Detuvieron este jueves al presunto homicida de Federico Esteban Potarski, el futbolista del club Berazategui de la Primera C de 29 años, que fue asesinado de un tiro en la cabeza dentro de un pasillo de la villa San Petersburgo de La Matanza el 15 de julio pasado.
Fuentes de la investigación indicaron que el arresto ocurrió en el barrio San Javier de Virrey del Pino y que el detenido fue identificado como Matías Ezequiel Ruiz Leiva, de 20 años, desocupado y oriundo de Isidro Casanova. Le dicen “El Paraguayito”. “Es el que disparó. Se escondía en una casa”, confiaron.
Ruiz Leiva era uno de los tres sospechosos identificados en la causa que eran buscados por la Policía Bonaerense bajo las órdenes del fiscal Federico Medone, de la UFI de Homicidios de La Matanza. El pedido de captura del ahora detenido y de sus otros dos cómplices habían sido firmados por el Juzgado de Garantías N°5 el fin de semana pasado.
Los otros dos sospechosos que siguen prófugos son Sergio Gabriel Muñoz, conocido como “Pocha” y Gonzalo Emanuel Morales, alias “Gonzi”, todos ellos mayores de edad y también con domicilio en Isidro Casanova. Un testigo los incriminó, aseguraron fuentes del caso.
La hipótesis inicial indicaba que Potarski, que jugaba como marcador central, fue asesinado en medio de un intento de robo mientras conducía su auto para una aplicación de viajes, aunque a los investigadores les llamó la atención que el cuerpo del futbolista apareciera a unos 80 metros de su auto.
“Que un trabajador de una aplicación vaya a buscar un viaje a un asentamiento a esa hora no es usual”, habían deslizado fuentes con acceso al expediente. La causa, de todas maneras, se investiga como un robo agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa, en concurso real con homicidio agravado por el uso de arma de fuego criminis causa, o sea, lo mataron para ocultar otro delito, en este caso, el asalto.
En la causa no hay información que indique que Potarski realizaba un viaje cuando fue asesinado en la villa San Petersburgo: su auto fue encontrado cerrado.
El crimen ocurrió durante las primeras horas de la madrugada del 15 de julio sobre la calle Gaboto, a unos 20 metros del interior de uno de los pasillos de la Tira 32 de la villa San Petesburgo. Allí, la víctima fue encontrada por la Policía Bonaerense tirada en el suelo sobre un gran charco de sangre. A centímetros, hallaron una vaina calibre 9 milímetros: no se realizaron otros disparos.
El futbolista fue trasladado ese mismo viernes con vida al Hospital Paroissiens, pero murió en el momento que llegó a la guardia.
Los restos del futbolista del Ascenso fueron despedidos el sábado pasado por sus familiares, amigos y compañeros. El cortejo fúnebre partió pasadas las 11.15 desde una sala velatoria ubicada en el Camino de Cintura, cerca de la rotonda de San Justo, y primero pasó por el barrio Villegas, donde vive la familia de Potarski.
Durante la despedida al defensor de Berazategui, Alejandro Gundo, amigo de la víctima y periodista que cubre la categoría del Ascenso, contó que hacía “poco había comenzado a trabajar haciendo viajes a través de una aplicación”. Y siguió: “Tenía que trabajar a la noche porque a la mañana se entrenaba”.
En diciembre del año pasado, el zaguero había fichado por Berazategui, tras jugar en Liniers. A comienzo del 2021 había tenido la posibilidad de irse a jugar al exterior, pero el pase se cayó a última hora.
“Después de rescindir con Liniers tuve la chance de ir a jugar a Honduras, pero el pase se terminó cayendo. Lo importante es que a pesar de no tener club siempre busqué la manera de estar activo, estar bien físicamente, tanto solo como con profe o en centros de alto rendimiento”, había contado Potarski en el sitio Solo Ascenso.
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