La Policía Federal detuvo en las últimas horas al líder de una banda criminal dedicada al robo de autos. El sospechoso fue identificado por un tatuaje que llevaba en una pierna. La organización está acusada de sustraer los vehículos para después falsificar su documentación y revenderlos.
La investigación comenzó hace tres meses, cuando una de sus víctimas denunció que le habían robado el auto a punta de pistola. El único dato que el denunciante aportó fue que uno de los hombres que lo había robado llevaba un tatuaje en la pierna.
Con ese dato, los detectives de la división de la División Delitos Contra el Automotor de la PFA inició la búsqueda de los sospechosos. Así, una vez que fue identificado, los detectives de la Federal comenzar a seguirle el rastro. Según indicaron, se cree que la banda operaba en países limítrofes.
De esta manera, el líder fue ubicado en una casa en la localidad bonaerense de Del Viso. Mientras los investigadores realizaban tareas encubiertas, el hombre salió del domicilio a bordo de un Peugeot 308. En ese momento, los efectivos fueron a detenerlo y el sospechoso, quien se había teñido el cabello de rubio, se dio a la fuga. Tras perseguirlo, los detectives lograron detenerlo.
De este modo, el hombre quedó arrestado y fue encerrado en un calabozo por el delito de robo de automotores y falsificación de documentación.
Pocos días atrás, la Policía Federal detuvo a cuatro sospechosos acusados de formar una banda que se dedicaba a cometer secuestros extorsivos y al robo de autos de alta gama en la zona Oeste del Conurbano bonaerense.
La investigación comenzó el 31 de enero pasado, cuando dos personas ingresaban a su domicilio en la localidad bonaerense de Laferrere, en La Matanza. En ese momento, un grupo de delincuentes que simulaba ser agentes de la Policía los interceptó. Les comunicaron que estaban en busca de un familiar suyo.
Así se inició el engaño. Las víctimas, entonces, fueron junto a los falsos policías a buscar a ese pariente. Como no se encontraba en el domicilio, los delincuentes comenzaron a ponerse cada vez más violentos.
De este modo, introdujeron a las víctimas en un vehículo y los secuestraron. Los llevaron hasta un lugar donde los mantuvieron cautivos mientras comenzaban a llamar al familiar que antes habían ido a buscar. Cuando lograron que los atiendan pidieron el rescate. La suma de dinero para liberar a las dos personas retenidas contra su voluntad fue tan elevada que fue imposible de juntar.
Entonces, los delincuentes robaron las pertenencias que las víctimas tenían encima y, además, les sustrajeron el auto. Luego, fueron puestos en libertad.
Tras el secuestro, las víctimas realizaron la denuncia que recayó en la Fiscalía Federal N°3 de Morón, a cargo de Mariela Labozzeta, que contó con el apoyo técnico de la Unidad Federal de Secuestros Extorsivos (Ufese), a cargo de Santiago Marquevich.
Así, la fiscal Labozzeta dio intervención a la división Antisecuestro Sur de la Policía Federal, quienes comenzaron a investigar lo sucedido.
Tras revisar las cámaras de seguridad de la zona, cruzar datos callejeros y distintos testimonios, los detectives del caso lograron identificar a los miembros de la banda. De esa manera, la fiscal Labozzeta ordenó cuatro allanamientos en la localidad de Gregorio Laferrere, en donde se produjeron las detenciones de cuatro sospechosos.
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