El dueño de una empresa de camiones de Pilar esta mañana estaba cerrando el portón del predio donde guarda sus vehículos, y que queda justo en el lote de al lado de su casa, cuando escuchó que desde el fondo un grupo de al menos tres hombres le gritaban: “Alto Policía, tirate al piso”. Al instante supo que estaban por robarle.
Según confiaron fuentes del caso a Infobae, desesperado, el empresario de 47 años ingresó corriendo a su vivienda y se encerró junto a su mujer en el cuarto principal. Allí tenía guardada una vieja escopeta de caza, y la tomó. Cuando los delincuentes entraron a la habitación, el dueño de casa se defendió y disparó un solo tiro: el balazo dio en el pecho de uno de los ladrones, que murió cuando intentaba escapar del lugar.
Los cómplices del delincuente muerto sí huyeron y son intensamente buscados, pero antes de escapar dejaron la casa del empresario “como un colador”, describieron las fuentes consultadas por este medio, y agregaron: “Le tiraron con todo. Había disparos de diversos calibres 9 milímetros y .380, entre otras. Se notaba que no fue un robo al voleo y que estaban muy organizados”.
El empresario que se defendió del golpe comando en su casa de la localidad de Villa Astolfi recibió un disparo en uno de sus brazos y este lunes por la tarde se recuperaba de la herida y del susto, luego de que fuera soprendido cerca de las 6 en su propiedad de la Ruta 25 (ex avenida Dardo Rocha) y Lago Mascardi, en la zona Norte del Gran Buenos Aires.
Mientras tanto, las autoridades intentaban identificar al ladrón muerto, de unos 45 años. “El fallecido, en su intento por escapar y ya herido, atravesó una ventana de la casa de la víctima del robo. Cayó a los pocos metros. Tenía guantes puestos y en su mochila había al menos cuatro cargadores, varias municiones, más guantes y pasamontañas”, detallaron fuentes de la investigación. También dos barbijos negros con el escudo de las Policía de la Provincia de Buenos Aires.
También explicaron que sospechan que la banda tenía un dato: “Esperaron a que la gente que trabaja con él retirara el camión del predio donde guarda los vehículos para atacar”. Lo cierto es que el transportista no bien se percató de que no eran policías sino delincuentes los que les gritaban desde los fondos de su terreno, corrió velozmente los metros que separan su casa del portón que estaba cerrando y alertó a su mujer, que estaba preparando el desayuno.
“‘Metete en el cuarto que nos roban’, fue lo que atinó a decirle a su mujer. Los dos se encerraron juntos”, relataron las fuentes cómo se sucedieron los hechos que investiga el fiscal Raúl Casal, de la UFI N°1 de Pilar, y que entendió que el empresario actuó en legítima defensa y que a los delincuentes buscados les endilga robo calificado por el uso de arma y en poblado y en banda en grado de tentativa.
Según se desprende de la investigación, los delincuentes ingresaron a los tiros a la casa, revisaron todo y encontraron al matrimonio en el cuarto principal fueron recibidos por el disparo de escopeta. Es único tiro del empresario fue directo al pecho del ladrón que luego hallaron fallecido cerca de una ventana rota: en su pecho tenía una tatuaje con el nombre “Viviana”.
Los cómplices huyeron de la casa a los tiros y fue uno de esos balazos los que alcanzaron a herir en un brazo al dueño de casa. Según la agencia de noticias Télam, en total, se marcaron en la escena 35 evidencias balísticas, entre impactos de bala y vainas de varios calibres.
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