Ayer por la mañana, la Justicia y la Policía Bonaerense descubrieron los cadáveres de Gabriel Cáceres, su pareja, la docente María Gabriela Carco y su hijo de siete años, León, en su casa de la calle Julio A. Roca en Florida. Fueron alertados por un llamado al 911 realizado la directora del colegio de León, el Cuarto Creciente, ya que el chico no iba a clases hace tres días. Tras abrir la puerta de entrada con la ayuda de un cerrajero, el fiscal Gastón Larramendi y la Policía Científica de la Policía Bonaerense encontraron a Carco y a León golpeados y apuñalados, sin vida, uno junto al otro. El cadáver de Cáceres estaba en la bañera del baño principal. Se cree que se quitó la vida encendiendo el gas y aspirándolo. En la casa también se halló el cuchillo de cocina con el que Cáceres supuestamente cometió el crimen.
Así, se determinó que el caso obedecía a una situación de violencia de género, un doble homicidio seguido de suicidio. El caso quedó en manos de la fiscal Lida Osores Soler, especializada en hechos de violencia machista. Así, comenzaron diversas medidas. La primera, ordenada por Larramendi, fue un relevo de cámaras en la zona para descartar cualquier otra hipótesis, que dio negativo en cuando a la llegada de un agresor.
Hoy por la mañana, cerca de las 10, comenzarán las autopsias a los cuerpos en la morgue de San Fernando, confirman fuentes de la causa a Infobae. Se esperan posibles demoras, a causa del hecho en Panamericana que causó tres muertos tras una persecución.
También, se tomó testimonio ayer al hermano de Carco. Otro testimonio clave podrá ser el de la hija mayor de Carco, de otra relación. Ayer, la Justicia descubrió que la joven, hoy de 19 años, había denunciado a su padrastro dos años atrás y había logrado una medida de abrigo.
La joven tenía 17 años cuando denunció a su padrastro y contó a las autoridades que desde hacía 7 años era sometida a situaciones de violencia, malos tratos, agresiones e insultos. También dijo por ese entonces que su mamá veía lo que sucedía y no hacía nada, que se ponía del lado de su pareja.
La joven contó ante la Policía que la primera vez que la atacó fue a los 14 años. La golpeó porque la vio acompañada de un amigo, según se lee en la denuncia.
El 10 de enero de 2021, luego del llamado de una vecina a la Policía, se iniciaron actuaciones, con intervención de la UFI de Género de Vicente López y el servicio local de la Niñez, contra Cáceres, donde se dictó una medida de abrigo para la adolescente de por entonces 17 años, quien quedó a cargo de su tío materno “por haber padecido reiterados episodios de violencia física, psicológica y verbal por parte de su padrastro”.
En otra ocasión, Cáceres la arrastró de los pelos.
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