La causa por la denuncia que realizó contra cuatro funcionarios Pablo Musse, el hombre que no pudo ver a su hija Solange -enferma de cáncer- antes de morir a raíz de las restricciones impuestas durante la cuarentena estricta por la pandemia del coronavirus, ya fue elevada a juicio.
La joven, que vivía en Alta Gracia, Córdoba, falleció el viernes 21 de agosto de 2020, luego de una larga lucha contra el cáncer de mama, y esperó hasta sus últimas horas por un abrazo de su papá, quien viajó desde Plottier, en Neuquén, para visitarla. Sin embargo, no pudo llegar porque las autoridades sanitarias se lo impidieron por no poseer un hisopado con resultado negativo de COVID-19.
El punto del conflicto se originó en el límite provincial entre La Pampa y Córdoba, en el puesto caminero próximo a Huinca Renancó. Allí fue donde se le impidió el ingreso a Musse por no tener la autorización solicitada, la cual llegó varios días más tarde, mediante un recurso de amparo, cuando Solange ya había muerto.
Por esta razón, el hombre denunció penalmente a un sargento primero de la Policía Caminera, con base en la mencionada localidad; dos médicos del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), dependiente del Ministerio de Salud de Córdoba; y a una trabajadora social en esa órbita.
En las últimas horas, la Fiscalía de Instrucción de Huinca Renancó, a cargo de Marcelo Saragusti, pidió que se disponga la citación a juicio contra Eduardo Javier Andrada y Analía Morales, como probables coautores de “abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público”; Sergio José Alí, como presunto partícipe necesario de ese mismo delito, y Darío Javier Mansilla, por supuesta “omisión de los deberes del oficio”.
En su requerimiento, el fiscal recordó que Pablo Musse y su cuñada, Paola Oviedo, una persona con diferentes discapacidades, llegaron aproximadamente a las 06:30 del 16 de agosto del 2020 a un control sanitario a cargo de la policía caminera, ubicado en la Ruta Nacional 35, a la altura del kilómetro 527.
“Al llegar al lugar de control fueron controlados por el sargento Luciano Correa, quien les informó que debían ubicarse en la banquina hasta las 8:30, horas en que comenzaran los testeos por parte del personal sanitario. En el horario indicado personal de ‘Emerghr’, empresa contratada para efectuar los testeos, procedió a testear a Pablo Musse con test rápido de detección de anticuerpos, los que arrojaron resultados positivos en dos oportunidades, que no fueron confirmativos del diagnóstico de COVID- 19, el cual debía confirmarse por prueba P.C.R.”, precisó.
Siguiendo con el relato de lo sucedido, Saragusti explicó que las autoridades se comunicaron con los doctores Andrada, director del Hospital de Huinca Renancó y a cargo del COE local, y Alí, médico policial, quienes estaban al frente del operativo y tenían “conocimiento de la situación de emergencia impostergable” por la que atravesaba el padre de Solange.
Asimismo, se consultó a la asistente social Analía Morales, quien también se encontraba a cargo del puesto sanitario, y “todos en conjunto acordaron que debía impedirse el paso” de este hombre y obligarlo a volver a Neuquén, lo que finalmente ocurrió, siendo encapsulado y escoltado por el sargento Mansilla, quien cumplía la función de jefe de guardia.
“Con tal decisión, asumida en conjunto por Alí, Andrada y Morales desatendieron la directriz que ordena que para estos supuestos impostergables, se debe escoltar hacia el domicilio de la persona discapacitada y al de residencia de quien, por su padecimiento límite, hacía impostergable su presencia”, sostuvo el fiscal.
Finalmente, la joven murió sin tener el último abrazo de su padre, que nunca tuvo síntomas compatibles con COVID-19 ni se había contagiado, tal como reveló una tercera prueba a la que se sometió al regresar a Neuquén.
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