Damián Tello, el tatuador acusado de matar a su abuelo, Antonio Carrano, y enterrar su cadáver bajo adoquines en su casa de Wilde, se negó a declarar esta mañana ante la fiscal María Laura Carballal y permanece detenido acusado del delito de “homicidio agravado por el vínculo”, que prevé una pena de prisión perpetua.
En paralelo a su indagatoria, y según confiaron fuentes del caso a Infobae, la Justicia recibía el informe de autopsia al cuerpo de Carrano. El estudio realizado en la morgue judicial de Lomas de Zamora reveló que la víctima murió a causa de heridas contuso-cortantes en el cráneo, una de ellas con hundimiento.
El 80 por ciento del cuerpo estaba quemado: Carrano fue prendido fuego cuando ya estaba muerto, dado que no se encontró presencia de humo negro en los pulmones de la víctima. La data de muerte se estima entre cuatro y cinco días antes del hallazgo de los restos.
Tello, según su propia familia, sufriría de un desorden de salud mental, algo que la Justicia aún no pudo certificar. “Se sabía que en algún momento podía pasar algo así”, dijeron a Infobae.
Todo comenzó el jueves pasado, cuando, desde Córdoba, la madre del detenido e hija de la víctima denunció ante la Policía Bonaerense que nada sabía de su padre. El martes había sido su cumpleaños y el hombre no la llamó. Cuando le preguntó a su hijo si sabía algo, le dijo que se había ido con un bolso y ella pensó que iría a visitarla de sorpresa. Nada de eso ocurrió.
En la primera visita de los policías a la casa de Damián y Antonio, el tatuador les dio una versión diferente a la que le había contado a su madre. Así, Karina decidió viajar a Buenos Aires e insistirle a los agentes para que fueran nuevamente a la casa que su padre y su hijo compartían en Wilde, ubicada en la calle Caxarville al 5.600, en el partido de Avellaneda, a pocas cuadras del límite con Lanús.
Los policías fueron recibidos por Tello. Cuando ingresaron al domicilio observaron que en el fondo de la vivienda había un montículo de adoquines. Eso les llamó la atención. Al acercarse descubrieron una escena terrorífica: se veían partes de un cuerpo.
“Cuando lo encontraron, empezaron a aparecer los patrulleros. Y ahí me acerqué a la puerta de la casa. Justo en ese momento, lo sacaron a Damián esposado. Cuando me pasó por al lado me dijo: ‘Ahí tenés a tu papá’. Y se metió en el auto”, declaró Karina al canal Crónica.
Ante esto, dieron aviso a la fiscal Carballal, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción N°2 especializada en Violencia de género y familia del departamento judicial de Avellaneda. A mediados de la mañana de este lunes, la fiscalía no tenía certificada la historia clínica de Tello y desconocía si, efectivamente, padecía un trastorno que afectaba su salud mental como denunció su familia.
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