José Manuel Corbalán solía llegar borracho a la casa de su familia del barrio Sagrada Familia, en José C. Paz, los viernes cuando volvía de la obra en la que trabajaba en negro como albañil. “Soy el rey del barriooo”, decía extendiendo la vocal. Tenía un buen gesto para con su vecina de al lado: “Dele, doña, yo le cuido la casa”, avisaba mientras seguía con su cerveza el hombre al que desde chico le decían “Chucky”. Su propia madre le puso el apodo, en referencia al muñeco maldito del cine de terror.
Hoy “Chucky” está preso en la comisaría del barrio, luego de haber sido detenido en la madrugada por la Policía Bonaerense. Lo acusan de la masacre de cuatro personas en el barrio Frino, una villa a 15 cuadras de su casa de la calle Lisboa. Entre las víctimas está Benjamín, un chico que tenía 13 años. El miércoles por la noche, en los últimos minutos del Día del Amigo, Corbalán, de 28 años, llegó para increpar a tres hombres de la zona, junto a los que estaba el chico.
Luego, según los testimonios en su contra, volvió con una pistola y, al menos, tres amigos de cómplices para matarlos a todos.
Todas las víctimas llegaron muertas al hospital Mercante. Había 22 vainas servidas en el piso de cemento.
La casa de “Chucky” fue allanada de urgencia, en el marco de la causa a cargo de la UFI N°19 de San Martín. No encontraron la pistola. Sus cómplices siguen sueltos. De vuelta en la casa de la calle Lisboa, un familiar se sorprendió: “Qué raro esto. José tenía libertad condicional por robo. Se estaba portando bien”.
Es así: registros oficiales revelan que Corbalán estuvo preso en Olmos y Junín por el delito de robo agravado, en un caso a cargo del Tribunal Oral N°2 de San Martín, y que se fue en septiembre de 2021, su única estadía. Sin embargo, los registros no hablan de una libertad condicional.
Al principio, se habló de un ajuste de cuentas por drogas, pero fuentes judiciales no le dan demasiado peso a esa versión. Solo un testigo la abonaba. Medio día después del hecho, los investigadores y el barrio coinciden en que se trató de una riña, una pica, precisamente entre “Chuki” y Alexis Sánchez, una de las víctimas.
Según fuentes del caso, en medio de su pelea en Barrio Frino, “Chucky” le gritó: “¿Vos sos poronga? ¡Yo soy más poronga!” Tras matarlo con sus cómplices, se cree que volvió con su moto para ver los cadáveres. Insólitamente, lo detuvieron en su casa familiar, su principal domicilio registrado.
Ni siquiera huyó.
El cuádruple crimen parece eso, una pelea entre picantes. Sagrada Familia es un barrio humilde, de clase trabajadora, calle de tierra y perros que ladran. Allí dicen que no van a Barrio Frino, porque es bravo.
Así, “Chuky” fue trasladado a la Comisaría 2° de José C. Paz, donde espera su turno para ser indagado. Allí, los familiares de Benjamín se congregaron para protestar. Llevaron una pila de doce cubiertas y las incendiaron.
Las autopsias a los cuatro cuerpos se esperan para mañana.
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