Seis días después de haber recibido un disparo en su rostro mientras regresaba caminando del colegio a su casa ubicada en Ciudad Evita, en el partido bonaerense de La Matanza, el pequeño Joaquín, de tan sólo 12 años, fue dado de alta en el Hospital Italiano de San Justo y brindó las primeras declaraciones tras el ataque. “Los médicos me dicen que estoy bastante bien y que no me preocupe de nada”, aseguró esta mañana durante una serie de entrevistas que brindó a distintos medios de comunicación.
En diálogo con TN, y acompañado por Natalia, su madre, Joaquín ratificó que se encuentra en buen estado de salud a pesar de la herida que tiene en su cara, producto del balazo que le propinaron los dos delincuentes que lo abordaron el miércoles pasado, cerca de las 17.30, cuando se dirigía a su domicilio tras la jornada escolar. “Hace poquito salí de la operación y estoy bastante bien”, aseguró. No obstante, advirtió: “Estuve a milímetros de perder la visión. Me podrían haber matado”.
El dramático episodio que vivió Joaquín caló hondo a nivel nacional, causando una profunda indignación por los reiterados hechos de inseguridad en el Conurbano bonaerense y poniendo nuevamente de manifiesto el repudio contra el accionar de las fuerzas de seguridad y los funcionarios responsables del área. En simultáneo, fueron muchas las personas que se acercaron al menor para expresar su apoyo en este momento difícil que le toca atravesar, y ponerse a disposición de lo que pudiera necesitar a futuro. “No tengo palabras para agradecerles. Son todas muy buenas personas”, dijo Joaquín, visiblemente sorprendido por las muestras de afecto que recibió en los últimos días.
Natalia, madre de la víctima, escuchó atentamente las declaraciones de su hijo. Pero al momento de enfrentar el micrófono, confesó: “Hoy estoy viviendo con la mitad de mi corazón. Siento un dolor en el pecho, desde ese día que él me llamó. Sé que me va a costar pero yo soy grande y me voy a recuperar. Todo lo que me quede por hacer va a ser por él”.
La mujer, que ya lucía mucho más tranquila que las horas posteriores al ataque contra su niño, destacó la buena voluntad del chico a pesar de la gravedad de lo vivido. “Él todo el tiempo le puso muchas ganas. Nunca se quejó de nada. En todo momento estuvo consciente y fuerte. Colaboró todo el tiempo con la gente que lo asistió. Le hicieron estudios y todo está perfecto. Ahora resta que se recupere del ojo, pero con paciencia”, explicó al citado canal de noticias.
En cuanto a Jésica, la comerciante que asistió en primera instancia a Joaquín luego de ser abordado por los dos delincuentes, Natalia subrayó: “Ya es parte de nuestra familia”.
“Si a él le pasaba algo, yo me iba con él”, concluyó la madre del niño baleado.
Sobre la investigación en curso, los dos adolescentes detenidos en el barrio Villegas por ser los principales sospechosos de atacar a Joaquín se negaron a prestar declaración.
Fuentes judiciales informaron que los jóvenes arrestados, de 16 y 17 años, se presentaron este domingo ante el fiscal Emilio Spatafora, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción N°2 del Fuero de Responsabilidad Juvenil de La Matanza, pero no dieron detalles de lo ocurrido.
Por su parte, la agencia de noticias Télam informó que ambos acusados fueron trasladados a un instituto de menores ubicado en la ciudad de La Plata, en calidad de detenidos.
Los sospechosos habían sido apresados el último sábado por la madrugada en el barrio Villegas, luego de haber sido identificados a través de una cámara de seguridad que captó el momento en el que balearon al niño en la cara.
El ataque se registró cerca de las 18 del pasado miércoles, cuando el chico 12 años caminaba con su mochila escolar de regreso a su vivienda, situada a tres cuadras del colegio. En ese momento, fue interceptado por dos individuos en el cruce de avenida Eva Perón y Maracaná, en el citado partido bonaerense. Los asaltantes le dispararon y escaparon.
El balazo impactó contra el pómulo derecho de Joaquín, quien inicialmente fue asistido por Jésica, empleada de una pollería de la zona. La testigo contó: “Yo estaba trabajando en el fondo, escuché el disparo y no vi a nadie en la puerta. Salí y lo vi que se apoyó contra una pared y empezó a perder sangre por la boca”. Al notar la gravedad de la herida, la mujer utilizó su delantal para tapar la herida y detener el sangrado.
El chico luego fue trasladado al Hospital Balestrini a bordo de una patrulla policial, ya que la ambulancia nunca llegó al lugar. Más tarde fue derivado al Hospital Italiano, aunque en ningún momento corrió riesgo su vida.
Según fuentes judiciales, la sospecha que sobrevuela el ataque es que le “dispararon accidentalmente”.
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