Federico Esteban Potarski, jugador del Club Berazategui de la Primera C, de 29 años, fue asesinado de un tiro en la cabeza dentro de un pasillo de villa San Petersburgo de La Matanza el viernes pasado. Una vaina calibre 9 milímetros flotaba sobre la sangre de Potarski, con su auto a 80 metros de distancia.
Una hipótesis inicial indica que Potarski, con domicilio en Isidro Casanova según el DNI que fue encontrado en su cadáver, habría muerto en medio de un aparente intento de robo mientras conducía su auto para una aplicación de viajes.
Hoy, tras una rápida investigación, Medone busca a tres sospechosos del asesinato, cuyas órdenes de captura fueron firmadas por el Juzgado de Garantías N°5. Son Matías Ezequiel Ruiz Leiva, apodado “El Paraguayito”, Sergio Gabriel Muñoz, conocido como “Pocha” y Gonzalo Emanuel Morales, alias “Gonzi”, todos ellos mayores de edad y con domicilio en Isidro Casanova. La Justicia también ordenó varios allanamientos, sin resultados: nuevas requisas fueron pedidas en las últimas horas. La Policía Bonaerense está encargada de capturarlos.
Un testigo los incriminó, aseguran fuentes del caso.
Sin embargo, la Justicia, con el fiscal Federico Medone a cargo de la UFI de Homicidios de La Matanza, investigó otros posibles motivos detrás del ataque.
Los investigadores no creyeron al principio que el crimen haya sido un robo y buscaron agotar otras líneas investigativas Para empezar, el cuerpo de Potarski estaba a 80 metros de su vehículo. “Que un trabajador de una aplicación vaya a buscar a un viaje a un asentamiento a esa hora no es usual”, asegura una fuente del caso. No hubo testigos directos del hecho en las primeras horas del caso. Un hombre de la zona asegura haber escuchado “una trifulca” de lejos.
Sin embargo, primó la hipótesis del robo, al menos en la calificación del expediente. Según documentos del caso a los que accedió Infobae, es la de robo agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa, en concurso real con homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por ser criminis causae. De todas formas, no hay información en la causa que indique que Potarski realizaba un viaje al ser asesinado: su auto fue encontrado cerrado. Lo único que sustenta la acusación de robo en el caso son los dichos de la familia de la víctima.
Tras la autopsia -en la cual Medone ordenó diversas pericias suplementarias- el cuerpo del jugador fue entregado a su familia para su velatorio y entierro. El cortejo fúnebre partió pasadas las 11.15 desde una sala velatoria ubicada en el Camino de Cintura, cerca de la rotonda de San Justo, y primero pasó por el barrio Villegas, donde viven los Potarski.
Javier, primo del futbolista, agregó: “La familia agradece que haya venido el técnico y sus compañeros del club. Hay gente de Liniers, de Almirante Brown, hay mucha gente que lo conocía”. El hombre aseguró que “se va una persona muy querida” y que “la familia quiere ver presa a la rata que lo mató”.
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