Habían pasado unos minutos de las 21 y Zoe Romero, de 15 años, estaba en la puerta de su casa de la zona Oeste de Rosario cuando desde una moto dispararon una ráfaga de tiros: la fusilaron. La noticia se conoció apenas 48 horas despúes del crimen de Lucas Vega Caballero, un chico de 13 años que jugaba en las Inferiores de Rosario Central.
El asesinato de Zoe sucedió este miércoles por la noche en Garzón al 3.800 del barrio Moderno y la causa es investigada por la fiscal Gisela Paolicelli de la Unidad de Homicidios. En el lugar del crimen se secuestraron 10 vainas servidas, calibre 9 milímetros y .40.
Según los primeros indicios y de los testimonios recabados por los investigadores, Zoe estaba en la puerta de su domicilio cuando, al menos dos sospechosos en moto -que no han sido identificados- pasaron por el frente de la propiedad a los tiros, indicaron fuentes con acceso al expediente.
Los familiares de Zoe fueron los que la trasladaron en un vehículo particular hacia el hospital HECA, pero la adolescente no sobrevivió. Según dijeron las fuentes a la agencia de noticias Télam, se constató que la víctima presentaba cinco heridas de arma de fuego, dos en el tórax, una en el abdomen y otras dos en la zona dorsal.
Lo cierto es que la fiscal Paolicelli, además de disponer una serie de medidas, investiga varias hipótesis porque se sospecha que la agresión no era para la víctima, sino que los disparos podrían haber estado dirigidos a algún familiar o allegado. “Todo es muy preliminar por el momento”, dijeron las fuentes consultadas por este medio.
Hasta ahora sólo se pudo precisar que al frente de la propiedad baleada había un almacén que era atendida por la adolescente el miércoles por la noche cuando la mataron. Pero, además, fuentes de la investigación recordaron que ese domicilio había sido blanco de un ataque similar en octubre del año pasado: varios hombres dispararon contra el frente desde un auto.
En ese brutal episodio, una pareja que se encontraba en el lugar y un niño de 4 años, todos ellos familiares de la adolescente ahora asesinada, fueron alcanzados por las balas y sufrieron diversas lesiones, apuntaron los informantes.
El crimen de Romero es el segundo en estos primeros tres días de agosto. El lunes pasado, Caballero, que era jugador de Rosario Central, estaba junto a otros tres adolescentes de 15 años, entre ellos su hermano, en el barrio Emaús. Fue en ese contexto que desde un auto blanco dispararon al menos 20 balazos y mataron al futbolista. También, hirieron a dos de los chicos que lo acompañaban: uno está muy grave.
“Lamentamos profundamente el fallecimiento de Lucas Vega, a sus 13 años, quien fuera jugador de nuestra institución en las divisiones infantiles. Enviamos nuestro pésame a la familia en este difícil momento, nos sumamos al pedido de justicia y exigimos el esclarecimiento de la muerte de Lucas”, indicó el club a través de un comunicado en sus redes sociales.
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