El segundo comandante Gustavo Alberto Elorrieta (42), cuyo cuerpo fue encontrado el viernes pasado en el fondo de un aljibe en una zona rural de la localidad de Roldán, vecina a Rosario, en la provincia de Santa Fe, fue drogado con ketamina y asesinado a mazazos en la cabeza. La información fue brindada este martes por los fiscales de Homicidios Dolosos Gastón Ávila y Adrián Spelta, quienes imputaron a la ex pareja de la víctima, a dos jóvenes cercanos a la mujer y al hijo del gendarme.
Todo hace presumir que el homicidio tuvo como móvil que no le perdonaron que formara una nueva pareja en Buenos Aires, donde estaba viviendo. Y sospechan que venían planificando el ataque desde junio.
De acuerdo a la acusación del Ministerio Público de la Acusación, Mercedes Flores Encina (47 años), Alex Miguel Galarza (18) y Mario Luis Faetani (26) fueron todos partícipes en el crimen de Elorrieta. Todos quedaron con prisión preventiva efectiva por el plazo de ley, según determinó la jueza Valeria Pedrana en el Centro de Justicia Penal.
Para los fiscales, Elorrieta fue drogado y golpeado hasta la muerte el mismo 10 de julio que arribó en su Bora gris desde Buenos Aires a la casa de Larrea al 1.200 de Roldán para visitar a sus hijos, una nena de 11 años y un adolescente de 17.
El hijo de Elorrieta también está tras las rejas, pero en su caso, depende de la jueza María del Carmen Musa del Juzgado de Menores N°1 de Rosario, ya que tiene 17 años. Ya fue indagado en la jornada de este lunes y se esperan informes médicos solicitados.
Si bien no está claro cuánto tiempo pasó desde el ataque mortal hasta el descarte del cuerpo en el aljibe, para Spelta y Ávila, el cadáver fue transportado en el mismo Bora de la víctima. Cuando regresaban en el coche al domicilio familiar de Larrea al 1.200 se produjo un vuelco en inmediaciones del cementerio local.
En el interior del auto del gendarme se secuestró una maza. Habría sido esa la herramienta utilizada para golpear en la parte superior de la cabeza de Elorrieta mientras estaba sentado y drogado, de acuerdo a la explicación que brindó después Spelta en conferencia de prensa. Además, en el vehículo se hizo una pericia de Luminol que dio positivo en el baúl y en una lona.
“Pudimos acreditar por testigos que el homicidio lo planificaron desde junio. Se reunieron en distintas oportunidades. Presumimos que la ex esposa es la ideológa, con esta gente para cometer este hecho. En virtud de la metodología que llevaron a cabo, (el ataque) fue ni bien llegó a Rosario”, apuntó Spelta una vez finalizada la audiencia imputativa.
Para el fiscal, no había manera de atacar sin resistencia a Elorrieta si no era a través de una droga, que sería ketamina y que fue encontrada en una jeringa en un allanamiento a la casa de los sospechosos.
“Por la droga y la jeringa encontrada, se le aplicó una droga para inmovilizarlo. De los golpes que tiene la víctima, el más importante es el que sufrió en la zona superior del cráneo. Tuvo que estar inmovilizado debajo de las personas que lo atacaron, o sentado. En la autopsia, tiene una fractura de cráneo similar a la que se pudo haber generado con la maza encontrada en el auto que se accidentó”, agregó.
Spelta sostuvo que, si bien restan “determinar movimientos bancarios, el móvil sería la decisión que tomó la víctima de dejar a la familia y formar pareja nueva en Buenos Aires. Ellos conocen esto en junio y lo empiezan a planificar sabiendo que él venía el 10 de julio de visita. Por el momento, ese es el móvil”.
Por otra parte, sugirió que Mario Luis Faetani, de 26 años, era amigo del hijo del gendarme, pero también podría haber llegado a tener una relación más cercana con la ex pareja de Elorrieta. “Estaba durmiendo en la casa cuando fue el allanamiento. Tenía una relación más íntima”, concluyó.
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