Nora Burgués de Taylor, más conocida como “Pichi”, una de las mejores amigas de María Marta García Belsunce, declaró la semana pasada en el juicio contra Nicolás Pachelo. Afirmó que cuando la causa por el crimen era investigada por Diego Molina Pico vivió un incidente en el que la amenazaron. Dijo que ella no sabía quién había sido, pero su abogado le reveló que se trataba del problemático vecino hoy acusado del homicidio. Este lunes, Juan Pablo Vigliero, que por ese entonces defendía a la mujer que estaba acusada de encubrimiento y luego fue sobreseída, lo confirmó ante el tribunal.
Taylor había testificado que al salir de la Fiscalía, y yendo en auto junto a Vigliero, se le cruzó “un señor” y mostró el gesto que le hizo con la mano, como cuando alguien simula que dispara usando el dedo pulgar e índice, y luego sopló el índice. Y siguió: “Pensé, ¿qué es esto? Y le dije a mi abogado que debía ser Pachelo. Él me respondió qué cómo que no sabía, que era Nicolás Pachelo”.
Este lunes, Vigliero confirmó en el juicio por el crimen del country Carmel: “Era Nicolás Pachelo”. Antes de eso, el abogado recordó: “Molina Pico hacía ir a Taylor cada vez que tenía que alejarse de su domicilio, y como ella es veterinaria lo hacía incontables veces. Incluso, teníamos un equipo para ella, para que la acompañe”.
Vigliero continuó sobre el episodio de la amenaza: “No recuerdo qué trámite fuimos a hacer con ‘Pichi’ a la fiscalía, pero siempre estacionábamos en el mismo lugar. Al salir, nos subimos al coche y, yendo por la arteria que no conozco el nombre, una persona se nos cruzó de golpe e hizo un ademán como que disparaba con las manos”.
“Hizo ‘pum’, soplando los dedos. Era Nicolás Pachelo. Pichi quedó bastante conmocionada, al punto tal que presenté un escrito”. Aseguró que el acusado “estaba en la calle, se cruzó y nos cortó el paso”.
El abogado recordó que luego pidieron medidas de protección posteriores porque “el señor Pachelo se le acercó a uno de los hijos de Nora Taylor a modo intimidante”. “Básicamente, le tenían miedo”, aseguró. La amiga de María Marta había contado que luego de ese episodio vivió con custodia policial en el interior de su casa.
Vigliero explicó luego que, por ese entonces, aunque no recordaba la fecha; hizo una “revisión completa de las actuaciones” y presentó “por escrito una serie de datos”. Y siguió: “En nuestra opinión, sugerían que había que investigar a Pachelo como sospechoso”.
Luego, concluyó: “Lo que sí recuerdo como dato objetivo es que por las antenas de celulares se había determinado que (Pachelo) estaba en la zona de Carmel y no en la Capital, como decía”.
El segundo testimonio de la novena audiencia por el crimen de María Marta, que además del ex vecino tiene como acusados a los ex vigiladores del Carmel Norbento Glennon y José Ortíz, fue la mamá de un compañero de uno de los hijos de Pachelo.
María Jimena González recordó que el domingo 27 de octubre de 2002 por la tarde, el principal acusado del crimen fue a su casa del country La Herradura para buscar a uno de sus hijos porque se había quedado a dormir.
“Se estaba por largar a llover, o estaba lloviendo, no recuerdo bien, pero se fue al toque, siempre hacía lo mismo. Nunca se quedaba, salvo que viniera con Inés”, dijo la mujer, quien remarcó que tenía problemas de audición.
En ese contexto, describió de manera brusca cómo era el matrimonio de Pachelo con Inés Dávalos: “Una pareja bien, normal. Ella, amorosa, un poco sumisa, y él era el que llevaba los pantalones. Inés re buena mamá, pero era otro estilo. Si me permiten decir una mala palabra, era media boluda en algunas cosas, decía muchas boludeces y Nicolás le decía que no diga más boludeces. No sé como explicarlo de una manera más fina. Los pantalones los llevaba él, ella era más sumisa”.
Después, González se refirió a los antecedentes por robos del imputado y destacó sobre sus sospechas: “Mucho antes de que me cayera la ficha, vino a casa y me preguntó por un vecino que tenía un Audi y un Newbeetle: ‘Che, ¿qué hace tu vecino?”.
Y cerró sus dichos: “En mi barrio nunca hubo robos ni pasó nada cuando estaba Nicolás en mi casa... Después, me dije ‘qué boluda’, quizá me estaba sacando información”.
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