Otro policía baleado en el conurbano bonaerense: un disparo le perforó un pulmón

Ocurrió en Laferrere. El uniformado esperaba a su pareja en una parada de colectivos cuando fue agredido por delincuentes

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Un policía fue baleado en Laferrere cuando vestido de civil aguardaba a su pareja en una parada de colectivo
Un policía fue baleado en Laferrere cuando vestido de civil aguardaba a su pareja en una parada de colectivo

Un oficial de la Policía Local de Ituzaingó fue baleado este jueves por la tarde, al tirotearse con delincuentes que intentaron robarle mientras aguardaba a su pareja en una parada de colectivos. El episodio ocurrió en la localidad bonaerense de Gregorio de Laferrere, en la esquina de la ruta 3 y Zárate, en el partido de la Matanza. El integrante de la Unidad de Policía de Prevención Legal de Ituzaingó, fue identificado como Ayrton Nicolás Navarrete.

El efectivo aguardaba en una parada de colectivos la llegada de su pareja, cuando fue sorprendido por dos asaltantes armados que intentaron sustraerle las pertenencias. El policía, que se encontraba vestido de civil, se resistió al robo con su arma reglamentaria y se originó un breve tiroteo que culminó cuando recibió un impacto de bala en el hombro derecho y los ladrones huyeron del lugar.

Minutos después acudieron efectivos del Comando Patrulla Sur de La Matanza, quienes se entrevistaron con la pareja de la víctima, y luego trasladaron al herido en un móvil policial al sanatorio Paredes de Gregorio de Laferrere.

Según informó Télam, en el centro de salud se constató que Navarrete sufrió un impacto de bala con orificio de entrada en el sector escapular derecho, que perforó el pulmón y luego el proyectil quedó alojado en el brazo izquierdo y permanecía internado estable y con pronóstico reservado, a la espera de ser intervenido quirúrgicamente.

Interviene en la causa el fiscal Matías Folino, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción 3 descentralizada de Gregorio de Laferrere.

El efectivo se encuentra internado estable y con pronóstico reservado, a la espera de ser intervenido quirúrgicamente
El efectivo se encuentra internado estable y con pronóstico reservado, a la espera de ser intervenido quirúrgicamente

Este hecho sucedió apenas un día después de que un policía de 23 años fuera asesinado a balazos por delincuentes cuando, junto a su compañera, identificaron una actividad sospechosa en el marco de tareas de tareas de prevención del delito en Rafael Castillo, localidad del partido La Matanza, en la provincia de Buenos Aires.

Según informaron fuentes policiales, los oficiales monitoreaban la zona, un terreno de 10 hectáreas adyacente a un cementerio, cuando le pidieron a un grupo de personas identificarse y al escuchar la voz de alto, los delincuentes inmediatamente atacaron con disparos de armas de fuego.

Los proyectiles hirieron a ambos efectivos, uno de ellos recibió un impacto en la zona intercostal en el tórax que lo dejó en mal estado, tras lo cual fue arrastrado hacia el interior del predio donde le dispararon un tiro en la cabeza. “Aparentemente efectuaron disparos de armas de fuego contra el móvil e hirieron al personal policial”, se puede escuchar en uno de los diálogos entre los oficiales.

Rápidamente, luego de que un grupo de vecinos llamara al 911 al escuchar los disparos, otros efectivos llegaron a la zona para rescatar a ambos compañeros y trasladarlos a urgencias. Entre ellos, Benjamín Zucarelli, perdió la vida en el trayecto.

Horas antes, el joven asesinado había posteado en su Instagram una foto en la que se lo veía listo para comenzar su jornada laboral. Con una campera verde militar, un chaleco antibalas y un cuello térmico, Zucarelli compartía con entusiasmo en la red social un nuevo día de trabajo.

A los pocos minutos de conocerse la noticia sus familiares debieron acercarse al lugar para reconocer el cuerpo e identificarlo. Inmediatamente, las redes sociales también se llenaron de mensajes de compasión y dolor por la pérdida del muchacho.

Por otra parte, su compañera fue atendida en el Hospital René Favaloro de Rafael Castillo, a quien llevaron sus propios compañeros que acudieron al lugar.

Tras el ataque a los policías, —que integraban el grupo de élite de la unidad táctica de operaciones inmediatas de la policía de la provincia de Buenos Aires— se inició la búsqueda a los responsables del crimen en el cruce de las calles García Mero y De La Fuente.

Así fue como el resto de los efectivos lograron detener a un joven de 17 años que se encontraba en la zona del predio y que tenía en su poder un chaleco y un arma Bersa 9 milímetros, ambas sin numerar junto a dos cajas de munición y una campera negra que será materia de peritajes.

Actualmente interviene en la causa el fiscal Marcos Borghi, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios del Departamento Judicial de La Matanza.

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