Ezequiel Maximiliano Méndez, el hombre que fue acusado por la misteriosa muerte de su pareja Nara Acosta, ocurrida el 17 de abril en el jacuzzi de una habitación del Hotel Plaza Real de Rosario, quedó en libertad. La resolución se tomó este viernes por la mañana después de que se diera a conocer la pericia del teléfono del acusado, que tenía mensajes de la mujer que lo desvinculan del hecho.
El hombre de 45 años que había sido detenido en Palermo por la Policía de la Ciudad fue beneficiado por el juez Pablo Pinto en una audiencia llevada a cabo en el Centro de Justicia Penal. Sus abogados Facundo Rui López y Lautaro Dentone exhibieron los mensajes de texto vía WhatsApp que le envió la mujer cuando el imputado ya se encontraba en viaje rumbo a Maschwitz, donde tiene domicilio.
Esa evidencia resultó clave para la decisión, ya que la causa de muerte de Nara Acosta continúa siendo indeterminada por el estado de descomposición en el que se halló el cuerpo el 18 de abril pasado, como consecuencia de haber estado flotando un día entero dentro del jacuzzi encendido.
A pesar de la falta de certeza sobre el motivo del fallecimiento, el fiscal de Homicidios Dolosos Adrián Spelta acusó a Méndez el 12 de mayo pasado por haber sido el único que estuvo con la mujer dentro de la habitación 801 del Plaza Real hasta la mañana del 17 de abril, fecha en la que ella murió –según el preinforme de la autopsia– y él se fue del alojamiento en su auto, de acuerdo a las imágenes del hotel céntrico y de la autopista Rosario-Buenos Aires a la altura del peaje de General Lagos.
“Esta no te la perdono nunca más. Estás muerto para mí. Sos una basura. Mirá lo que me estás haciendo. Después de esto ya espero cualquier cosa. Estás muerto y enterrado para mí”, envió Nara Acosta a Méndez el 17 de abril pasado a las 11.49.
El enojo de Nara Acosta con su pareja había estado motivado porque, aparentemente, después de una discusión, el hombre avisó al hotel que ella había ingresado con su gato a la habitación, cuando no estaba permitido.
“Me mandaste al frente en el hotel que tenía el gato. Sos una basura. Ahora no tengo qué mierda hacer. No fuiste capaz de darme para viajar”, le reprochó en dos mensajes fechados a las 12.39 del 17 de abril. En ese momento, Méndez ya estaba en la autopista Rosario-Buenos Aires, según el impacto de antena de su teléfono y las imágenes tomadas en los peajes de la traza vial.
Al momento de ser imputado por femicidio, el fiscal Spelta enfatizó el contexto de violencia de género que sufrió la víctima, de acuerdo a las declaraciones testimoniales que tomó en la investigación. Luego, sumó la actitud de haberse ido del hotel en el mismo día que la mujer murió, por lo que confluyó de que se pudo haber tratado de un asesinato.
A su vez, el fiscal sospechó de que Méndez planeaba fugarse. Es porque en los días posteriores al fallecimiento de su pareja estuvo en el country donde vivía y en un departamento de la Ciudad de Buenos Aires, y porque dio de baja la actividad de su celular. A este marco se agregó que al momento de su arresto (5 de mayo pasado) llevaba pasaporte, títulos de propiedades, título automotor, la llave de una caja de seguridad y 97 mil pesos en efectivo.
Todavía Spelta está a la espera del resultado de los estudios anatomopatológicos y el de diatomeas, un alga que, de encontrarse en el cuerpo, indica que la persona falleció ahogada. Por las medidas investigativas llevadas adelante por el fiscal se pudo confirmar que la pareja dentro de la habitación consumió cocaína, éxtasis y posiblemente paco.
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