La Policía de la Ciudad apresó este jueves por la anoche a los tres sospechosos de ser responsables de la muerte de Carlos Fernández, el hombre que fue asesinado el 25 de julio en la vía pública delante de su esposa tras resistirse a un asalto y forcejear con los delincuentes en el barrio porteño de Nueva Pompeya.
Las detenciones se dieron luego de una exhaustiva investigación llevada a cabo por personal de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, baja los órdenes de la fiscal Laura Belloqui, en la que se cotejaron cámaras de seguridad y se logró individualizar el vehículo en el que se desplazaban los autores del hecho.
Luego, con la autorización del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 54 a cargo de Sánchez Sarmiento se realizaron tareas investigativas para dar con el paradero de los responsables del hecho, valiéndose también de la intervención de líneas telefónicas, análisis de redes sociales y tareas de campo.
De esta forma, con la información recabada se autorizaron los allanamientos que se realizaron ayer por la noche en tres domicilios: dos en la Ciudad de Buenos Aires y el restante en la “Fundación Candil”, ubicada en Pilar, provincia de Buenos Aires.
Como resultado de los operativos fueron detenidos tres hombres y se secuestraron armas, municiones, vestimentas de la Policía Federal Argentina, la camioneta Peugeot Partner en la que se movían los delincuentes el día del hecho, celulares y una bolsa con marihuana.
Carlos Fernández fue asesinado el pasado 25 de julio cuando acompañó a su pareja hasta la parada del colectivo ubicada en la avenida Sáenz. Allí fueron abordados por un hombre armado para robarle sus pertenencias, y quien al ver que la pareja se resistió, efectuó cinco disparos, uno de los cuales impactó en la cabeza de la víctima matándolo en el acto.
El hecho ocurrió en la cuadra de la calle Uspallata al 2700, a seis de la sede del gobierno porteño. Personal policial de la Comisaría vecinal 4B fue alertado por vecinos de que se habían escuchado detonaciones de armas de fuego en ese lugar.
Al acudir, el personal de la Policía de la Ciudad se encontró con la víctima en el suelo, con al menos una herida de arma de fuego, y a su lado su esposa, desesperada pidiendo auxilio.
La mujer explicó a la Policía que al menos dos delincuentes se aproximaron a ellos en medio de la calle para robarles. Dijo que su marido intentó resistirse al robo y que en medio del forcejeo uno de los ladrones le disparó. En los instantes siguientes, una vez que Fernández cayó herido al suelo, los ladrones escaparon de inmediato a bordo de la Peugeot Partner.
Patricia, la viuda, habló con los medios de prensa en la zona donde ocurrió el ataque y afirmó que el ataque se produjo cuando ella se dirigía a trabajar al Hospital Militar.
“Vinieron en un auto que tenía los vidrios polarizados”, dijo entonces Patricia, quien explicó que un delincuente fue el que los abordó y que de sorpresa intentó robarlos desde atrás y le apoyó un arma en la nuca a Fernández: “Cuando él sintió el arma es cuando me empuja y ahí es donde quedó forcejeando. No sé si lo agarraron del cuello o qué (...) encima, este hijo de p..., cuando se estaba por subir al auto que lo trajo, se dio vuelta, volvió a disparar y ahí es cuando mi marido cae”, declaró ante los medios por aquel entonces.
“Al menos eran dos porque el tipo se bajó de este auto y el conductor lo estaba esperando. Dio marcha atrás para subirlo de nuevo y escaparse”, completó días atrás la viuda.
Según informó Patricia, ambos criaban a una hija de 13 años llamada Milagros. Además, Carlos Fernández trabajaba en una empresa de mudanzas y también vendía ajos.
Luego de que se conociera la detención de los tres asesinos, el ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D´alessandro, señaló: “En la Ciudad no vamos a dejar delincuentes impunes. Le prometimos a la familia que los asesinos de Carlos iban a pagar por lo que hicieron y hoy estos criminales están tras las rejas”.
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