Secuestraron, drogaron y violaron por horas una joven en La Salada: “Sentí todo y no podía hacer nada”

Todo ocurrió el sábado en la feria de Ingeniero Budge. La mujer pide la colaboración de testigos que puedan haber visto lo que ocurrió

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Soledad, la vìctima de la violación
Soledad, la vìctima de la violación

Una joven denunció que fue secuestrada y drogada cuando había ido a comprar ropa a la feria de La Salada. Dos hombres la abordaron, la subieron a una camioneta y la violaron. Después, la llevaron a unos monoblocks. “Llegó la hora”, escuchó que decían. Allí la siguieron abusando y vejando por horas hasta que la dejaron abandonada, semidesnuda, en el barrio de Constitución.

Con la justicia llevando adelante las primeras diligencias para dar con los responsables, la joven pide ayuda: busca que aparezcan testigos que pudieron haber visto quiénes la atacaron. Esta es una etapa fundamental de la investigación. Necesitamos que cualquier persona que haya visto algo o tenga algún dato sobre lo que le hicieron se contacte con nosotros al mail diego@ahsderechopenal.com”, dijo el abogado Diego Stratiotis a Infobae.

La víctima se llama Soledad. Vive en Lomas de Zamora, tiene dos hijos, una nena de 10 y un bebe de seis meses. Se separó el año pasado y desde entonces se dedica a trabajar para sostener la familia: revendiendo ropa. Fue por eso que el último sábado, a la mañana, fue a la feria La Salada, junto a su papa y su bebé y el chofer de la camioneta que los había llevado. Llegaron al galpón denominado “Urkupiña” –uno de los tres que componen la feria de Ingeniero Budge-. Ella tenía que comprar así que su padre y el bebé fueron a dar una vuelta para hacer tiempo.

Se detuvo en un puesto para preguntar el precio de una campera. Al darse vuelta, se cruzó con un carro plateado que transportaba sándwiches, tortas y jugos que empujaba una chica y quedó encerrada. “De golpe apareció un hombre de unos 20 años que intentó pasar justo por donde yo estaba parada y me chocó con su cuerpo. Quise avanzar y salí de ahí. Dos hombres estaban muy cerca detrás de mío y me seguían”, denunció.

Buscó cruzar el pasillo hacia un puesto donde vendían calzas, Una mujer de seguridad de cabello rubio y cortito, con chaleco verde, pasó hablando por “handy”. “Enseguida me empiezo a sentir mareada. Era como que las cosas se me venían encima, sentía que me iba a caer al piso… No puedo recordar muchas de las cosas que veía y escuchaba… Sentía que el cuerpo no me respondía, era como que no tenía fuerza.”

Uno de los pasillos de la feria de La Salada
Uno de los pasillos de la feria de La Salada

Según la denuncia a la que accedió Infobae, Soledad contó: “Yo llevaba mi riñonera en mi mano y ahí nomás sentí que me la sacaron y simultáneamente me agarraron de mi mano, tipo novios, entrecruzando los dedos de la mano de quien me sujeto con los míos y ese sujeto me habló como si yo fuera su pareja, me decía cosas como: “¿mi amor, estas bien?”, “¿querés ir afuera?”, le dijo. El hombre le pasó la riñonera a su cómplice y le dijo: “Andá para el baño”, según la denuncia.

Los hombres tenían gorras y sus caras a medio tapar, como con unos cuellos de polar que usaban tipo barbijos. Uno de ellos era “muy alto, grandote”, dijo la víctima. El hombre que la había tomado de la mano la llevó por uno de los pasillos dentro de “Urkupiña”. La joven de seguridad los cruzó. “La miré, me miró y no hizo nada; mientras tanto quien me seguía sujetando de la mano me llevó hasta el pasillo del fondo del galpón”, dijo la víctima.

“Después de ahí tengo partes muy borrosas, pero sí recuerdo haber visto cajeros de algún banco en las inmediaciones de la feria, recuerdo que nos quedamos detenidos y parados allí por un largo rato, no puedo precisar cuánto. Yo miraba y escuchaba, pero mi cuerpo seguía sin responder. Me subieron a un auto en su parte trasera y no sé a dónde me llevaron. Recuerdo que comenzaron a sacarme toda la ropa entre dos hombres, pero en los asientos de adelante del auto había uno o dos sujetos más, incluso me sacaron el pantalón y la bombacha, pero luego me volvieron a poner el pantalón y seguidamente me acostaron de costado sobre el asiento para que yo no pudiera mirar para adelante y me taparon con mi campera”, describió.

Sin tener del todo conciencia, Soledad relató que la violaron en el vehículo. “De momento me despertaba y sentía que me apretaban y me mordían los pezones, me pegaron cachetazos y golpes en la cabeza. En un momento advertí que uno de ellos estaba arriba mío de frente con su cara tapada y una remera blanca. Sentí cómo me violó, yo intentaba gritar y él me tapaba la boca, mientras otro de ellos me agarraba”.

La pesadilla siguió. “Después me bajaron del auto y me llevaron a uno edificio tipo monoblock que era de color verde y me encapucharon. Yo no veía nada y me daban de tomar un líquido amargo”. Soledad escuchó que entre ellos gritaron “llegó la hora”. La siguieron tocando, golpeando, violando durante horas. “Me ataron las manos y me hicieron cosas horribles”, declaró.

No sabe cómo, pero la dejaron semidesnuda, de noche, en el barrio de Constitución. Antes que la soltaran, escuchó que uno dijo: “Tenés un dios aparte. Te salvaste”. La encontró la Policía de la Ciudad a los que les pidió ayuda y les contó lo que pasó. Habían pasado más de diez horas desde que había desaparecido de La Salada.

Después de todo eso yo ya no recuerdo más nada hasta que me encontré en la zona de Constitución de esta Ciudad donde encontré al personal policial, ya era de noche, estaba todo oscuro. De inmediato se activó el protocolo de seguridad para este tipo de casos que, según fuentes judiciales, confirmaron que se tomaron muestras de semen en el cuerpo de la víctima. La causa está en manos de la fiscalía en lo criminal 38 de la Capital Federal que ordenó las primeras medidas de investigación para identificar a los responsables. Sin embargo, la joven pide que aquellos que hayan visto algo se acerquen a colaborar. Quiere que los atrapen.

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