La muerte de un hombre en una comisaría desató una serie de investigaciones en las fuerzas policiales de Córdoba. Tanto es así que un fiscal dispuso las detenciones de seis oficiales acusados del crimen de Jonathan Romo, en la localidad de La Falda. Según determinó la autopsia, la víctima falleció como consecuencia de la ‘asfixia mecánica’, luego de ser detenido por protagonizar supuestos desmanes en una calle.
Hasta el momento, tres comisarios ya fueron desplazados de la fuerza: el director de la Departamental Punilla Norte, comisario Diego Alejandro Bracamonte; el director General de Recursos Humanos, Formación Profesional y Entrenamiento Policial, comisario Julio César Faría, y el director de Entrenamiento Profesional Permanente, comisario Marcos Germán Manrique.
Ahora, la Justicia intenta reconstruir las circunstancias de la muerte de este cordobés. Según confirmó el abogado de su familia, crecen las sospechas de que la tragedia se haya producido en el momento de su detención y no en la comisaría. La investigación continúa en manos del fiscal Raúl Ramírez.
En las imágenes del video del arresto puede verse como el hombre no presenta ningún tipo de resistencia ante la llegada de los policías. Al comienzo permanece acostado sobre un montículo de tierra y piedras y luego se arrodilla, poniendo sus manos detrás de la cabeza, cuando uno de los oficiales le da la señal de alto, mientras se acerca con una mano sobre su arma.
Acto seguido se acercan dos policías más y entre todos los oficiales reducen y someten a Romo. Durante la grabación, que se extiende dos minutos, puede verse que algunos perros de la zona se acercan al lugar atraídos por el violento accionar.
Por su parte, su hermano Hernán se pronunció en su defensa y buscó relatar cómo fueron los hechos: “Era una persona enferma, no un ladrón y estaba medicado. Lo llevaron a la comisaría por un supuesto disturbio en una despensa. Dicen que entró y estaba en un brote psicótico, no estaba en sus cabales”.
El joven se vio superado por la situación y se descompensó cuando estaban requisando el cuerpo de su hermano. Luego llegó personal del servicio de emergencias e intentaron reanimarlo, pero no lo lograron.
Otra de las voces que se sumaron al pedido de justicia fue el mismísimo gobernador de la provincia, Juan Schiaretti, quien durante la semana pidió que se esclarezcan los hechos: “Hay que investigar hasta las últimas consecuencias. El Estado provincial pone a disposición todos los recursos necesarios para que se determinen culpables y caiga todo el peso de la ley sobre los mismos”.
A esta situación se le suma un hecho que investiga el fiscal Raúl Ramírez. Según intenta reconstruir, en diciembre el hombre sufrió otro acto de violencia por parte de la policía.
“Esto va a seguir ahora esclareciendo el primer hecho, que nunca se esclareció. ¿Por qué nadie hizo nada en diciembre? Sino este chico estaría vivo hoy”, dijo el abogado de la familia en diálogo con el medio local, La Nueva Mañana.
Tal como remarca el letrado, esta no fue la única vez que Romo vivió una situación de estas características. El abogado reconstruye que a fines del año pasado debió ser derivado al Hospital San Roque luego de ser golpeado por cinco policías. “Este no es el primer hecho que sufre este muchacho. En diciembre del año pasado le pasó lo mismo. Lo esposaron en el piso, le pegaron y le perforaron un riñón”, resalta Galli.
“Me pregunto qué fiscalía intervino en diciembre, porque hubiera evitado esta muerte. Es decir, estamos frente a un hecho reiterado. Hoy nos rasgamos las vestiduras frente al caso, pero lo mataron dos veces. Nadie hizo nada en esa oportunidad”, sumó el abogado.
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