La Policía Federal detuvo en las últimas horas a tres personas acusadas de integrar una banda que realizaba estafas piramidales y explotación laboral en la ciudad de Córdoba. Los efectivos rescataron a 27 personas, entre ellas una menor de edad, hacinados en dos monoambientes. Los sospechosos atraían a sus víctimas a través de las redes sociales con la falsa promesa de ganar una importante suma de dinero en dólares.
Los detenidos fueron identificados como Haydat Tawil Abou, de 22 años, de nacionalidad venezolana, quien está señalado como el líder de la organización criminal. También, capturaron a dos de sus cómplices: María Victoria Gómez (23) y Pamela González (24), ambas argentinas.
La investigación contra la banda comenzó tras la denuncia de una joven de Puerto Iguazú, Misiones, quien relató que fue atraída hasta Córdoba mediante una propuesta laboral engañosa a través de redes sociales. El caso quedó en manos de la Fiscalía Federal Nº3, a cargo de Maximiliano Hairabedian, quien ordenó a los agentes de la Agencia Regional Federal Centro Córdoba de la PFA que investigaran lo ocurrido.
De este modo, tras analizar los perfiles en redes sociales de los sospechosos, se comprobó el perverso mecanismo utilizado para atraer víctimas. De acuerdo a fuentes del caso, los detenidos prometían generar ingresos a través de una empresa llamada “L360″. La firma decía estar asociada a importantes plataformas como Amazon, Netflix y Mercado Libre. Incluso, los sospechosos en sus propios perfiles en redes sociales ostentaban ropas de marca, vehículos de alta gama y joyas. Todo era para que las personas cayeran en la trampa, poder estafarlas y después explotarlas laboralmente, según indicaron los investigadores.
El plan que vendían para poder ganar en dólares y vivir la vida que ellos mostraban en sus perfiles en redes sociales, consistía en asociarse a la empresa y hacerse miembros de una “franquicia digital”. Para eso, debían abonar una suscripción que rondaba entre los ciento cincuenta y doscientos dólares, todo se realizaba online y pedian que el deposito sea en criptomonedas. La investigación determinó que solicitaban ese tipo de moneda para que no pueda ser rastreado.
También observaron que el monto propuesto para la suscripción, en realidad, era estimativo, porque los sospechosos estudiaba a las personas y si sabían que contaba con dinero, pedían un monto aún mayor.
En cambio, a las víctimas que no podían pagar la suscripción, las convencían de trasladarse por sus propios medios a la ciudad de Córdoba. Aprovechándose de su situación económica, las captaban para unirse a la empresa e iniciar un nuevo trabajo. Consistía en crear perfiles falsos en las redes sociales, con el objeto de seguir captando personas para el pago de la suscripción.
De esta manera, sus “líderes” —como se autodenominaban—, una vez que las víctimas aceptaban, los trasladaban hasta un edificio, donde en pequeños departamentos vivían hacinados en precarias condiciones.
Cuando los investigadores recabaron la información sobre la perversa operatoria que ejecutaba la banda, el fiscal Hairabedian ordenó seis allanamientos que terminaron con las detenciones de los supuestos delincuentes. Cinco fueron realizados sobre la calle Bedoya al 900 y el restante sobre un hotel céntrico de la ciudad.
Durante el procedimiento, efectuado junto a personal del Gabinete Científico Córdoba, con la colaboración del Departamento Articulación Operativa y Evaluación del Riesgo Delictual, fueron rescatados veintisiete jóvenes hacinados en dos monoambientes. Entre las víctimas se encontraba una chica menor de edad.
Una vez rescatados, fueron entrevistados por el equipo interdisciplinario de la Subsecretaría de Trata de Personas de la Provincia de Córdoba, quienes indicaron que todos ellos eran víctimas de ese delito. Los afectados son de distintas provincias: Santiago del Estero, Misiones, Buenos Aires, Catamarca, Salta, Córdoba, Chaco. Incluso de otros países como Venezuela, Uruguay, Brasil y Ecuador.
En paralelo, secuestraron 42 teléfonos celulares, 36 cuadernos con material de relevancia para la causa, ocho más con anotaciones de comprobantes de depósitos y transferencias en el exterior, tres notebooks y demás elementos de interés. Descubrieron que Tawil Abou manejaban distintas cuentas bancarias en el exterior, como ser en Bancos de Colombia y Bancos de Perú.
Ahora, los detenidos tendrán que explicar frente a los funcionarios judiciales los delitos que les acusan. Permanecen encerrados en un calabozo.
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