Habían pasado las 11.30 de este martes cuando Juliana Zelaya (35), Adrián Osvaldo Núñez (34), Vanesa Soledad Núñez (34), Pamela Di Bin (25) y Leandro Esteban Fuhr (33), los cinco policías detenidos por el crimen de Daiana Soledad Abregú (26), comenzaron a ser indagados en la Fiscalía General de Azul por Ignacio Calonje. Para las 20.30, o sea unas nueve horas después, ya todos habían declarado.
A los cinco se los investiga bajo la sospecha de que asfixiaron a Daiana mientras estaba detenida en la comisaría del partido bonaerense de Laprida y, luego, falsearon la escena para hacerla parecer un suicidio.
La primera en ser indagada fue Vanesa Soledad Núñez. La mujer, de 34 años y que está embarazada de dos meses, ingresó a la sala en compañía de su abogado César García. Según supo Infobae de fuentes con acceso al expediente, la oficial fue quien encontró a Daiana muerta en la celda de la comisaría el pasado 5 de junio.
“En su declaración, Vanesa Soledad Núñez especificó que vio a la joven colgada con su campera de jean y le empezó a hacer maniobras de RCP para reanimarla”, detallaron las fuentes consultadas por este medio.
Sin embargo, esos mismos informantes contaron que, al finalizar ese relato, un ida y vuelta con el fiscal Calonje hizo que su testimonio perdiera credibilidad. Con un acta en la mano, el funcionario le preguntó a Núñez si reconocía su firma y si había sido ella quien la había escrito. La respuesta lo sorprendió. “La policía sostuvo que ella la había firmado (el acta), pero que no la había escrito”, explicaron. Aunque, ella misma es quien encabeza el texto del documento. El clima en la sala se tensó.
“Si está mintiendo con esto, ¿por qué debería creerle con el resto?”, la fulminó Calonje según las fuentes consultadas.
No terminó ahí. En su declaración, Vanesa Soledad Núñez también admitió haberle enviado a su pareja y el padre del hijo que está gestando -y luego borrado- audios en los que le contaba que Daiana estaba detenida en la comisaría. ¿Por qué le daba esa información? Según explicaron a este medio, el joven, que probablemente sea llamado a declarar en los próximos días, también habría mantenido una relación con la víctima. “Esto explicaría un posible móvil del crimen”, explicaron a este medio fuentes con acceso a la causa.
Tras las declaraciones de la oficial Núñez, su abogado César García informó a Télam que la acusada describió qué hizo ella el día del hecho cuando ingresó a trabajar a las 13 para reemplazar a una compañera, mientras que Abregú estaba en el calabozo “exaltada y agresiva”.
“Su función es la de imaginaria, o sea la de atender cualquier necesidad de los detenidos. A las 13.40 le avisa a su superiora de la situación y la cambian de calabozo porque había sacado parte del revoque, la ingresan a donde los abogados pueden entrevistarse con las detenidas, a través de una reja, llamado ‘locutorio’”, explicó el letrado.
Según su testimonio, Núñez no podía observarla porque en ese sitio hay una pared de por medio, por lo que al pasar los minutos y al darse cuenta de que estaba en “silencio” se acercó para ver cómo estaba.
“La encontró ahorcada con la campera y le empezó a hacer reanimación durante 15 minutos hasta que vino la ambulancia”, aseguró García, por lo que negó que se haya cometido un crimen, en tanto que solicitó que su defendida sea excarcelada o beneficiada con un arresto morigerado porque cursa un embarazo de dos meses.
A la indagatoria de Núñez, la siguieron Adrián Osvaldo Núñez, Pamela Di Bin Juliana Zelaya y Leandro Esteban Fuhr. El proceso duró unas nueve horas.
La calificación del expediente que tiene a los cinco policías acusados es la de homicidio doblemente agravado, por su comisión con alevosía y por tratarse de miembros de las fuerzas de seguridad policial en abuso de su función. La pena en expectativa es sumamente alta: prisión perpetua.
La detención de los cinco policías, autorizada por la jueza de Garantías de Olavarría, Fabiana San Román; ocurrió este domingo, tras un giro que dio la investigación, luego del resultado de la segunda autopsia al cuerpo de Daiana. Esa segunda pericia fue realizada en La Plata y había sido exigida desde el inicio por la familia de la víctima, representada por el abogado Sergio Roldán, y por la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) que, en su carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, interviene en la causa como particular damnificada.
Según supo Infobae, el punto clave del caso radica en la contradicción entre las dos autopsias. A diferencia de la primera, donde se hace constar que Daiana tenía una marca de ahorcadura en el cuello; la segunda indica que esa evidencia no se halló y que la joven de 26 años murió por asfixia, lo que hace presumir que fue asesinada.
En ese contexto, los investigadores aguardan otro tipo de pruebas, como las pericias de tejidos bandos, de orina, del rastreo epitelial en la campera (de Daiana, que se halló alrededor de su cuello) y de fuerza de esa prenda. Tampoco se descarta una reconstrucción del hecho.
“Con las pericias faltantes veremos si se corrobora una u otra versión. De lo contrario, habrá que hacer un junta médica”, dijeron a este medio fuentes de la investigación.
Esta mañana, minutos antes de ingresar al edificio, el fiscal Ignacio Calonje, especializado en Violencia Institucional, dio una conferencia de prensa junto al fiscal General de Azul, Marcelo Sobrino. En la misma, aseguró que “hay elementos que hacen pensar que se está frente a un homicidio”.
Además, tuvo en cuenta los dichos de la madre de Abregú y demás testigos, que aseguraron que la joven no había evidenciado conductas suicidas ni depresivas sino todo lo contrario: planeaba mudarse en estos días a la ciudad de La Plata con su hijo para estudiar la carrera de Enfermería.
“Lo que aparece presentado en la segunda autopsia fue lo que llevó a acusarlos, y lo mismo que tuvo en cuenta la jueza de Garantías para ordenar la detención”, resaltó Sobrino, quien al ser consultado sobre la posibilidad de que Daiana haya sido asfixiada mediante la maniobra llamada “submarino seco”, explicó que “no se descarta”.
Los que también hablaron fueron los abogados defensores de los policías: objetaron los resultados de la segunda autopsia y aseguraron que la joven “se suicidó”.
“La víctima no fue torturada ni la mataron: se suicidó, es contundente. Hay una omisión en las consideraciones de la segunda autopsia, donde omiten que la extracción del surco de ahorcadura se hizo en la primera pericia, donde le extrajeron ocho centímetros de cuello y no describen que esa ausencia fue producto de una intervención previa”, declaró ante los medios el abogado Carlos Fernández, defensor del oficial Adrián Osvaldo Núñez.
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