Esta semana, el Departamento de Contravenciones y Faltas de la Policía de la Ciudad y la AGC clausuraron una curiosa operación ilegal: un casino clandestino que funcionaba en la calle Agustín Magaldi al 1200, zona de Barracas, a pocas cuadras del parque Pereyra. No operaba en un garito o en una cueva. Se había montado, literalmente, en una carnicería, con la heladera al frente.
Ni siquiera requería de una compleja operación tecnológica: todo el negocio se hacía desde una netbook del Plan Sarmiento del Gobierno porteño, con una pila de tickets que fueron incautados.
Así, el lugar quedó clausurado por la infracción al artículo 301 bis del Código Penal, juego clandestino. También, los inspectores de la AGC encontraron varias faltas evidentes: no había habilitación, tampoco matafuego o disyuntor en tablero eléctrico, así como varios cables pelados. El hombre que controlaba el lugar, de 35 años, ex empleado de un conocido restaurant, oriundo de Paraguya, fue detenido y luego liberado por la Justicia porteña. Lotería de Buenos Aires también participó de los procedimientos.
Frente al local había varios carteles que anunciaban apuestas online, con imágenes de futbolistas o simples ruletas. Se lee una aparente marca, que estaba en la gorra del carnicero-croupier: “Bet91″. No hay una empresa con ese nombre registrada en Argentina, así como una marca bajo esa denominación en el archivo del INPI. Existe, precisamente, en Instagram, con al menos dos operadores encontrados. Anuncia sistemas de tragamonedas y pide dinero, prometiéndole ganancias a apostadores.
El negocio de la timba se repite en la ciudad. A mediados de abril, otro casino clandestino en medio de la Villa 31 de Retiro fue allanado por efectivos de la Policía porteña. En el lugar, ubicado a metros del paso de la autopista Illia, había seis máquinas tragamonedas y el encargado del lugar no pudo corroborar la habilitación. En su entrada tenía, literalmente, una cartulina azul escrita con marcador que decía “apuesta deportiva y casino”.
Un grupo de la División Investigaciones Comunales de la fuerza porteña acudió a un local en la calle Alpaca al 700, cercana al barrio Padre Mugica. El lugar a investigar había sido quedado en el foco de atención después de una serie de observaciones sobre movimientos sospechosos de entrada y salida de personas a través del Centro de Monitoreo.
Un mes después, la misma fuerza allanó un karaoke de la comunidad china en Balvanera donde funcionaba un casino clandestino y un prostíbulo. El dueño y los clientes en su mayoría eran de nacionalidad china.
También, encontraron un gallo suelto que circulaba entre las mesas de apuestas y los reservados. El encargado del lugar quedó detenido.
Adentro, había mesas de juego, ruletas chinas, naipes, dados, ceniceros repletos de filtros de cigarrillos apagados, botellas de alcohol, una barra, sillones amplios, mujeres deambulando entre los clientes, más habitaciones.
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