Mientras el Hospital Materno Neonatal de la ciudad de Córdoba está en la mira de la Justicia luego de la misteriosa muerte de al menos cinco bebés recién nacidos sin patologías previas, dos familiares de los menores fallecidos rompieron el silencio. Se trata de Vanesa Cáceres, mamá de un nene que perdió la vida en marzo, y de Romina Ceja, abuela de una niña que falleció en junio.
El relato de ambas es desgarrador y de acuerdo con lo que denuncian, hay varios puntos oscuros que todavía el hospital y la Justicia deberán aclarar. Vanesa, por ejemplo, dijo que los médicos no supieron explicarle por qué murió su hijo y aseguró que sólo le informaron que tenía una arritmia, aunque sin aclararle luego cómo ese cuadro había derivado en el fallecimiento.
“El embarazo fue totalmente normal, controlado totalmente. No era embarazo de riesgo, sí una cesárea programada. Mi bebé nació totalmente normal, sano. Y a la hora y media se descompensó”, dijo la mamá en diálogo con Radio Mitre Córdoba. Sobre aquel 18 de marzo, día de la muerte de su hijo, Cáceres contó que le avisaron que la causa fue por una arritmia y que en ese momento el chico comenzó a sufrir paros cardíacos.
Ante esa situación -sostuvo- los médicos comenzaron suministrarle medicamentos para que reaccione su corazón. “Después empeoran las cosas. Todo eso en el mismo día, a las horas. Al tercer paro cardíaco ya no pudo continuar”, agregó. Su caso fue uno de los primeros en ser constatados por la Justicia.
Por ahora, para Vanesa todo es dudas e incertidumbre. “No sabría decir qué pasó. Me quedé todo este tiempo hasta ahora pensando que había sido algo natural. Y ahora sospecho que no fue nada natural”. Contó además que el bebé llegó a vivir 11 horas y pidió que la Justicia investigue hasta “encontrarle lógica” a lo que pasó.
A su turno, Carlos Nayi, el abogado que la representa, remarcó lo extraño de la serie de muertes en el hospital y las coincidencias en todos los casos. “Madres sanas, nacimientos sin complicaciones y, en algunos casos, manchas, lesiones cutáneas, como el caso de la señora que perdió su bebé el 5 de junio. Y la no existencia de enfermedades preexistentes”, dijo el letrado.
Otro de los testimonios que trascendió en las últimas horas fue el de Romina Ceja, la abuela de una bebé que también murió en el mismo hospital. En una entrevista concedida a Canal 12 de Córdoba, contó que su nieta “había nacido sana y en perfectas condiciones” en la madrugada del 6 de junio, y que varias horas después le notificaron la muerte.
“Mi hija de 17 años había comenzado con trabajo de parto el 5 de junio y en la madrugada del 6 me avisan que mi nieta había nacido en perfectas condiciones con un poco más de tres kilos y que la mamá también se encontraba en buen estado de salud”, aseguró la mujer. En ese sentido, denunció que casi 24 horas después, en la madrugada del 7, le notificaron que la bebé había fallecido el día anterior a las 6:45 por una “descompensación” que le ocasionó dos paros cardiorrespiratorios.
“Tipo 4 de la mañana nos avisan que había nacido una hermosa bebé”, dijo la mujer. Sin embargo, todo dio un giro dramático al día siguiente, cuando se enteraron del deceso de la recién nacida: “No sabían decirnos qué pasó ni explicarnos”, agregó. La beba -remarcó- tenía manchas rojas en su cara y una perforación al lado de la nariz. A su hija, una adolescente de 17 años, le dijeron que era algo normal del trabajo de parto y que iban a desaparecer con el correr de las horas.
La mamá apenas pudo estar unas horas con su bebita, hasta que comenzó a descompensarse. En ese instante los médicos le dijeron nuevamente que la menor iba a mejorar y empezaría a alimentarse. Sin embargo, la abuela dijo que los profesionales retiraron a la nena y dejaron a la madre “encerrada en una sala con las enfermeras”.
“Se la llevaron con la excusa de que la iban a revisar mejor para ver qué tenía la beba, pero no le confirmaron nada hasta que yo llegué. Subí a la sala donde estaba mi hija y nos comentaron que la beba estaba en cuidados intensivos”, añadió la abuela. Romina lamentó que le “hicieron pensar” que la niña estaba viva hasta pasadas las 4 de la madrugada del 7 de junio, cuando finalmente le confirmaron la muerte.
Nayi, también abogado de la joven, expresó su preocupación por el caso. “Es una madre joven y sana, controlada rigurosamente, con un parto sin complicaciones”, detalló. El letrado hizo hincapié en las manchas en el rostro y una perforación junto a la nariz. “Esto no es compatible con el trabajo del parto ni del nacimiento”, agregó.
La investigación
El fiscal de Instrucción Raúl Garzón, a cargo de la investigación, dijo a medios locales que se trabaja sobre “varias hipótesis”, entre ellas la de “mala praxis, homicidio o negligencia”, entre otras líneas como la posibilidad de que las muertes hayan sido causadas por algún “virus hospitalario”. ”Se descartan hipótesis como complicaciones de vacuna, medicación o, estado de los medicamentos porque se administra la misma medicación en todos los hospitales. Esto es algo muy acotado y muy puntual”, sostuvo el fiscal.
Sin embargo, confirmó que a dos de los menores -en los exámenes de autopsia- le encontraron altos niveles de potasio, por lo que se sospecha que se les podría haber inyectado alguna sustancia inapropiada. “Sobre el potasio no voy a dar detalles porque son cuestiones médicas que no me corresponden. Se está investigando esa línea”, se limitó a contestar.
El funcionario judicial dijo que “son cinco los fallecidos donde existe una sospecha fuerte, pero hay más. Según los momentos, varían entre 10 a 12″. Eso dependerá del lapso de tiempo que se investigue.
Informó que durante junio la Justicia allanó el hospital y secuestraron tanto historias clínicas como otros elementos. Además del allanamiento en el hospital e inicio de la investigación, se apartó al personal vinculado, con 23 empleados y a la directora del centro de salud, Liliana Asís.
Por su parte, el ministro de Salud de la Provincia, Diego Cardozo, dijo que las alarmas se encendieron el 18 de marzo y que al 6 de junio, murieron en total 11 bebés. Al respecto, el fiscal dijo que algunos fueron por causas naturales y que el foco se centra por el momento en los cinco cuyas causas no están claras. “Si hay más, se investigará”, dijo Garzón.
Ante esta situación, el ministro Cardozo reveló que iniciaron una investigación interna para determinar cuáles fueron los elementos que podrían haber incidido en el trágico final. Recién el 6 de junio solicitaron la intervención de la Justicia de Córdoba y ordenaron la realización de autopsias de los dos últimos bebés fallecidos. El funcionario no descartó que se trate de un hecho criminal como tampoco de una negligencia, algo que también dijo el fiscal.
Al respecto, Garzón dijo que ya cuenta con los resultados de esas dos autopsias pero dijo que requiere de más precisiones. “Necesita el cotejo con todo el universo de casos y estudios complementarios. Se procura establecer la causa de muerte. “Los cinco bebes fallecidos no está claro por qué fallecieron. Y eso es motivo de investigación”, agregó.
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