El lunes 28 de octubre de 2002, el crimen de María Marta García Belsunce, cometido un día antes, fue motivo de charlas en la confitería de una estación de servicio cercana al country Carmel desde horas de la mañana. Entre las 6 y 7 de la mañana de ese día llegó el primer cliente. Según el encargado y el mozo del lugar, era Nicolás Pachelo.
Hoy, casi 20 años después, ambos empleados declararon en el juicio y aseguraron ante el Tribunal Nº 4 de San Isidro que el principal acusado, aquella vez, ingresó y preguntó: “¿Se sabe quién la mató?”.
En aquel entonces todavía no se conocía ni se sospechaba de un homicidio. El comentario general en la zona apuntaba a una muerte accidental en una bañera. Recién el 2 de diciembre de ese 2002 se supo que María Marta había sido asesinada a tiros. Tras ello, esa pregunta que habría hecho Pachelo volvió a la memoria de los dos empleados, Walter Eduardo Mantovani y Miguel Ángel Monzón, quienes este viernes se presentaron en los tribunales de San Isidro para ratificar aquella charla.
Primero fue el turno de Mantovani, que trabajó en la confitería entre 1998 y 2003. Contó que tanto Pachelo como María Marta eran clientes habituales del lugar. Incluso dijo que la socióloga “una vez por semana almorzaba en el restaurante”.
El encargado precisó que el imputado tomó una lágrima en jarrito. “En un momento se acercó a la barra donde estaba yo para pedir medialunas. Y en ese momento preguntó: ‘Che, ¿saben algo de la mujer que mataron en el country?’”. Ni Mantovani ni Monzón le preguntaron nada al respecto. Después, de acuerdo al testimonio, el acusado “agarró un diario y se sentó”.
Una vez que se conoció cómo realmente murió García Belsunce, “con Miguel nos acordamos de esa frase y nos preguntamos por qué si había sido un accidente, él habló de un asesinato”, continuó el testigo. También relató un episodio particular: “Después de ese día, no recuerdo cuándo, Pachelo vino a la estación de servicio a buscar a Miguel Monzón. Yo me quedé paralizado porque lo que contamos había trascendido y dentro del restaurante había medios”.
Mantovani afirmó que el ex vecino de Carmel “entró en una forma violenta”. Sin encontrar la palabra exacta para describirlo, dijo que lo vio “enceguecido, desesperado, sacado”, y eso lo atemorizó. “No tenía buenas referencias de él por dichos y comentarios”, dijo para justificar su temor de aquel momento.
“Pachelo me preguntó por Monzón, que no estaba. Como había medios, le sugerí que no se expusiera”, recordó a continuación.
No es la primera vez que el entonces encargado habla ante la Justicia. En rigor, Mantovani ratificó lo que había declarado en 2007 en el juicio que tuvo al viudo Carlos Carrascosa como acusado. A diferencia de aquella ocasión, dijo que la exposición de hoy lo puso nervioso.
“Porque la vez pasada mi declaración no afectaba al acusado -explicó- Mi verdad ahora puede llegar a modificar algo”.
A continuación, Monzón declaró en la misma línea. Dijo que Pachelo iba a la confitería “de vez en cuando”, aunque no a la mañana.
“Pachelo entró y nos preguntó si escuchamos algo de una mujer que habían matado en un country. Respondimos que no. Se quedó, pidió un café, leyó los diarios”, relató el mozo y contó que se enteraron de la muerte de María Marta recién alrededor de dos horas después, a través de una clienta. Ambos testigos, según indicaron, no relacionaron esa notica con los dichos del imputado.
En sus sucesivas declaraciones testimoniales, el principal acusado no sólo negó haber hecho esa pregunta que relatan Monzón y Mantovani, sino que siempre sostuvo que él nunca fue a la estación de servicio, porque a esa hora estaba durmiendo.
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