Patricio Ferrari, uno de los tres fiscales a cargo de la acusación contra Nicolás Pachelo por el crimen de María Marta García Belsunce, presentó este miércoles una fuerte queja en el comienzo de la audiencia número 15 del juicio para esclarecer el caso, que se desarrolla en los tribunales de San Isidro, porque el imputado se convirtió en un “youtuber e influencer” al crear cuentas de Instagram, Youtube y Twitter para dar su versión de los hechos. Ante esto, tras el cuarto intermedio, los jueces resolvieron sacarle el teléfono.
“Este tribunal, por mayoría, resolvió incautar el celular del imputado. Y vamos a encomendar al Servicio Penitenciario Bonaerense que retire el celular y proceda a controlar las normas vigentes”, explicó el presidente del TOC N°4 de San Isidro, Federico Ecke. Ferrari pidió que se haga mientras Pachelo está en la audiencia para que “no sea manipulado”.
Tal como informó Infobae, Pachelo generó su cuenta pública de Instagram -ya tiene una privada- desde la cárcel de La Plata donde se encuentra alojado desde febrero pasado. Su primer posteo fue una foto suya con dos palabras en mayúsculas, que decía: “SOY INOCENTE”. En sus historias luego avisó: “Voy a compartir cronológicamente -mi verdad-. La otra versión que nadie escuchó hasta ahora”. Luego, subió en su cuenta de Youtube un video de 9:27 minutos de duración con el título “Mi cronología de los hechos” para detallar el derrotero de la primera investigación del crimen de María Marta.
El imputado alegaría luego que no fue él quien creó las cuentas si no su familia.
“Vemos con preocupación el manejo y desmanejo de Pachelo, que no es otra cosa que la necesidad de control, dominio y triunfo, como lo manifestó la doctora (María Elena) Chicatto, de un psicópata”, disparó Ferrari este miércoles antes de que ingresara el primer testigo de la jornada.
El enojo de Ferrari, que también comparten sus colegas Andrés Quintana y Federico González radica en que el imputado no puede hacer uso de redes sociales desde la cárcel -algo dispuesto por el reglamento del Servicio Penitenciario Bonaerense, que solo permite el uso de WhatsApp a detenidos- y porque, además, en sus posteos y en las notas que dio a la prensa “existe un condicionamiento sistemático de Pachelo para las personas que pueden deponer en la audiencia”.
“La sorpresa fue que se convirtió en youtuber, influencer... Empezó a brindar versiones sobre los hechos. Desde la presidencia del tribunal se le advirtió que lo que tenga que decir lo diga acá”, le recriminó Ferrari al acusado.
La queja del Ministerio Público Fiscal es porque en sus posteos “introduce una hipótesis cancelada”, porque consideraron que “empezó a actuar en forma de troll” al contestar los comentarios y sostuvieron que “no tiene otra cosa que condicionar a los testigos”. Y agregaron: “Los testigos tienen miedo y no hace otra cosa que condicionarlos”.
Ferrari introdujo que, según las normas del Servicio Penitenciario Bonaerense, el uso de celulares para las personas privadas de su libertad es para llamados y WhatsApp: “El artículo N°7 sobre acceso a internet dice que se encuentra prohibido el uso de redes de sociales, con excepción de WhatsApp”.
También detallaron que, según lo dispuesto por el Ministerio de Justicia, las conferencias de prensa, como la que dio Pachelo la semana pasada, “deben contar con autorización expresa del Servicio Penitenciario y de los jueces”.
Y siguió Ferrari: “No queremos privar la libertad de expresión del imputado, lo puede hacer con sus abogados, pero de ninguna manera con un juicio en curso donde busca intimidar testigos y confundir a la sociedad”.
La abogada del imputado, Raquel Pérez Iglesias, dijo que es “la voz de alguien que quiere explicar inocencia”. Y agregó que su defendido, en el ejercicio de la libertad de expresión, bien podría pasarles a ellos por WhatsApp los contenidos para que lo suban en redes sociales.
Luego, aclararían los defensores de Pachelo, a pedido del acusado, que “las cuentas en las redes sociales fueron abiertas por sus familiares”.
Antes de deliberar sobre el tema, el presidente del Tribunal Oral Criminal N°4 de San Isidro, Federico Ecke, dijo: “La única manera que tiene Pachelo de hablar es a través de una declaración, en los términos que impone el tribunal, sentado ahí”.
Tras el cuarto intermedio, Pachelo decidió hablar sobre el tema y responderle al fiscal Ferrari sobre sus cuentas en redes sociales. “No se formó desde la cárcel no lo formé yo, lo hizo mi familia, que tiene mi permiso. No se creó desde la cárcel ni fui yo porque sé que está prohibido”, dijo el imputado.
Y agregó: “No se hizo con el fin de amedrentar testigos, sino para contar que soy inocente, por consejo de mi abogada... No hablé sobre el juicio, como lo hice en la conferencia de prensa cuando me preguntaron cosas que no se han tratado”. El juez Ecke lo cortó contundente: “La gente lo va a saber cuando usted declare acá, no con los medios”.
Luego, el magistrado le preguntó si tenía el teléfono en la sala. Pachelo lo negó, dijo que lo tenía prohibido. Entonces fue que Ecke informó qué había resuelto el tribunal ante el planteo de los fiscales por el uso del acusado de las redes sociales y que, por mayoría, la decisión era incautárselo.
El juez detalló que iban a encomendar al Servicio Penitenciario Bonaerense para que retire el celular y proceda a controlar las normas vigentes. El fiscal Ferrari pidió entonces que, para que el equipo no sea manipulado y poder corroborar que no fue el acusado quien creó las cuentas, el secuestro del teléfono se haga mientras Pachelo está en la sala y ofreció los servicios de los peritos de la Procuración para analizar quién subió los posteos.
Esa pericia será clave. “El tiempo que demande ese menester va a quedar incomunicado”, advirtió el juez Ecke.
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