Un agente del Servicio Penitenciario y un preso que regresaba de una salida transitoria fueron atacados a tiros en la tarde de este domingo cerca de la Unidad Penitenciaria N°16, situada en el límite entre Rosario y la localidad de Pérez. Fueron trasladados al Hospital de Emergencia Clemente Álvarez, donde permanecen internados. Después de la balacera se llevó a cabo una persecución que terminó con tres detenidos y el secuestro de una ametralladora y una pistola.
La imagen que ilustra la nota es más que elocuente: así quedó el móvil del Servicio Penitenciario de Santa Fe. Se cuentan, al menos, 15 orificios de bala.
El ataque perpetrado en la tarde de este domingo fue hecho desde un Focus blanco que logró ser detenido en el cruce de Alem y Medrano, en la ciudad de Pérez. En ese momento fueron aprehendidos dos sospechosos por la Policía de Acción Táctica: en el interior del auto se secuestraron vainas servidas –aparentemente, calibre 9 milímetros–, una ametralladora y una pistola.
En tanto, el tercer presunto tirador fue detenido por el Comando Radioeléctrico a una cuadra de donde cayeron sus cómplices.
Según informaron fuentes policiales a Infobae, el recluso que fue herido es Osvaldo Maximiliano “Popito” Zalazar, de 31 años, quien cumple una condena a 12 años de cárcel por el asesinato de Aldo Acosta, un hombre al que mató a tiros en diciembre de 2014.
Zalazar ingresó en la tarde de este domingo al Heca con múltiples heridas de arma de fuego. Se encuentra intubado en la unidad de cuidados intensivos, con pronóstico reservado. En tanto, el agente del Servicio Penitenciario fue auxiliado por un disparo en el abdomen.
En los primeros minutos de la investigación se puso la mira en el interno de la Unidad Penitenciaria N°16. Es porque ”Popito” Zalazar también estuvo involucrado en la causa por el crimen de Claudio Ariel “Pájaro” Cantero, el líder de Los Monos que fue asesinado a finales de mayo de 2013 frente a un boliche de la ciudad de Villa Gobernador Gálvez.
En el juicio por el crimen del “Pájaro” Cantero, Zalazar recibió la pena de 3 años y 3 meses de prisión, pero solo por el delito de portación ilegítima de arma de fuego. En ese mismo debate oral y público, quedó exento del plan criminal que terminó con la vida del líder del clan Cantero.
En marzo de 2017, junto a “Popito”, resultaron absueltos –por el beneficio de la duda– Facundo “Macaco” Muñoz, Milton Damario y Luis “Pollo” Bassi, todos sospechados por la autoría material del crimen del líder de Los Monos.
Casualmente, en la etapa final del juicio por el homicidio del “Pájaro” Cantero, los presuntos involucrados en el asesinato fueron atacados a tiros dentro de un móvil de Servicio Penitenciario –incluido Zalarzar–, tal como ocurrió este domingo en el oeste de Rosario.
Aquella emboscada fue el 21 de marzo de 2017, cuando un grupo comando disparó en la autopista Rosario-Santa Fe a un camión de la fuerza provincial, a la altura de la localidad de Granadero Baigorria. Por ese hecho, “Macaco” Muñoz recibió un tiro en el tórax, y dos agentes del Servicio Penitenciario sufrieron heridas en brazos y cadera.
Todos los imputados en el asesinato del “Pájaro” Cantero –que luego resultaron absueltos en el juicio– posteriormente sufrieron pérdidas familiares en homicidios. En el caso de “Popito”, mataron a su hermano Lucas de tres tiros en la cabeza en Villa Gobernador Gálvez en marzo de 2019.
La familia Bassi es la que más ataques sufrió. Entre diciembre de 2013 y octubre de 2014, Luis, padre del “Pollo”, y Maximiliano y Leonardo, sus hermanos, fueron asesinados de múltiples disparos en la puerta de la remisería Cinco Estrellas de Villa Gobernador Gálvez.
En marzo de 2019, también mataron a Eduardo Cisneros, suegro del “Pollo”, pero en Grandoli y Gutiérrez, en la zona Sur de Rosario.
Miguel Ángel Damario, padre de Milton, también fue víctima de un homicidio. En diciembre de 2014, fue emboscado mientras regresaba en su moto de hacer compras. En Grandoli y Lola Mora le dieron tres disparos que resultaron mortales.
Rubén Muñoz, padre de “Macaco”, fue asesinado a finales de abril de 2015 en Baigorria al 800, en Villa Gobernador Gálvez. Ni bien abrió la puerta de su casa, lo balearon desde un auto negro y murió en el acto.
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