Ignacio Gallardo, el ciudadano argentino que fue baleado mientras charlaba con un amigo en Miami Beach en plena vía pública, continúa con su recuperación y su cuadro es cada vez más optimista.
El joven tucumano de 25 años subió a su cuenta de Instagram una historia en la que muestra un video de unos 12 segundos en el que se lo ve dando sus primeros pasos en el hospital Jackson Memorial, de Miami, a poco más de dos semanas de haber sido atacado a tiros.
En el documento audiovisual, el joven empresario camina unos pasos junto a dos enfermeras, mientras recibe el aliento de dos allegados, una mujer le pregunta “¿Te sentís bien?” y un hombre, que es quien filma, expresa con emoción: “Ayyy, Nacho, Dios mío”.
El video fue publicado junto al texto “Si estás atravesando un mal momento, sigue caminando. Malo es el momento, no tú”.
Así, Gallardo continúa su recuperación de las heridas internas sufridas en el ataque a tiros que padeció la madrugada del sábado 23 de julio, cuando charlaba con un amigo en la puerta del departamento que alquilaba en Miami Beach. El hecho ocurrió en la entrada de un conglomerado ubicado en la calle 8th y Michigan Court.
El joven estaba con un amigo cuando, de repente, se les acercó un individuo que les pidió un dólar. Ambos accedieron, pero en una situación que nadie esperaba el desconocido sacó un arma de un bolsillo y empezó a dispararle al joven tucumano.
El ataque fue registrado por una cámara de seguridad de un domicilio de la cuadra. Allí se puede a Gallardo justo después de los disparos, cuando cae sobre su lado derecho en las escalinatas donde estaban sentados y a su amigo cuando se levanta desesperado para intentar pedir ayuda.
Como producto de los impactos de bala recibidos, Gallardo fue trasladado de urgencia al hospital Jackson Memorial, el principal hospital público del condado de Miami Dade, donde se sometió a una cirugía de manera inmediata.
“Lo llevaban al hospital haciéndole reanimación. Se estaba desangrando. Le abrieron el tórax, lo abrieron acá entero para poder cortar esa arteria. Después lo volvieron a operar del abdomen. Cinco cirugías ya van tratando de salvar su vida”, fueron las palabras del padre Fernando Gallardo, a los cuatro días de sucedido el ataque.
Unas horas después, el entorno familiar del joven advirtió que el panorama había cambiado y lo que en un principio representaba la dependencia de un milagro luego se transformó en un escenario más optimista.
“En estos momentos, lo único que puedo llegar a saber es que ya le hicieron las operaciones correspondientes y que hay que ir de a poquito. Va saliendo de a poquito, no es algo que se cure así nomás y hay que esperar”, aseguró su primo Agustín Gallardo, en declaraciones al programa de radio El Exprimidor.
Gallardo despertó del coma el 29 de julio y luego tuvo que pasar unos días más conectado a un respirador. De acuerdo a su familia, tuvo la absoluta fortuna de que ninguno de los tres balazos recibidos tocó la columna vertebral o el corazón.
Por el momento, el sospechoso de haber cometido el ataque no fue detenido por la policía de Miami Beach y todavía permanece prófugo. Las propias fuerzas de seguridad de la ciudad estadounidense difundieron un identikit con su look y datos físicos y ofrecieron una recompensa de 5.000 dólares para aquellos que brinden información útil sobre su paradero.
La policía describió al sospechoso como un hombre blanco, hispano, de entre 28 y 32 años, cuya altura ronda alrededor de 1,65 metros y 1,72 metros. Es de constitución mediana, cabello oscuro y sus rasgos principales son que camina encorvado y tatuaje en el cuello del lado derecho, debajo de la oreja, representando símbolos chinos o japoneses. Fue visto por última vez con chaqueta negra, con dos rayas en las mangas.
Gallardo se había mudado a Miami definitivamente unos meses antes del ataque. Antes, había viajado a la ciudad de Florida en numerosas oportunidades para asentar su emprendimiento laboral de la venta de vapeadores saborizados.
SEGUIR LEYENDO: