“Ojo que Pachelo está medio loquito y está armado amenazando a todos”: el aviso que recibió la familia García Belsunce

Una ex cuñada María Marta contó que les hicieron esa advertencia cuando se suicidó la madre del imputado y que les pusieron custodia. Críticas a Molina Pico y un pedido a los jueces

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La ex cuñada de María
La ex cuñada de María Marta le apuntó a Pachelo

Su hija estaba entre el público, al fondo de la sala de los tribunales de San Isidro donde se juzga a Nicolás Pachelo. La joven tenía la cara roja, hiperventilaba y uno de los custodios se percató de ello y le ofreció agua. Ella, sin embargo, miró al imputado y lanzó sin sonido: ‘Hijo de puta’. En la silla de los testigos, mientras tanto, su madre Leila Keller, ex esposa de Horacio García Belsunce, hermano de María Marta, se sentó por primera vez a declarar en un juicio por un crimen que lleva casi 20 años impune.

La testigo interpeló a los jueces pidiendo Justicia, criticó enfáticamente al primer fiscal Diego Molina Pico, dio su teoría del caso y reveló que, tras el suicidio de la madre del imputado, le avisaron al por entonces abogado de Carlos Carrascosa, el fallecido Luis Scelzi, ’ojo que Pachelo está medio loquito y está armado, está amenazando a todos’. Ante eso tuvieron custodia policial casi por un semestre.

“Tenía pánico, terror de escuchar el nombre de este señor (por Pachelo). Pensaba que iba a entrar a casa y nos iba a matar a todos. Empecé con ataques de pánico”, confió la ex cuñada de la víctima.

Keller explicó este miércoles ante el Tribunal Oral Criminal N°4 de San Isidro que recién fue llamada a declarar como testigo en la causa cuando se inició la investigación que culminó con Pachelo y los ex vigiladores del country Carmel Norberto Glennon y José Ortiz sentados en el banquillo de los acusados en este tercer juicio, en la instrucción que hicieron los fiscales María Inés Domínguez (fallecida) y Andrés Quintana, quien hoy es uno de los representantes del Ministerio Público Fiscal a cargo de la acusación junto a Patricio Ferrari y Federico González.

La mujer contó las virtudes de la víctima, también dio detalles de cómo se enteró de su muerte y fue directo a marcar las críticas hacia Molina Pico, el primer investigador que tuvo el caso: “Lo detesto tanto como al asesino de María Marta. La labor de Molina Pico es incalificable, el haber encubierto al asesino de María Marta…”.Luego, se dirigió a los jueces con un tono de voz tan alto que les terminó ofreciendo disculpas: “Es increíble que en 20 años, muerta de 6 balazos… Hagan algo, no permitan que esta impunidad continúe”. No sería la única vez.

Nicolás Pachelo es el principal
Nicolás Pachelo es el principal apuntado por el crimen (Maximiliano Luna)

Los fiscales le preguntaron sobre quién pudo haber matado a su cuñada. “Alguien de adentro de Carmel”, soltó con firmeza y continuó: “Había otros informes para investigar, pero cada cosa que le daban a Molina Pico decía que no. Todo lo que no tenía que ver con Carrascosa era malvenido, cada vez peor… O sea, estaba trabajando para Nicolás Pachelo”.

Según la testigo, aquel 27 de octubre de 2002 “entraron a robar a la casa de María Marta y terminó mal porque llegó antes de tiempo; y la mataron sin mediar misericordia”, describió y amplió: “Ella era una mujer indefensa, aunque peleó porque lo indicó la autopsia. La mataron como a un perro de 6 balazos, ¿por qué? Porque los pescó adentro robando. Carrascosa fue absuelto, la familia quedó fuera de la causa, no entró nadie de afuera (del barrio); entonces el asesino de María Marta estaba dentro de Carmel y no fue Carrascosa”.

Y les volvió a solicitar a los jueces con tono elevado y angustia en la voz: “La Justicia es la encargada de reparar el daño en memoria de María Marta, está en las manos de ustedes”.

Keller, quien ventiló este miércoles que su ex Horacio García Belsunce le dice “pituto a todo lo que no sabe lo que es” y que la familia del padre de sus hijos velaba, como tradición, “en la cama a todos sus muertos”, acotó: “De nuestra desgracia y de la muerte de María Marta todos se reían porque la Justicia hizo lo que quiso… Fue una tortura de 13 años, donde pasaba de todo menos lo que tenía que ocurrir”.

El fiscal Diego Molina Pico
El fiscal Diego Molina Pico

En un pasaje de su testimonio, la mujer contó que, mientras los rumores sobre el pasado y presente criminal del acusado comenzaban a crecer en Carmel, su ex esposo se enteró quién representaba legalmente a Pachelo. Entonces, se juntó con ese abogado en un reconocido lugar de Figeroa Alcorta y Tagle. En esa cita, según Keller, “(Roberto) Ribas le dice que Pachelo es un tipo muy peligroso, capaz de hacer cualquier cosa. Le preguntó a Horacio: ‘¿Cuántas balas fueron (las que recibió María Marta)? Le dijo que seis, y le respondió que ‘si hubiera tenido 20, se las baja, es capaz de cualquier cosa’”.

Keller también se refirió al suicidio de Silvia Ryan, la madre de Pachelo, ocurrido el 29 de mayo de 2003, y contó un dato peculiar. “Ribas llamó a Scelzi (José, el ex abogado de Carrascosa) y le dijo: ‘Ojo que Pachelo está medio loquito y está armado, está amenazando a todos’. A partir del suicidio de la señora Ryan tuvimos una custodia en el barrio”. Y describió que, al principio, los cuidaba una camioneta sin plotear y un patrullero y que, incluso, un agente de civil la acompañaba cuando debía ir a hacer kinesiología luego de que fuera atropellada.

En este punto, se planteó la chance de un careo entre Horacio García Belsunce y Ribas, pero el abogado Scelzi falleció y Keller no fue partícipe de esa reunión: solo contó lo que le dijo su ex marido por ese entonces. Y, siguiendo con su testimonio, comentó cómo fue su vida por entonces: “Tenía pánico, terror de escuchar el nombre de este señor (por Pachelo). Pensaba que iba a entrar a casa y nos iba a matar a todos. Empecé con ataques”.

En ese marco, la fiscalía le pidió que diera más detalles sobre las consecuencias que sufrió su familia y los García Belsunce en todos estos años. “De todo tipo”, lanzó y los enumeró: “Emocionales, físicos, de portación de apellido, el daño fue total e irreparable. Horacio tenía una carrera, el apellido pasó a ser una porquería, mi hijo con discapacidad tuvo muchos problemas, mi hija tuvo atraso escolar, se aisló; no llegábamos a fin de mes y el padre de Horacio nos ayudaba, hipotecamos la casa y casi la perdemos”.

María Marta y Carlos Carrascosa
María Marta y Carlos Carrascosa

Y se sinceró: “Tenía miedo, terror, pánico, intranquilidad. No entiendo cómo pude vivir con ese nivel de estrés por 10 años sabiendo que cada día era peor que otro”.

Una anécdota semblanteó sus palabras. Contó que viajaron a Mar del Plata con sus chicos y su ex, y que haciendo una fila para pagar, ella quedó adelante y Horacio estaba más lejos. Entonces, escuchó a la cajera del lugar que decía: ‘Mirá, ahí viene García Belsunce, el asesino’. Y cerró: “Lo dijo frente a mi hija de 12 años”.

Los otros testigos

Más temprano había declarado el periodista Hernán Cappiello y luego los fiscales sorprendieron con una testigo de última hora -Raquel Fait- y Pachelo pidió un careo con ella. El acusado negó todo: “Salvo que se haya hecho una cirugía, no recuerdo haberla conocido”.

También dio su testimonio Alfredo Torres, un empleado de Carmel que trabajaba en la proveeduría del country y que posó sus sospechas sobre el vigilador Ortiz sobre robos de los que fue víctima, incluso se quebró. Además, dijo que escuchó que empleadas domésticas del barrio decían que Pachelo tenía secuestrado al perro “en una piecita” y hasta fue protagonista de un cónclave ante los jueces porque no había acuerdo sobre el mapa del country y los caminos habituales de los socios.

A tal punto que, el imputado se paró y fue a marcar el mapa que estaba en la pantalla. El fiscal Ferrari se opuso porque interpeló al Torres y el juez Federico Ecke, presidente del TOC N°4, lo frenó: “Marque el camino y no le pregunte al testigo”.

Eso motivó que luego de la declaración de Torres, el fiscal Ferrari les dijera a los jueces y a las partes: Los testigos están con mucho miedo. No puede ser que Pachelo hable con un testigo. Los que tienen que venir no quieren estar cara a cara con él”. El juez Ecke le dio la derecha al funcionario y hasta dijo que le pareció una “falta de respeto” que el imputado le haya dicho a una testigo si se había hecho una cirugía porque no la reconocía.

La 10ª jornada culminó con la declaración de Haydee Edith Burgueño, de la Damas del Pilar donde hacía su labor solidaria la víctima, quien dejó muy en claro que María Marta tenía la caja de valores de la asociación, que se la llevaba a su casa y fue robada.

Incluso, dijo que denunciaron el robo del cofre en la fiscalía, en el marco de la causa donde se investigaba el crimen. “Pensamos que (la denuncia) la estábamos haciendo dentro de expediente de María Marta, cuando nos enteramos que no, nos dio mucha indignación porque fuimos a hacerla para que se tuviera en cuenta con la muerte”, concluyó.

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