Los misteriosos llamados de Pachelo a los pocos días de la muerte de María Marta García Belsunce

Cuando todos creían que la socióloga había sufrido un accidente doméstico, el acusado y ex vecino del Carmel se comunicó con su abogado y con la masajista Beatriz Michelini

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La muerte de la socióloga María Marta García Belsunce se descubrió el 27 de octubre del 2002, pero la Justicia se enteró de que se trató de un asesinato recién 36 días después, el 2 de diciembre. Hubo que esperar una autopsia tardía para conocer que tenía cinco balas incrustadas en su cráneo. En el medio, se vivió poco más de un mes de especulaciones e incertidumbre, pero sin que nadie asegurara, ni siquiera sospechara, una versión distinta a la del accidente en la bañera. Sin embargo, por esos días existieron llamados que, ahora, los fiscales que llevan adelante el tercer juicio por el crimen consideran sumamente sospechosos.

Se tratan de comunicaciones que tuvo Nicolás Pachelo, el principal acusado, entre el 27 y 31 de octubre de ese 2002 con su abogado Roberto Ribas y con otro personaje clave en la trama del crimen, la masajista Beatriz Michelini.

El registro de esos llamados, constan en el expediente, y podrían ser utilizados por los fiscales en las próximas audiencias del juicio que se está desarrollando en los tribunales de San Isidro y que tiene, además de Pachelo, a dos ex vigiladores del country Carmel, Norberto Glennon y José Ortiz, acusados como coautores del homicidio de García Belsunce.

Para entender la importancia que los investigadores le dan a estas misteriosas comunicaciones hay que remontarse al 30 de octubre de 2002. Habían pasado solo tres días desde la muerte de María Marta y su familia todavía estaba en shock. Todos, incluido el fiscal Diego Molina Pico, estaban convencidos de que se había tratado de un accidente doméstico producido en el baño de la casa que la mujer compartía con su marido Carlos Carrascosa en el country Carmel. A pesar de esto, desde el Ministerio Público Fiscal se había ordenado que se realizaran algunos procedimientos de rigor, con el objetivo de cumplir los protocolos para cerrar la causa como accidente.

Pachelo con su equipo de abogados (Télam)
Pachelo con su equipo de abogados (Télam)

Por esta razón, aquel miércoles 30 de octubre, llegó a Carmel una delegación de la sub DDI de Pilar encabezada por el comisario Angel Beserra, que tomó algunos rastros en la vivienda. La presencia policial no pasó desapercibida en la armoniosa vida de los vecinos del Carmel. Los fiscales creen, y probablemente sostendrán en el juicio, que el más interesado en esta situación fue el vecino indeseado, Nicolás Pachelo.

En ese contexto, en el expediente de la muerte de García Belsunce quedaron registradas una serie de llamadas que realizó Pachelo justo al día siguiente al que llegaron los policías. Los horarios indican que la comisión de la sub DDI Pilar se retiró del country la madrugada del jueves 31. Ese día, a las 11.28, quedó asentada una llamada de Pachelo con Ribas, su abogado de toda la vida.

Entonces, la pregunta que ronda en la cabeza de los investigadores se deduce por sí sola: ¿Por qué Pachelo llamó a su abogado al día siguiente de ver a los policías en lo de Carrascosa, cuando absolutamente nadie sospechaba de que allí hubieses sucedido un crimen?.

El abogado de Pachelo, Roberto Ribas (Télam)
El abogado de Pachelo, Roberto Ribas (Télam)

No es el único registro de llamadas que puede llegar a ser expuesta en el debate oral. En esta oportunidad, vuelve a aparecer Pachelo pero no ya llamando a su abogado, sino a la masajista Michelini. Está acreditado que ambos se conocían porque la mujer también era masajista de Ines Dávalos, pareja de Pachelo.

La mujer es fundamental en la reconstrucción de aquel domingo en el que María Marta fue asesinada. Lo primero que es necesario recordar es que la víctima tenía agendada una sesión de masajes en su casa para las 19, porque hasta esa hora estaría jugando al tenis. Sin embargo, como se largó a llover, esa actividad fue suspendida y volvió antes a su domicilio. Allí se encontró con su asesino.

Michelini fue de las primeras personas en ver el cadáver. Según quedó acreditado, luego de que Carrascosa llegara a la vivienda y encontrara a su mujer sin vida, se asomó y le pidió a la masajista que subiera a ayudarlo. La mujer fue quien le dio los primeros auxilios a la víctima.

Por esta situación, Michelini fue investigada y enviada a juicio por encubrimiento, aunque luego fue sobreseída. Ella no está acusada en este tercer juicio, sin embargo, los fiscales ponen la lupa sobre sus movimientos previos al asesinato. Puntualmente, y por diversos testimonios que se escucharon en este juicio, sospechan que pudo ser la encargada de entregarle a Pachelo el dato de que María Marta no llegaría a su casa hasta las 19, hora de su masaje.

Maria Marta García Belsunce y Carlos Carrascosa
Maria Marta García Belsunce y Carlos Carrascosa

En las ocho audiencias que se desarrollaron hasta ahora, existieron varios testigos que la mencionaron y sembraron dudas sobre ella. Una vecina que declaró fue categórica: “Michelini sabe mucho más de lo que dice”, aseguró. El otro que hizo mención a la masajista fue el comisario Cristian Magnolia, uno de los que investigó la causa y que pertenecía a la sub DDI de Pilar que realizó las primeras diligencias en la casa. Lo hizo en la última audiencia y señaló que el nexo entre la víctima y el victimario es la masajista”.

Pero hubo una mención aún más trascendente. Fue la de otro vecino del country llamado Fernando Sansuste: quien declaró en las primeras audiencias que Pachelo le había robado los palos de golf y que los encontró en un driving de Costanera, donde los dejó el acusado para venderlos. Con respecto a Michelini, aseguró que también era su masajista y que ella sabía perfectamente que él era jugador de golf y que tenía los palos en su vivienda.

Hay otro dato sugerente. En el juicio por encubrimiento que se realizó en 2011, el abogado de Michelini fue, justamente, Roberto Ribas, el mismo que toda la vida representó a Pachelo, y que también lo hace en este tercer debate oral.

Los fiscales que llevan adelante la acusación junto a los abogados que representan a Carrascosa (Télam)
Los fiscales que llevan adelante la acusación junto a los abogados que representan a Carrascosa (Télam)

Con todo esto, los datos de las comunicaciones entre Pachelo y Michelini en los días anteriores y posteriores a la muerte, y que podrían ser expuestos por los fiscales, toman mayor relevancia.

Pachelo se comunicó con Michelini desde el teléfono fijo de su domicilio el 17 de octubre y el 24 del mismo mes, es decir, 10 y tres días antes del crimen. Pero lo que más llamó la atención de los investigadores son las comunicaciones posteriores a la muerte de la socióloga.

Dos días después del asesinato, el 29, nuevamente salió una llamada desde el teléfono fijo de Pachelo hacia el de Michelini. Lo mismo sucedió el 31 de octubre, pocas horas después de la llegada de la comisión policial y el mismo día en que Pachelo llamó a su abogado.

¿Por qué se intensificaron los llamados entre Pachelo y la masajista luego del crimen?, es la pregunta que probablemente los fiscales plantearán en el juicio.

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