Fue una tarde de horror la que se vivió ayer en la localidad de Presidente Derqui, en el partido bonaerense de Pilar: una mujer asesinó a puñaladas a su hija de siete años y luego del salvaje ataque intentó quitarse la vida, aunque quedó internada en el hospital Sanguinetti en grave estado. Ahora investigan si la agresora padece alguna patología psiquiátrica.
El salvaje episodio ocurrió en una vivienda ubicada en la calle Antonio Toro al 300, en circunstancias que todavía son materia de investigación. Según trascendió, la madre atacó a su propia hija con un cuchillo mientras su esposo trabajaba en San Isidro. Al parecer, la habría atacado de manera sorpresiva, ya que la niña no presentaba señales de haber querido defenderse.
De acuerdo con información de la agencia Télam, la víctima y su mamá fueron encontradas por el cuñado de la mujer cuando ingresó al inmueble, por lo que ambas fueron trasladadas a un hospital zonal. La niña falleció a los pocos minutos a raíz de las lesiones sufridas y la mujer quedó internada en grave estado. El medio local Pilar Diario, indicó que la mujer se habría provocado cortes en los brazos, cuello y en el pecho.
Los investigadores por el momento tratan de establecer si la agresora padece problemas psiquiátricos, mientras que personal policial realizó los peritajes correspondientes en la escena del crimen bajo las órdenes del fiscal Germán Camafreita, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 descentralizada en Pilar, quien calificó la causa como homicidio agravado por el vínculo.
Otros salvaje crimen familiar
Hace casi un mes, la localidad bonaerense de Florida fue escenario de un violento crimen intrafamiliar, en el que un menor también fue asesinado, aunque la diferencia es que en esta oportunidad el agresor sí cumplió con su objetivo de quitarse la vida luego del ataque.
Allí, un hombre, su mujer y su hijo de 7 años fueron hallados muertos dentro de su vivienda. Con el correr de las horas se hizo más firme la sospecha de un doble homicidio seguido de suicidio en el seno de una familia que se mostraba en las redes sociales a los besos, pero donde había una denuncia de violencia de género de 2021.
Ocurrió en una casa ubicada en Julio Argentino Roca al 2100. Las víctimas fueron identificadas por las fuentes como Gabriel Eduardo Cáceres (44), su esposa María Daniela Carco (44) y el hijo de ambos, León Rafael Cáceres (7).
El hallazgo se produjo a partir de un llamado al 911 realizado por una directora del colegio Cuarto Creciente de Florida al que asistía el niño. La mujer daba cuenta de que hacía tres días que el alumno no iba a clases y que no podía contactarse con la familia.
Por ello, y luego de una autorización judicial, personal policial ingresó a la vivienda con ayuda de un cerrajero y halló los tres cadáveres. Los cuerpos de la mujer y el chico tenían varios golpes pero también habían sido acuchillados, aseguraron fuentes del caso a Infobae. El cuchillo de cocina con el que se cometieron los asesinatos fue hallado en el lugar.
El caso comenzó a ser investigado por el fiscal Gastón Larramendi, de la UFI de Vicente López Oeste, quien estuvo en el lugar para dar las primeras directivas y supervisar la labor pericial y policial. Para el fiscal Larramendi, el asesinato de la mujer fue precisamente motivado por violencia de género.
Otra mamá que también asesinó a su hija
Poco menos de dos meses antes, en la localidad cordobesa de Paz, una mujer mató a su hija de 6 años con un destornillador y llamó a la Policía para confesar.
Luego del escalofriante llamado, un patrullero se dirigió hasta la vivienda, ubicada sobre la calle Belgrano. Cuando los agentes ingresaron a la propiedad, se encontraron con una escena dantesca. “El móvil constató que, efectivamente, la mujer había dado muerte a su hija”, contó el comisario Gabriel Díaz, jefe de la Departamental San Javier. Además, dijo el comisario, la madre estaba herida: se había provocado lesiones cortantes con la intención de quitarse la vida.
La mujer fue encontrada lastimada en una habitación mientras sostenía en una de sus manos un cuchillo de cocina. La víctima, en tanto, estaba en un dormitorio contiguo, sin signos vitales. Tenía heridas en distintas partes del cuerpo y a su lado había un destornillador ensangrentado, que fue secuestrado. Se cree que esa fue la herramienta que utilizó la madre para cometer el asesinato. En la escena del crimen trabajó personal de la Policía Científica.
El caso fue investigado por la fiscal de la ciudad de Villa Dolores, María Eugenia Ferreyra. Hasta el momento no trascendió la identidad de la mujer. Tampoco se conoce si posee antecedentes de hechos de violencia doméstica o problemas de salud mental. Sólo se sabe que tiene 39 años.
Seguir leyendo