Eran las 4.29 de esta madrugada cuando Malena Antonella Chiocconi le compartió a su mamá Daniela, a través de WhatsApp, la ubicación de dónde se hallaba. Cuatro minutos después se volvió a comunicar con ella y le escribió: “Nos está siguiendo la poli. Dios mío, má. Estoy llorando”. Unos instantes después ocurrió la tragedia: el auto en el que viajaba la joven de 21 años chocó y terminó incrustado debajo de un camión estacionado en el ramal Campana de la autopista Panamericana.
El accidente fue el desenlace de una persecución policial que había iniciado en el partido de Tigre. Tres de los cuatro ocupantes que circulaban en el vehículo, incluida Malena, quien iba en el asiento de acompañante, murieron en el acto. El restante, un menor de 16 años, sufrió heridas graves y fue trasladado a un hospital cercano.
Poco después del hecho, Daniela se acercó hasta la zona, asustada y sin saber qué había ocurrido. “Creo que mi hija iba en el auto. Ella me mandó un mensaje que decía ‘mamá estoy llorando, nos está persiguiendo la policía y no sé por qué'”, dijo en un primer contacto con la prensa que trabajaba en el lugar. “Le dije ‘Male, vení a casa o voy a buscarte’, pero no contestó más y me vine directamente acá. No sé si mi hija está viva o no”, continuó la mujer, antes de que la Policía le informara la triste noticia.
Malena vivía con su familia en un departamento de la localidad de Victoria, en San Fernando. Estudió en el Colegio Leopoldo Lugones, una institución privada localizada en Virreyes. Según su perfil de Facebook, trabajó en una zapatería, aunque sus registros previsionales muestran que su último empleo registrado fue entre junio y octubre de 2021 en una empresa que vende combustibles y lubricantes.
De acuerdo a lo que relató Daniela, en los últimos días la joven de 21 años había conocido por redes sociales a Joel Guillermo Galván, alías “El Gordo”, un ladrón de 25 años que se movía por la zona norte del Conurbano y que tenía antecedentes penales por encubrimiento agravado y robo. Él era quien conducía el Volkswagen Vento color negro que se estrelló contra el camión.
“Era la primera vez que mi hija salía con ese chico y se subía a ese auto”, dijo la madre de la víctima y contó que Galván había invitado a salir a Malena. “Aceptó la invitación, fueron a tomar algo a San Miguel. A las 12 le pregunté si estaba bien, me dijo que sí, y 4.33 me manda este mensaje, que estaba muy mal, angustiada”, manifestó la mujer y supuso: “Seguramente vio una situación que no le gustó”.
En imágenes que trascendieron del recorrido del Vento se observa que, en un momento dado, se abre una de las puertas del vehículo y, a los pocos segundos, se vuelve a cerrar, pero no baja nadie. Para Daniela, en ese momento su hija “quiso irse, se quiso bajar y no la dejaron”.
Visiblemente consternada, Daniela finalizó: “Quiero decir que es una chica de bien, que era hija única, era todo para mí. Y quiero decirles a las madres que hablen con sus hijas y que sepan con quiénes se ven por más que tengan 20 o 30 años. Quiero justicia y que se sepa qué pasó, porque también dicen que le pegaron un tiro al auto”.
En sus redes sociales, la víctima solía compartir imágenes junto a su madre, a quien en un posteo le escribió: “A vos te debo la vida, gracias por tanto y perdón por tan poco. Sabés que te amo infinitamente, por vos mato y muero. Que seas inmensamente feliz hoy y siempre”.
La investigación del caso la lleva adelante la UFI de Don Torcuato, a cargo del fiscal Cosme Iribarren. Dentro del Vento se hallaron un par de muletas -el cual era utilizado por Galván- y la chapa original del rodado. Más tarde se reveló que el vehículo había sido robado el fin de semana pasado en el partido de Escobar y le habían cambiado la patente por la de un auto del mismo modelo, pero radicado en la localidad de San Isidro.
Así, con ese mismo auto, Galván y sus cómplices llevaron a cabo esta semana al menos otros dos robos, entre ellos el de una camioneta marca Toyota, el lunes último.
Esta madrugada, todo comenzó cuando el Vento estaba estacionado sobre el camino a Bancalari: supuestamente, los ocupantes bebían alcohol y una la patrulla municipal se acercó para identificarlos, pero ellos se negaron y se dieron a la fuga. La persecución se extendió a lo largo de cerca de ocho kilómetros y fue registrada por cámaras de seguridad.
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