El fiscal Ignacio Calonje, con asiento en Azul y especializado en violencia institucional, indagaba este martes a los cinco policías detenidos por el crimen de Daiana Abregú, ocurrido el 5 de junio pasado en la comisaría de Laprida, en la que la joven madre de un chico de 9 años había estado detenida por disturbios. Se especula que será una larga jornada.
Los acusados son Vanesa Soledad Núñez, Juliana Zelaya, Adrián Osvaldo Nuñez, Pamela Di Bin y Leandro Fhur, los agentes presentes en la estación policial el día del crimen. Para Fabiana San Román, la jueza de Garantías del caso, los acusado asfixiaron a Daiana en una forma que todavía se desconoce, y luego fraguaron la escena para hacerla parecer un suicidio. Tras ello, aseguraron que la joven se había ahorcado con su campera, pero una segunda autopsia no encontró las lesiones correspondientes y desbarató la coartada, o por lo menos, le dio suficiente causa a la Justicia para arrestarlos.
Las pericias complementarias serán la clave del caso para dirimir la diferencia entre las autopsias.
La calificación del expediente que tiene a los cinco policías acusados es la de homicidio doblemente agravado, por su comisión con alevosía y por tratarse de miembros de las fuerzas de seguridad policial en abuso de su función. La pena en expectativa es sumamente alta: prisión perpetua.
Sergio Roldán, abogado de la familia que se presenta como particular damnificada, llegó a Azul para las indagatorias, mientras que la Comisión Provincial por la Memoria, también querellante en el expediente, pidió estar presente en los interrogatorios. El Gobierno bonaerense, a su vez, también se presentó como querellante en la causa a través de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia.
Para la jueza San Román, Fhur es un posible encubridor, ya que el día de la muerte de Daiana realizaba patrullajes en cuadrícula por Laprida, pero la magistrada considera que, necesariamente, tenía que estar presente en la seccional, entre idas y vueltas.
Vanesa Soledad Núñez, Juliana Zelaya, Adrián Osvaldo Nuñez y Pamela Di Bin son los acusados más complicados en el expediente, dado el pedido de arresto de la jueza, al que accedió Infobae. Sin embargo, se desconoce quién podría ser el autor material del crimen de Daiana. Hasta ahora, la única versión es la de los imputados, que fue vertida en los sumarios policiales.
El fiscal Calonje, mientras tanto, continúa trabajando y acelera pericias. Fuentes del caso aseguraron que se insistirá en los resultados de laboratorio, al que se enviaron muestras de tejido de los pulmones de Daiana; y un estudio a la campera que usaba cuando murió: los policiales de la Bonaerense aseguraron que Daiana se ahorcó con esa prenda. Se estudiará si en ella campera hay rastros de piel, así como una relación de fuerzas con el ahorcamiento.
Los resultados de estos análisis, estiman investigadores, servirán para abonar a las conclusiones de la primera autopsia -que aseguró que Daiana se ahorcó- o la segunda -que afirmó que fue asfixiada, ya que no tenía lesiones en el cuello-.
Di Bin, oficial subayudante, estuvo en el momento en que se desataba el nudo de la campera, según lo vertido en el acta de procedimiento que la Justicia incautó. En la parte exterior, en los momentos previos a la muerte, se encontraba la sargento Zelaya, que cumplía funciones de ayudante de guardia.
Adrián Núñez firmó como responsable de las inspecciones del calabozo en el libro de guardia. Soledad Núñez fue el relevo de imaginaria en las horas donde, se supone, Daiana murió.
Zelaya, luego, fue quien llamó a la ambulancia.
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