Son las 12.47 de este lunes. Minutos atrás se negaba a declarar ante el juez Ariel Lijo Juan Percowicz, el líder de la secta Escuela de Yoga Buenos Aires allanada por vender la “evolución espiritual” y reducir a sus víctimas a la servidumbre mientras recaudaba 500 mil dólares por mes con un archivo de videos de porno sadomasoquista oculto en Villa Crespo. No fue el único que se llamó a silencio en los tribunales de Comodoro Py: todos los detenidos varones en la causa también se rehusaron a responder preguntas. Luego llegó el turno de que las detenidas enfrenten al juez. Hay una entre ellas que se destaca del resto. Es Marcela Alejandra Sorkin, 59 años. Su alias: “La Leona”.
La división Trata de Personas de la PFA, que depende de la Superintendencia de Investigaciones Federales, la encontró en el aeropuerto internacional de Ezeiza horas antes del arresto del octogenario jefe. Las escuchas fueron una de las claves para atraparla. Se descubrió que intentaba viajar a Estados Unidos, donde se encuentra su hermano, también sospechado de ser miembro de la secta. Otros dos sospechosos la acompañaban. Llevaban 6.700 dólares, 300 blíster con pastillas, celulares, computadoras y documentos.
Según la Justicia, Sorkin figura con cierta prominencia en la línea de mando de la Escuela de Yoga. En base a la acusación del Juzgado N°4, con el secretario Martín Canero y la fiscal Alejandra Mángano, “La Leona” y el resto de los comandantes de la secta tenían “a su cargo los distintos ‘emprendimientos’ de esta organización”, como “el ‘coacheo’ -captación de nuevos alumnos-, el ‘geishado’ o ‘palomeo’ -explotación sexual-, la ‘cura de sueño’ -mecanismo de coerción- y el ‘banquito’ y otras inversiones -lavado de dinero-, cuyas gestiones son reportadas cotidianamente al líder”.
“La Leona”, creen investigadores del caso, tendría diversos roles en la organización, históricamente denunciada por Pablo Salum, fundador de la red LibreMentes e impulsor de una ley antisectas. Se sospecha que participaba del “geishado”, literalmente, prostituir a las mujeres víctimas de la secta con hombres ricos. Un pasaje en un escrito de la Justicia federal, con la investigación de la PROTEX, ilustra el fenómeno: “En algunos casos, esta práctica llegó a suponer una situación de esclavitud sexual, puesto que las ‘alumnas’ se encontraban a disposición de empresarios en el momento y lugar que ellos disponían durante largos periodos de tiempo; circunstancia que llegó a implicar traslados al exterior de varias ‘alumnas’ como si fueran un harén”. No es algo nuevo, para nada. Los Niños de Dios, allanados en Argentina a comienzos de los años 90, tenían la misma práctica. “Flirty fish”, la llamaban, el coqueteo del pez.
Curiosamente, Sorkin está registrada como docente en la AFIP. Esto se vincula a la otra acusación en su contra: regentear la bizarra escuela de coaching ontológico y autosuperación BA Group, con base en la calle Bulnes. Allí, por ejemplo, se encontró un lote de viejos VHS de cine porno sadomasoquista, más de una veintena de cintas que datan de comienzos de los años 90, con una serie de enigmáticos casetes.
BA Group era una suerte de puerta de entrada a la Escuela de Yoga. Con una retórica similar a Generación Zoe, ofrecía cursos de “liderazgo” y felicidad personal. Esos cursos también eran usados para maniobras de lavado, dar una apariencia lícita. Un informe policial revela que al menos 1700 personas pasaron por BA Group. La cartera de clientes de la escuela es otro punto oscuro en la historia. Federico Sisro, otro jerarca de la escuela, fue capturado en Ezeiza junto a Sorkin.
La historia de “La Leona” con el jefe Percowicz es larga. Ambos fueron demandados por daños y perjuicios en 2004, en un expediente que terminó archivado en la Justicia civil. Los registros consultados por Infobae muestran a la abogada Susana Barneix como su representante legal en esa vieja demanda.
Barneix hoy es otra de las detenidas, acusada de ser parte del “estudio jurídico contable” de la secta. La imputación en su contra es particularmente siniestra: la Justicia federal sostiene que la letrada y otro cómplice confeccionaban a voluntad los testamentos de las víctimas de la organización con el apoyo de una escribanía.
Barniex tiene como domicilio registrado ante el Colegio porteño de abogados un departamento en la calle Paraguay, la misma dirección que Sorkin registró ante la AFIP.
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