Un jurado popular declaró culpables de homicidio en exceso del cumplimiento del deber a los dos policías de la Bonaerense que mataron en medio de una persecución a Lucas Nahuel Verón, un joven de la localidad bonaerense de González Catán, mientras festejaba su cumpleaños número 18. En la misma secuencia, ocurrida en julio de 2020, los efectivos además hirieron a M., amigo de la víctima y uno de los testigos clave durante el juicio. Lucas recibió un disparo en el pecho que le costó la vida.
Los efectivos condenados son Ezequiel Benítez (35) y Cintia Duarte (28), quienes podrían recibir una pena de un máximo de cinco de prisión. Se trata de un monto mucho menor que el solicitado por el fiscal del juicio Sergio Antín y las familias de los chicos atacados, que habían reclamado prisión perpetua al considerar a ambos autores del homicidio agravado de Lucas y la tentativa en el caso de su amigo.
Los integrantes del jurado emitieron veredicto de culpabilidad esta mañana ante el juez técnico del Tribunal Oral en lo Criminal N° 4 del Departamento Judicial de La Matanza, Gerardo Gayol, quien guió el debate que se realizó en el Patio de las Américas de la Universidad Nacional de La Matanza. El juicio se inició ayer y continuó durante toda la noche y madrugada. Según dijeron fuentes judiciales a la agencia Télam, el viernes próximo se realizará la audiencia de cesura para evaluar la pena a imponerle a los policías.
El hecho ocurrió alrededor de la 1:30 del sábado 10 de julio de 2020 -en pleno aislamiento por la pandemia del coronavirus- en el barrio Villa Scasso, en González Catán. Los investigadores detallaron que Verón volvía con su amigo de 17 años, apodado “Moneda”, en una moto y comenzaron a ser perseguidos por un móvil del Comando de Prevención Comunitaria (CPC), ocupado por la pareja de policías.
El examen balístico se realizó por aquel entonces en el Instituto de Ciencias Forenses de Lomas de Zamora. Se analizaron las vainas halladas en el lugar del hecho y luego del cotejo con las armas reglamentarias de los policías, se determinó que el arma de donde salió la bala que perforó el pecho del joven de 18 años fue la de Benítez.
En medio de la persecución, el patrullero impactó por detrás al vehículo en el que iban Verón y “Moneda”, quienes automáticamente cayeron al piso. Según el relato del sobreviviente, los empezaron a seguir de la nada. Quisieron escapar porque se asustaron. Allí los chocaron, perdieron el control de la moto y cayeron.
La víctima recibió un tiro con orificio de entrada en el tórax y de salida en la espalda que lesionó sus pulmones y el corazón, causándole la muerte. Así lo reveló el resultado la autopsia practicada al cuerpo de la víctima. No se pudo obtener un proyectil o plomo del cadáver para un futuro cotejo balístico ya que el tiro atravesó al chico de adelante hacia atrás.
En rigor, el jurado los halló culpables de homicidio en exceso del cumplimiento del deber de Verón y del homicidio agravado en grado de tentativa del amigo.
Ayer, durante el debate, el joven que sobrevivió aseguró que los oficiales no les dieron la voz de alto, que aceleraron la moto porque los quisieron chocar con el patrullero y se asustaron y que les efectuaron cuatro disparos. De acuerdo con la agencia estatal, recién pasadas las 18, el amigo de Lucas, Aguirre, se sentó ante el jurado popular y unas mil personas, entre familiares y alumnos de la universidad que desbordaban la sala, y relató que esa noche concurrió a la casa de Lucas para festejar su cumpleaños.
”A la noche jodimos entre amigos, salimos a tomar aire al patio y vemos que pasa un patrullero y nos miran, no le dimos bola y entramos”, recordó Aguirre, quien luego añadió que decidieron ir con la moto junto a Lucas a comprar gaseosas y alguna bebida energizante. El joven sostuvo que “como no había nada abierto” por el aislamiento por el coronavirus, regresaron a la casa de Lucas, pero en ese momento se encontraron “con un patrullero con las sirenas y luces apagadas” que los “quiso chocar”.
”No nos dieron una orden de alto, nos asustamos y acelero, era la primera vez que nos pasó algo así. Nos subimos a la vereda y el patrullero nos persiguió tirando cuatro tiros”, dijo.
Según le explicó al jurado, primero hubo dos disparos y luego otros dos cuando cayeron de la moto. ”Lucas corría adelante y yo atrás, él trastabilla y cae, lo paso y vuelvo porque no venía más”, dijo el joven, quien contó que fueron al hospital y después ya lo vio a Lucas “en la camilla ya sin vida”. El testimonio de Aguirre culminó con aplausos por parte del público, aunque el juez técnico exigió silencio.
Benítez, que es pareja de Duarte y tiene tres en común con ella, admitió que participó de la persecución en un móvil “con las balizas apagadas” y que efectuó dos disparos porque pensó que los jóvenes estaban armados, aunque dijo que tras el hecho se retiró del lugar sin asistirlos porque creyó que no había herido a nadie.
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