, cuando lo expulsaron por bajo rendimiento académico, según confirmó el coronel Cornejo Diez a Aire de Santa Fe.
Fuentes consultadas por el mismo medio afirmaron que la traffic abordada por Kunz está a cargo de los traslados de cadetes del Liceo Militar General Belgrano desde Santa Fe a la ciudad de San Javier, ubicada 150 kilómetros al norte de la capital provincial.
En el estacionamiento en el que se concretó el ataque, los testigos relataron que el hombre fallecido, identificado como Rubén Walesbert, de 71 años, era cliente habitual del local y que fue atacado minutos después de las 13, cuando regresaba al vehículo tras realizar una compra en la panadería.
Como consecuencia del ataque, dos cadetes de 16 y 17 años fueron trasladados al hospital Cullen con heridas de arma blanca en el rostro y en el cuello, pero se encuentran estables. En tanto, otros tres adolescentes fueron derivados al hospital de Niños, también con heridas cortantes pero de menor gravedad. “Los jóvenes heridos se encuentran acompañados y asistidos por las autoridades del Liceo Militar, organismo que permanece atento a la investigación policial iniciada”, informó el Ejército Argentino en un comunicado, mediante el cual tambien se solidarizó “con los allegados del chofer fallecido”.
La investigación quedó a cargo de la fiscal de homicidios Ana Laura Giorgia, quien imputó Kunz por los delitos de homicidio doloso calificado y lesiones dolosas calificadas. Por estas horas, la autoridad analiza los hechos para determinar el móvil del feroz ataque. Según las primeras informaciones, se sospecha que uno de los motivos por el cual Kunz cometió el crimen sería porque había sido expulsado de la institución. Sin embargo, por ahora, son solo hipótesis.
La fiscal, ahora, deberá tomar distintas declaraciones para reconstruir el derrotero que siguió Kunz hasta llegar a cometer el temible homicidio a sangre fría. Por el momento, el imputado de 19 años continúa encerrado en un calabozo a la espera de ser llamado a declarar por la funcionaria judicial.
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