Nicolás Pachelo declaró en el juicio y contestó con una chicana las acusaciones por la muerte de su padre

El principal imputado por el asesinato de María Marta García Belsunce pidió hablar frente al tribunal para aclarar dichos de testigos

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Pachelo en una audiencia previa (Adrián Escandar)
Pachelo en una audiencia previa (Adrián Escandar)

En la octava audiencia del juicio que intenta esclarecer el crimen de María Marta García Belsunce, cometido casi 20 años atrás en el country Carmel, se hizo realidad el rumor que había sobrevolado 24 horas antes en la sala de los tribunales de San Isidro. Nicolás Pachelo, el principal acusado, decidió declarar este jueves frente a los jueces del Tribunal Oral Criminal N°4 que lo enjuicia.

Luego de escuchar a dos de los testigos de la fiscalía, Pachelo decidió tomar asiento frente a los jueces a las 11.35 para ‘defenderse’. Lo hizo tras una jornada previa marcada por polémicas, donde el entorno de su abogado, Roberto Ribas, habían adelantado que podría hablar, pero no sabía si estaban dadas las condiciones.

“Nunca tuve una discusión con María Marta, nunca tuve un diálogo, no la conocía”, afirmó el imputado, quien no había hablado nunca en el marco de la causa, pero si con la prensa. Incluso, ante la publicación de sus dichos, los fiscales del caso habían pedido que la entrevista que concedió a Infobae, en donde niega estar involucrado en el asesinato, sea incorporada al expediente.

Lo cierto es que, este jueves, tras comenzar su monólogo cruzando a un testigo que había declarado minutos antes pero por el que no se pidió careo, el acusado pasó rápidamente a hablar de la víctima: “Pasaba los cinco días por el frente de mi casa haciendo gimnasia. Lo han dicho mi mujer y mi mucama. Si me tenía terror, como dicen, tenía mil lugares para pasar en Carmel, no por la puerta de mi casa... Todos los testimonios que han dicho que ella me tenía terror son todos de familiares y amigos”, continuó.

Pachelo junto a dos de sus abogados
Pachelo junto a dos de sus abogados

También Pachelo cruzó al empresario Mariano Maggi, que declaró en su contra por, supuestamente, haberlo estafado con la compra de una camioneta. En el juicio, Maggi habló de diversas situaciones de violencia, con un tono netamente intimidatorio. En ese contexto, y bajo juramento, dijo que el acusado le rompió dos veces los vidrios de su concesionaria y que lo amenazó en varias oportunidades. Especificó que, incluso, Pachelo lo llamó por teléfono y él dijo: “Si tuve los huevos para matar a mi padre, imaginate lo que puedo hacer con vos. Matarte no me significa nada”.

Pachelo le respondió ante el tribunal con una chicana obvia a la familia de García Belsunce: “¿Qué tiene que ver la muerte de mi padre? Aprovecho, ya que lo han traído acá. Por la muerte de mi padre se llamó a la Policía, que vino a las dos horas y media que lo encontramos; vino el fiscal, vinieron los peritos.... Estaba yo, la mujer de mi padre y mi padrino, el hermano de mi padre. Llamamos a la Policía cuando mi papá se mató, no llamamos a la ambulancia ni impedimos que se llame a la Policía, ni pusimos en la partida de defunción que murió en la Cumbrecita de Córdoba; no escondimos el arma. Lo mismo hicimos con la muerte de mi madre”.

Y agregó sobre lo que ocurre en cada audiencia: “Acá se sienta gente a decir barbaridades pero ninguno dice ‘yo lo presencié, yo fui testigo’”.

La preocupación del acusado -que también enfrenta una serie de imputaciones por robos en countries en el juicio, además del crimen de María Marta- es evidente: confrontar a la larga lista de testigos que lo retrataron con detalles desagradables e historias de violencia. Justamente, el presidente del tribunal, Federico Ecke, le tuvo que advertir un par de veces que no se vaya por las ramas.

La querella y los fiscales
La querella y los fiscales

“Veo que hablan de mí, de mi mujer, de mis hijos, de mi padre. Yo voy aclarando a medida que haya testimonios”, siguió. Ecke también le advirtió que podía carear a un testigo cuando quisiera y que se ahorrara las acusaciones de falso testimonio.

Luego, la situación volvió a ponerse tensa. Gustavo Hechem, abogado de Carlos Carrascosa, pidió cruzarlo con preguntas específicas sobre los puntos que había aclarado. “No necesito que me ayude”, respondió Pachelo, algo díscolo.

Raquel Pérez Iglesias, su abogada, entonces, explicó que no lo iba a “someter a su defendido a preguntas”. A las 12, tras 25 minutos de declaración, Pachelo se volvió a sentar detrás de sus abogados.

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