Rosario volvió a tener una noche cargada de violencia donde superó su propia estadística. La semana pasada, se cometieron tres crímenes en cinco horas.
Ahora, la misma cantidad de muertes violentas ocurrió en apenas dos.
En la noche de este lunes fueron asesinadas tres personas en distintos ataques en las zonas sur, sudoeste y noroeste. En esos hechos también fueron víctimas cuatro adolescentes de entre 13 y 15 años heridos, uno de ellos internado con pronóstico reservado, con un tiro en la cabeza. Es la segunda semana consecutiva que en una sola noche hay tres crímenes en la ciudad. En el departamento Rosario ya hubo 168 homicidios dolosos en lo que va del año, según datos del Observatorio de Seguridad Pública, organismo provincial integrado por el Ministerio de Seguridad y del Ministerio Público de la Acusación.
Estos nuevos tres crímenes son investigados por la fiscal Gisela Paolicelli y ocurrieron entre las 22.30 de este lunes y la 0.30 de este martes. El primero ocurrió en Ayacucho al 4100, en el barrio Tablada, donde fue acribillada una mujer de 33 años y su hijo, de 16, recibió múltiples tiros que lo dejaron al borde de la muerte.
El ataque sicario fue de una crueldad sumamente llamativa. De acuerdo a la mecánica que investiga la Brigada de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal, un grupo de cuatro gatilleros forzó la puerta de la casa y abrió fuego contra Melina Graciela Gallo, que murió en el acto. El menor fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez con heridas de bala en la cabeza, tórax y en la mano izquierda.
En la escena del homicidio de Gallo se secuestraron 4 vainas servidas calibre 9 milímetros, 6 vainas calibre .380 y un cartucho de escopeta calibre 12, lo que supone que se utilizaron al menos tres armas de fuego. Además, el gabinete criminalístico incautó dos celulares que serán enviados a analizar.
Esa propiedad de Ayacucho al 4100 ya había figurado en el radar de la Justicia provincial y de la Policía: a mediados de marzo fue allanada por la Agencia de Investigación Criminal en una causa que investigaba el fiscal Federico Rébola por estar bajo sospecha de estar involucrada en extorsiones y balaceras.
Minutos después del asesinato en zona sur hubo otro ataque fatal en el barrio Emaús, en el distrito noroeste de la ciudad. Ocurrió cuando un grupo de adolescentes fue baleado desde un auto en Génova y González del Solar. Lucas Vega Caballero, un chico de 13 años —jugaba al fútbol en las inferiores del club Rosario Central—, murió en el lugar, y otros tres adolescentes de 15 años fueron derivados a distintos hospitales con heridas en las piernas.
En la esquina se encontraron 20 vainas servidas calibre 9 milímetros.
A las dos horas, aproximadamente a la 0.30 de este martes, ocurrió el tercer asesinato, también con sello narco. Gastón Frutos, un joven de 32 años fue acribillado en inmediaciones de avenida Francia y Lácar, a pocos metros del Centro Municipal de Distrito Sudoeste. Fue trasladado al HECA, donde entró con estado crítico por múltiples impactos, uno de ellos en la cabeza, y falleció a la hora.
En el lugar donde fue baleado, los investigadores policiales encontraron cinco vainas servidas calibre .380.
Tampoco es inédito que haya tres crímenes en una noche. El martes de la semana pasado fue asesinada una joven en la puerta de un búnker de droga en Empalme Graneros, en villa La Lata ejecutaron a un chico de 18 años de un disparo en la cabeza, y el último fue en Las Flores, donde un joven de 25 años recibió 15 tiros.
También se agrega que este lunes ya hubo otro homicidio en Rosario, cuando un hombre de 37 años mató de dos disparos a un ladrón armado que se había subido en la madrugada al techo de su casa de San Lorenzo y Vera Mujica, en barrio Luis Agote, en inmediaciones a la terminal de ómnibus Mariano. En este último hecho, la fiscal Paolicelli afirmó en conferencia de prensa que el vecino “no fue demorado ni detenido, y tampoco será imputado”, ya que actuó en legítima defensa.
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