La historia de las víctimas de la masacre de José C. Paz

Se trata de Benjamín González, de 13 años, Edgardo Valdez (32), Rodrigo Cardozo (20) y Alexis Sánchez (26). Hay un detenido y la Policía busca a sus cómplices

Guardar
Benjamín González, Alexis Sánchez y
Benjamín González, Alexis Sánchez y Rodrigo Cardozo

Eran las 22.30 y Benjamín González (13) se dirigió hasta el kiosco ubicado en el cruce de Esmeralda y Viena, en el asentamiento barrio Frino de José C. Paz. Su padre le había pedido que fuera a comprar salchichas para cenar. Fue entonces que ocurrió lo peor. Al menos dos sospechosos, entre ellos José Manuel Corbalán, alias Chucky, llegaron al comercio. Se cree que minutos antes habían tenido un altercado con Edgardo Valdez (32), Rodrigo Cardozo (20) y Alexis Sánchez (26), quienes también estaban en esa esquina. Según la hipótesis de los investigadores, Corbalán habría disparado una ráfaga de tiros y Benjamín, con el paquete de salchichas en la mano, fue alcanzado por los balazos.

El adolescente no fue la única víctima del ataque. Valdez, Cardozo y Sánchez también fueron asesinados. Fue una masacre. Tras el cuádruple crimen, “Chucky” y su cómplice escaparon dejando sobre la calle 22 vainas servidas.

Pocos después, según confiaron fuentes del caso a Infobae, Corbalán regresó a la escena del crimen en moto. “Es un psicópata”, dijo un detective. Todavía los cuerpos estaban tirados en el piso, cubiertos de sangre, y los familiares de a poco se acercaban a la esquina del horror. Entonces, “Chucky” miró hacia la esquina de la masacre, se aseguró de lo que había hecho y aceleró.

Los testigos lo reconocieron y, rápidamente, alertaron a la Policía. A la hora y media lo habían detenido. Lo encontraron en el barrio Sagrada Familia, a pocas cuadras de donde ocurrieron las muertes, y donde vivía.

La familia de Benjamín González
La familia de Benjamín González

Este jueves por la tarde, familiares de las cuatro víctimas protestaron con una quema de neumáticos y carteles donde exigían justicia frente a la Comisaría 2ª, ubicada en pleno barrio Frino. Allí se encontraba Priscila, de 20 años, la hermana mayor de Benjamín, quien habló con Infobae.

“Benja era un pibe, bueno. Nada que ver a todo lo que andan diciendo, que estaba ahí comprando droga o que era un soldadito de los narcos. Benja era mi hermano, salió a comprar salchichas y terminó asesinado”, dijo mientras sostenía enrollado uno de los carteles donde pedía justicia.

Benjamín iba a una escuela de la zona. Era conocido en el barrio. Siempre vivió ahí. Sus padres se separaron cuando él era un bebé y su madre se había ido a vivir con su nueva pareja a otra zona. Benjamín se quedó allí junto a sus seis hermanos.

“Iba a colegio, jugaba a la pelota y al jueguito del celular free fire, no hacía nada malo, nada malo a nadie y estos hijos de puta lo asesinaron. Queremos justicia y que los responsables se mueran en la cárcel”, pidió Priscila a Infobae.

Los carteles que llevaron familiares
Los carteles que llevaron familiares y vecinos para reclamar frente la comisaria

En la protesta también estaba la pareja de Rodrigo Cardozo, junto a la hija de cinco meses de ambos. “Rodri era un pibe bueno, todos lo querían en el barrio. Tenía sus adicciones, es cierto. Pero no le hacía mal a nadie. Era un laburante”, contó la mujer a este medio.

Cardozo trabajaba en una gomería. Según sus familiares, pasaba horas allí y era fanático de las motos. Esa era su pasión. “Ahora queremos justicia y que todos los responsables terminen encerrados. Me lo mataron, me lo mataron. Nunca más lo voy a tener, y deja un bebé de cinco meses sin padre”, se lamentó la mujer.

La tía de Edgar Damián Valdez contó a los medios que su sobrino había llegado desde Corrientes hacía dos meses y que estaba en la esquina donde ocurrió la masacre “porque estaba esperando una amiga para ir a bailar por el Día del Amigo”. La mujer se desesperó: “Vino este loco y los mató”.

Belén, la amiga con la que iba a salir a bailar esa noche Valdez habló con Infobae y relató los hechos: “Estaba esperando para que cambiara. Íbamos a ir al ‘quincho’ con otros amigos para festejar y, mientras me estoy vistiendo, escuché los disparos. Salí corriendo y lo vi en el piso. Lo último que me dijo fue que se iba a afeitar la barba”, dijo la joven en la puerta de la comisaria, mientras de fondo un grupo de vecinos prendía fuego gomas.

La comisaria 2ª de barrio
La comisaria 2ª de barrio Frino

El padre de Alexis Sánchez también llegó al lugar donde se manifestaban los familiares de las víctimas. Su hijo, por su parte, era el único que hasta el momento se comprobó que contaba con antecedentes penales. Había salido de la cárcel hacía dos meses atrás.

“Sí, es cierto que estuvo detenido, pero fue un robo en el que él no tuvo nada que ver. Acá es así, a veces pasan estas cosas. Pero me lo asesinaron así como si nada y no tenía nada que ver”, dijo el padre de Sánchez.

La víctima era fanático de River. En su perfil de Facebook, sus familiares lo despidieron: “Mi amor, mi vida, mi rey te arrebataron la vida sin ningún motivo, tanto sufrí, lloré porque estabas privado de tu libertad, ni el calor insoportable me detenía para ir a verte”, escribió su madre y, en el posteo, contó que Sánchez había vuelto a disfrutar de su hija, su sobrina y sus hermanos. Y se sinceró: “Estos hijos de puta me mataron con vos”.

En la protesta, los vecinos
En la protesta, los vecinos prendieron fuego un vehículo

Los familiares de las víctimas de la masacre reclaman justicia. Mientras tanto, los investigadores intentan establecer las circunstancias del ataque. Se sospecha que hubo más cómplices. Se habla, por lo bajo, de un vehículo que llegó a esa esquina y de ahí descendió Chucky para tirar a matar. Por el momento, son hipótesis. Hasta ahora, lo único cierto es que Corbalán está encerrado en un calabozo acusado por el cuádruple crimen en el barrio Frino.

Fotos: Franco Fafasuli

SEGUIR LEYENDO

Guardar